El BNG declara la guerra al PSdeG en Ourense con dur¨ªsimos ataques
Los nacionalistas se suman al PP para reprobar al alcalde socialista
El BNG declar¨® ayer formalmente la guerra al PSdeG en el Ayuntamiento de Ourense. Y los socialistas amagaron con la idea de que podr¨ªa extenderla por otros municipios en los que ambas formaciones cogobiernan. Los tres concejales del BNG (formaci¨®n que hasta que estall¨® la Operaci¨®n Pok¨¦mon, arrasando los cimientos del bipartito, manten¨ªa importantes parcelas de poder en el gobierno local) permitieron con sus votos, acompa?ados de contumaces cr¨ªticas al exsocio, la reprobaci¨®n promovida por el PP de un alcalde aupado en una endeble minor¨ªa, apenas sostenido por su dividido grupo municipal del PSOE.
?¡°?Que no vamos a entrar en el gobierno, que no vamos a entrar!¡±, interrumpieron a gritos en varias ocasiones los ediles nacionalistas la tard¨ªa llamada a la conciliaci¨®n, casi suplicada, de un regidor tan tocado por los acontecimientos que hasta vot¨®, equivocado, a favor de la urgencia de esa moci¨®n que supuso el escarnio de su reprobaci¨®n. Las manos alzadas con las que los 11 concejales socialistas intentaron frenar la reprimenda institucional no pudieron con los 16 votos con los que arroll¨® la mayor¨ªa de la oposici¨®n de PP (11 concejales), BNG (tres) y los dos de Democracia Ourensana (DO) evidenciando la soledad de un regidor, Agust¨ªn Fern¨¢ndez, que en este momento cuenta con la disciplina interna de sus concejales d¨ªscolos y, tambi¨¦n, con un poder en minor¨ªa que el BNG no puede arrebatarle si no se une al PP.
¡°Aqu¨ª hay dos opciones: o el PP presenta una moci¨®n de censura con el respaldo del BNG o la presenta el BNG con el apoyo del PP; todo esto no sirve para nada que no sean titulares, salvo que el grupo socialista se divida", explic¨® la portavoz de DO, Susana G¨®mez Valencia, y suscribi¨® despu¨¦s el alcalde, la ¨²nica salida posible a una situaci¨®n de ¡°ingobernabilidad¡± a la que constantemente se refiri¨® la oposici¨®n. Pero el BNG ya hab¨ªa dicho por activa y por pasiva que jam¨¢s pactar¨¢ con el PP, por lo que anim¨® al PSOE a que lo haga ¨¦l. ¡°No se diferencian en nada¡±, afirm¨® el portavoz nacionalista, Xos¨¦ Somoza, tras acusar al gobierno socialista de ¡°maquiavelismo, enchufismo, nepotismo, despotismo e inmovilismo¡±. ¡°No ped¨ªamos tanto, pero usted no quiso nuestro apoyo¡±, acus¨® Somoza a Fern¨¢ndez, inst¨¢ndole a que no les repitiera m¨¢s la invitaci¨®n a sumarse a su gobierno y acusando a los socialistas de haber dejado que se rompiese el bipartito ¡°por ser m¨¢s chulos que nadie¡±. ¡°Ya no merece m¨¢s oportunidades¡±, zanj¨® el portavoz del BNG tras echar en cara al alcalde que hubiera hurtado a su grupo el borrador de los presupuestos e incumplido sus compromisos.
Las tensas siete horas que dur¨® la sesi¨®n plenaria hicieron a?icos hasta las formas con la escenificaci¨®n de una corporaci¨®n fragmentada en mil pedazos: un todos contra todos que ahoga la posibilidad de un m¨ªnimo concierto Frente a la actitud conciliadora con la que compareci¨® el alcalde, el portavoz socialista, Jos¨¦ ?ngel V¨¢zquez Barquero, asumi¨® un papel m¨¢s bronco para contestar la iniciativa del PP (¡°la primera vez en la democracia espa?ola que un grupo presenta la misma reprobaci¨®n dos veces en menos de un mes¡±) y denigrar el respaldo del BNG a la misma. ¡°Estamos sometidos a un escarnio p¨²blico sin precedentes en el Estado espa?ol. ?Qu¨¦ mas quieren, se?ores del BNG?¡±, protest¨® el socialista para contestarse ¨¦l mismo: "Si quieren sangre me hago una transfusi¨®n, pero cabezas [en alusi¨®n a la exigencia del BNG del cese de un asesor del alcalde y de una exconcejala no electa], ninguna¡±. Barquero lanz¨®, adem¨¢s, una amenaza solapada a los nacionalistas. ¡°No est¨¢n reprobando al alcalde de Ourense, sino al PSdeG¡±, con cuyo apoyo el BNG gobierna en Pontevedra. ¡°Pero en Pontevedra este partido tan reprobable ya no es como el PP, ?verdad?¡±, inquiri¨® el socialista. Y abund¨® a¨²n: ¡°No van a reprobar al PSdeG en Pontevedra¡±.
El portavoz popular, Rosendo Fern¨¢ndez, promotor de la moci¨®n, asom¨® su propuesta de gobernabilidad por entre los restos del bipartito esparcidos por el sal¨®n de sesiones: se postul¨® a unos y a otros y fue rechazado por todos. El alcalde acus¨® al BNG: ¡°Conseguir¨¢n que el PP gobierne 12 a?os por mayor¨ªa absoluta¡±.
Una camiseta con la factura de los gintonics
El BNG se siente abofeteado por su exsocio de gobierno. Lo explic¨® ayer, en alusi¨®n metaf¨®rica, el portavoz nacionalista evidenciando que su grupo se siente ninguneado por el gobierno de Agust¨ªn Fern¨¢ndez, que ¡°min¨® poco a poco la confianza del BNG¡±. Ayer salt¨® por los aires. Lo anunci¨®, primero, la camiseta con la que acudi¨® a la sesi¨®n una de las concejalas nacionalistas, Ximena Gonz¨¢lez: reproduc¨ªa la foto de las facturas de los gintonics y, despu¨¦s, la sistem¨¢tica oposici¨®n del BNG a cada uno de los puntos de tr¨¢mite que se debatieron. ¡°Ustedes no hacen pol¨ªticas de izquierda¡±, reprocharon en varias ocasiones los nacionalistas al PSOE.
El sonoro divorcio de los exsocios qued¨® patente en la moci¨®n presentada por el BNG contra el nombramiento por decreto de alcald¨ªa como coordinadora del grupo socialista de la exconcejala no electa (la secretaria del PSOE local, Carmen Rodr¨ªguez Dacosta). Lo tildaron de ilegal. Dijeron que Dacosta se hab¨ªa ¡°mojado mucho defendiendo los intereses del grupo¡± en la ejecutiva del PSOE y que el alcalde les reconoci¨® que ¡°quer¨ªa hacerle un cari?o¡±. Y desataron los truenos.
El portavoz socialista, V¨¢zquez Barquero, arremeti¨® afirmando que el propio Xos¨¦ Somoza hab¨ªa sido nombrado director general por el BNG (antes de ocupar esca?o de concejal) por el mismo sistema del decreto de alcald¨ªa, como otros nacionalistas, y se pregunt¨® por qu¨¦ en el caso de la socialista es ilegal. ¡°?Es una cuesti¨®n de RH?¡±, pregunt¨® ret¨®ricamente tras emplearse para desmontar la moci¨®n de sus exsocios. El alcalde, en el mismo tono de zozobra con el que presidi¨® la sesi¨®n, afe¨® a los nacionalistas que hubieran desvelado el contenido ¡°sagrado¡± de una conversaci¨®n privada. Cuando lleg¨® la moci¨®n del PP para reprobar al alcalde, el enfrentamiento entre los antiguos socios del bipartito ya era un clamor.
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