S¨¦ lo que hicisteis aquel verano
El actual diputado socialista en el Congreso detalla en esta tribuna las decisiones principales que pretend¨ªa acometer como presidente de la Comunidad de Madrid y el 'tamayazo' trunc¨®
Este d¨ªa 10 de junio de 2013 se cumplen 10 a?os desde aquel lamentable episodio conocido como el tamayazo, que ha pasado a la reciente historia de Espa?a como el golpe m¨¢s importante ejercido sobre nuestra democracia desde el 23-F, con la salvedad de que este ¨²ltimo no triunf¨®, afortunadamente, y aqu¨¦l s¨ª lo hizo. Resulta inevitable rememorar las claves de aquella jornada y, sobre todo, reflexionar en torno a sus consecuencias.
Respecto al origen y el desarrollo de la trama hay poco que a?adir a lo que ya ha sentenciado la sociedad espa?ola como convicci¨®n generalizada. Aquello fue exactamente lo que parece. Una banda de malhechores formada por dirigentes del Partido Popular y detentadores de importantes intereses econ¨®micos en la Comunidad de Madrid, con el imprescindible concurso de dos diputados traidores del PSOE, confabularon y actuaron para robar el Gobierno regional que los ciudadanos madrile?os hab¨ªan votado en unas elecciones libres y democr¨¢ticas.
?Cu¨¢ndo? Desde la misma noche en que se conocieron los resultados electorales, como lo prueban las llamadas telef¨®nicas entre Tamayo y sus c¨®mplices en el PP. ?C¨®mo? Mediante la compra de la voluntad de dos diputados electos. ?Por qu¨¦? Para defender intereses espurios de algunos especuladores del suelo, algunos privatizadores de servicios p¨²blicos y ciertos pr¨®ceres de la caja de ahorros regional, que vieron en el Gobierno que llegaba una grave amenaza. ?Qui¨¦nes? Varios de ellos aparecieron perfectamente retratados en aquellos d¨ªas: adem¨¢s de Tamayo y S¨¢ez, los Romero de Tejada (del PP), los Bravo y V¨¢zquez (del PP), los Verdes (del PP), los Ramos (del PP)¡ ?Alguno m¨¢s a¨²n camuflado? Claro que s¨ª, solo hay que seguir el quid prodest, ?a qui¨¦n benefici¨® el golpe?
?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si aquel Gobierno elegido hubiera llevado a la pr¨¢ctica su programa?
Ahora bien, a estas alturas de la historia quiz¨¢s lo m¨¢s relevante sea responder a otra pregunta: ?qu¨¦ hubiera sido de Madrid si aquel Gobierno decente que hab¨ªan votado los ciudadanos hubiera llevado a la pr¨¢ctica su programa? ?Hasta qu¨¦ punto habr¨ªa experimentado Madrid una evoluci¨®n diferente en estos diez a?os? ?C¨®mo vivir¨ªan hoy los madrile?os? Aqu¨ª avanzo un juicio de valor que todos los lectores entender¨¢n: no me importan las repercusiones del tamayazo sobre mi carrera pol¨ªtica, y me importa el esclarecimiento definitivo de la verdad ante la opini¨®n p¨²blica y la Justicia, pero me importa mucho m¨¢s, y me duele mucho m¨¢s, tener la convicci¨®n absoluta de que con ese Gobierno decente hoy la sociedad madrile?a disfrutar¨ªa de unas mejores condiciones de desarrollo, progreso y bienestar. Lo que de verdad me atormenta algunas noches es pensar en esos madrile?os parados, empobrecidos, apartados, excluidos o silenciados que hubieran necesitado la ayuda del Gobierno que yo deb¨ªa presidir por decisi¨®n de la mayor¨ªa.
Algunos a¨²n me preguntan: pero ?qu¨¦ peligro ten¨ªa a aquel Gobierno? Ninguno para la mayor¨ªa, desde luego, pero mucho para unos pocos poderosos. Solo hay que releer con los ojos y la experiencia de 2013 lo que algunos leyeron en el programa electoral del PSOE en 2003. El ¡°Plan Regional de Estrategia Territorial¡± iba a frustrar buena parte de los desarrollos especulativos sobre el suelo comprometidos por el PP, y que despu¨¦s generaron plusval¨ªas multimillonarias para sus promotores, algunos de ellos protagonistas y paganos del tamayazo. Prometimos transparencia en las decisiones urban¨ªsticas, que es el ant¨ªdoto de la corrupci¨®n generalizada que entonces reinaba sobre la gesti¨®n del suelo madrile?o. Hablamos de reservar suelo para vivienda barata, para los espacios verdes, para la industria y el empleo, para los servicios a la ciudadan¨ªa¡ ?bamos a reventar el negocio m¨¢s sucio del siglo, y no lo permitieron. ?Cu¨¢ntos parados nos hubi¨¦ramos evitado atajando a tiempo el monocultivo del ladrillo, y apostando por la industria y la innovaci¨®n como modelo alternativo de desarrollo? ?Cu¨¢ntas familias hubi¨¦ramos salvado del desahucio y la exclusi¨®n social?
El programa sanitario que gan¨® aquellas elecciones descartaba claramente la privatizaci¨®n de servicios p¨²blicos, y promov¨ªa la atenci¨®n primaria, los nuevos centros de alta resoluci¨®n, el atajo de las listas de espera¡ Yo mismo recib¨ª en aquella ¨¦poca a los due?os de las poderosas empresas privadas que hoy gestionan algunos hospitales de Madrid en clave de negocio, y les dije claramente que mi Gobierno no les permitir¨ªa poner las manos sobre un solo hospital o un solo centro de salud. Tomaron buena nota, desde luego. ?Cu¨¢nto hubieran perdido ellos? ?Y cu¨¢nto han perdido los madrile?os con el despido de miles de sanitarios p¨²blicos, la rebaja de la calidad asistencial y la multiplicaci¨®n de las listas de espera?
Un cap¨ªtulo de aquel programa electoral de 2003, con m¨¢s de 300 p¨¢ginas cuidadosamente elaboradas por cierto, despert¨® especiales reservas en algunos de los cen¨¢culos m¨¢s exclusivos de la capital. Se titulaba El papel de Caja Madrid. Su contenido era irreprochable, pero aquellos comensales con grandes puros entendieron perfectamente el mensaje. Con un Gobierno decente, la caja regional se pondr¨ªa al servicio del inter¨¦s general, y dejar¨ªa de ser el chiringuito donde el compa?ero de pupitre de Aznar, el hoy presidiario Blesa, junto a Romero de Tejada, D¨ªaz Ferr¨¢n y otros secuaces se repart¨ªan cr¨¦ditos insolventes y alimentaban el monstruo criminal del ladrillismo madrile?o. Yo lo dije por aquel tiempo abiertamente: ¡°Cambiaremos a Blesa en cuanto podamos¡±. Entonces se me critic¨® por arrogante, hoy se me critica por imprudente. Yo tengo la conciencia tranquila: dije lo que pensaba hacer. Y ellos lo entendieron perfectamente. ?Hasta qu¨¦ punto hubi¨¦ramos evitado el agujero de Bankia y el rescate desastroso para la vida de millones de espa?oles?
?C¨®mo hubi¨¦ramos mejorado la calidad y la equidad de la educaci¨®n espa?ola? ?Cu¨¢ntos madrile?os se hubieran beneficiado de unas tasas y unas becas orientadas a mejorar el acceso a la universidad? ?Qu¨¦ hubiera sido de la vida de muchos j¨®venes con vivienda accesible y transporte p¨²blico gratis? ?Cu¨¢ntos mayores hubieran disfrutado de la paga n¨²mero 15 y sin copagos farmac¨¦uticos? ?Cu¨¢ntos creadores y artistas hubieran sobrevivido con una pol¨ªtica cultural que apostaba por mejorar el teatro, el cine, el libro y las artes en lugar de aplastarlos? ?En qu¨¦ medida la Asamblea de Madrid ser¨ªa hoy un parlamento respetable y ¨²til para los ciudadanos si no se hubiera gobernado desde el autoritarismo y el sectarismo?
Todas estas son las preguntas que de verdad importan. Las que a veces me quitan el sue?o. ?Cu¨¢ndo acabar¨¢n en la c¨¢rcel los culpables? Tarde o temprano. Estas tramas acaban estallando siempre desde dentro. Ocurri¨® con G¨¹rtel, con Naseiro, con Filesa¡ y ocurrir¨¢ con el tamayazo. Estuvo a punto hace unos meses con aquel paseo infame de Tamayo por la Puerta del Sol. ?Qu¨¦ pido diez a?os despu¨¦s? Solo una cosa. Pido a los madrile?os que recuperen la esperanza de un Gobierno decente para Madrid. Los socialistas madrile?os seguimos trabajando para ello.
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