Abarrote ¡®contraminero¡¯ en A Quintana

Los contramineros tienen entre cero y 90 a?os, son agricultores, ganaderos, amos de su casa a golpe de ERE, estudiantes que se apuntan al doctorado por no hacerlo en el paro, se?oras y se?ores de toda condici¨®n que no tragan con las promesas de tantas compa?¨ªas for¨¢neas que en los ¨²ltimos tiempos han posado sus ojos en el paisaje gallego. Estas empresas practican una ¡°miner¨ªa salvaje¡± y emplean ¡°tecnolog¨ªa barata¡± en pro de la rentabilidad, seg¨²n denunciaba ayer, antes de la multitudinaria protesta en Santiago, Braulio Amaro, portavoz de ContraMinaAcci¨®n, la plataforma que agrupa a afectados de toda Galicia.

¡°Esta vez s¨ª que es grande¡±, reconoc¨ªa un mando de la polic¨ªa nacional. ¡°Son unos 12.000¡±, a?adi¨® para sorpresa de la prensa, acostumbrada a que en todas las manifestaciones las fuerzas del orden calculen a la baja. Lo cierto es que la marcha med¨ªa bastante m¨¢s de un kil¨®metro, y cuando a¨²n no hab¨ªan llegado todos a la zona vieja, A Quintana ya rebosaba, clamando contra el ¡°nuevo colonialismo¡± que auspicia la Xunta.

En principio, la cita fue convocada como una manifestaci¨®n apartidista, con apoyo de m¨¢s de 50 colectivos ecologistas, culturales y plataformas de afectados de muchos lugares (desde Asturias a Chile, Per¨², M¨¦xico o Argentina), pero algunos grupos, entre ellos uno con representaci¨®n en el Parlamento, el BNG, optaron por sacar a la calle sus banderas. ContraMinaAcci¨®n envi¨® una convocatoria por correo electr¨®nico a infinidad de colectivos explicando que hab¨ªa "total libertad para que cada organizaci¨®n" llevase "la simbolog¨ªa" que quisiese, pero sobre todo recalc¨® que su "deseo" era que tuviesen "especial protagonismo las plataformas de afectados". Siguendo esta segunda indicaci¨®n, representantes del PSOE como Francisco Caama?o y varios parlamentarios de AGE se presentaron sin emblema alguno que los distinguiese entre la marea humana.

Beiras, una vez m¨¢s, llam¨® a ocupar con campamentos los parajes naturales (y muchas veces protegidos) sobre los que se cierne la amenaza tangible de la ¡°megaminer¨ªa contaminante¡± a cielo abierto. Por su parte, Vence coment¨® que el Bloque sospecha que ha empezado ¡°un proceso de compra de voluntades, por parte de las empresas mineras, que afecta al PP¡±.

¡°Nuestro tesoro es verde y cotiza en la bolsa de la vida¡± o ¡°Ars¨¦nico e cianuro para os f¨¦ridos e duros¡± eran dos de los muchos lemas bajo los que caminaba la multitud. Llegaron de A Fonsagrada, de Berganti?os, de la Serra do Gali?eiro y la de A Groba, de Castrelo de Mi?o, de A Terra Ch¨¢, de Santa Comba, de Ordes, de A Limia. Empresas canadienses, noruegas, chinas y tambi¨¦n espa?olas buscan oro, esta?o, plata, wolframio, feldespato, tierras raras, minerales estrat¨¦gicos como el colt¨¢n. ContraMinaAcci¨®n habla de ¡°unas 520 solicitudes¡± para nuevas minas en la comunidad. Las compa?¨ªas, afirman los contramineros, aprovechan la crisis. En Corcoesto se prev¨¦ una balsa de lodos ¡°como todo el casco hist¨®rico de Santiago y 26 metros de altura¡±, advirti¨® el cient¨ªfico Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, presidente de la Sociedade de Historia Natural.¡°Nos est¨¢n proponiendo alegremente trabajo¡±, proclam¨® una afectada de O Gali?eiro: ¡°Trabajo de enterradores, cavando la fosa del futuro de nuestros hijos¡±.