La fundici¨®n de Antoni Marsal
El patr¨®n del metal afronta en prisi¨®n sus peores d¨ªas por malversar fondos
La historia de Antoni Marsal F¨¤bregas es la de una ambici¨®n interrumpida. El empresario catal¨¢n se cas¨® con una de las propietarias de Estampaciones Sabadell, entonces propiedad de la familia Bonet. Y la dirigi¨® durante 23 a?os. Pero se separ¨® y se vio obligado a salir de la compa?¨ªa. Fue su primera ca¨ªda. En 2006, tras proponerse ¨¦l mismo para el cargo, logr¨® catapultarse hasta la presidencia de la potente patronal catalana del metal. Desde all¨ª, se acerc¨® a la ¨®rbita del lobby nacionalista FemCat, dirigido por Joaquim Boixareu, para asaltar Fomento del Trabajo y cambiarlo desde dentro. Pero Juan Rosell les vapule¨® en las elecciones y les dej¨® en el dique seco, fuera de los ¨®rganos de representaci¨®n. Fue su segunda ca¨ªda.
La tercera ca¨ªda, la m¨¢s profunda y dolorosa, se fragu¨® el 9 de mayo de 2012. Y el abismo a¨²n no se ha cerrado. Aquel d¨ªa, los trabajadores de la Uni¨®n Patronal Metal¨²rgica (UPM) enviaron una carta a la junta de gobierno en la que denunciaban una serie de irregularidades cometidas por Marsal. Le acusaban de haber cobrado m¨¢s de 600.000 euros de la UPM a trav¨¦s de empresas ficticias por servicios que nunca prest¨®.
La misiva se convirti¨® en querella, y la querella ha derivado en una investigaci¨®n judicial que ha destapado la existencia de cuentas en para¨ªsos fiscales y ha conducido a Marsal, anta?o s¨ªmbolo del Vall¨¨s industrial, a prisi¨®n. El pasado jueves, la Guardia Civil detuvo al empresario y registr¨® su casa de Sant Just Desvern (Baix Llobregat). En el cuartel, permaneci¨® en silencio. Tampoco habl¨® al d¨ªa siguiente, frente a la juez de instrucci¨®n de Barcelona, que le envi¨® a la c¨¢rcel ante el riesgo de que se d¨¦ a la fuga o destruya pruebas.
El cargo de presidente de la patronal del metal no es remunerado. Marsal obvi¨® esa prohibici¨®n y decidi¨® pagarse de forma indirecta y por su cuenta por el trabajo que desarroll¨® en la UPM, una organizaci¨®n anquilosada que bajo su mando experiment¨® una notable transformaci¨®n, se hizo m¨¢s visible y rompi¨® la univocidad de Fomento, donde est¨¢ integrada. Desde 2007, Marsal utiliz¨® dos empresas ¡ªque controlaba a trav¨¦s de sociedades interpuestas¡ª para cobrar de la UPM por trabajos inexistentes. Parte de ese dinero, 310.000 euros, fue a cuenta de las subvenciones que el Estado y la Generalitat aportan a la patronal para organizar cursos de formaci¨®n. De ah¨ª que, adem¨¢s de los delitos de apropiaci¨®n indebida y falsedad documental, la juez impute a Marsal por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos.
La Guardia Civil ha hallado cuentas en para¨ªsos fiscales que ya ha regularizado
En 2010, cuando las empresas que hab¨ªa creado tras su precipitada salida de Estampaciones Sabadell no marchaban bien, logr¨® revalidar el mandato. Adem¨¢s de Marsal, est¨¢n imputados otros cargos de la UPM por su presunta colaboraci¨®n: el ex n¨²mero dos, ?ngel Hermosilla; la jefa de formaci¨®n, Magda Grau, y la jefa de contabilidad, Cristina L¨®pez.
Mientras se llenaban los bolsillos del empresario, seg¨²n la querella, se vaciaban los de la UPM. Cuando alcanz¨® la presidencia, la patronal gozaba de buena salud financiera y ten¨ªa reservas por 600.000 euros. Cuatro a?os despu¨¦s, estaba en n¨²meros rojos, recoge la querella. Marsal alert¨® a los empleados de que el deterioro econ¨®mico pod¨ªa provocar despidos. Y les pidi¨® que buscaran alternativas. Eso hicieron: bucearon en su gesti¨®n y detectaron irregularidades que fueron confirmadas por una auditor¨ªa externa.
El empresario, que tambi¨¦n es vocal de la junta directiva de la CEOE, se vio forzado a dimitir en julio de 2012 tras admitir que hab¨ªa cobrado por los servicios prestados. ¡°Reconoci¨® que hab¨ªa hecho cosas mal y que se hab¨ªa equivocado¡±, explica un directivo con el que comparti¨® el asalto fallido a Fomento del Trabajo. Desde su llegada, Marsal hab¨ªa defendido una presidencia profesionalizada y de plena dedicaci¨®n. Pero los estatutos de la UPM, que agrupa a 18.500 empresas del sector que ocupan a 250.000 trabajadores, no se hab¨ªan modificado.
Es su tercera ca¨ªda: fue expulsado de su empresa y perdi¨® el pulso en Fomento
La investigaci¨®n judicial, iniciada hace cuatro meses, ha confirmado las sospechas de los trabajadores. Y ha abierto nuevos frentes que amenazan con convertir la tercera ca¨ªda de Marsal en la definitiva. La Guardia Civil ha descubierto que pose¨ªa al menos dos cuentas corrientes en para¨ªsos fiscales. Seg¨²n el auto de prisi¨®n, los agentes han hallado movimientos de hasta un mill¨®n d euros en esas cuentas.
Fuentes cercanas a Marsal, en cambio, certifican que la cantidad es mucho menor: una de las cuentas apenas ten¨ªa fondos y la otra, en Andorra, apenas alcanzaba los 150.000 euros. Seg¨²n esas mismas fuentes, el pasado noviembre Marsal se acogi¨® a la amnist¨ªa fiscal aprobada por Mariano Rajoy para regularizar sus cuentas. Y utiliz¨® el dinero repatriado para pagar una deuda bancaria.
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