Cumplea?os ?feliz?
Se pone en marcha la maquinaria de despidos al mismo tiempo que los responsables del 'Cor de la Generalitat' celebran el 25 aniversario
El Cor de la Generalitat, ¨²nico coro profesional con que cuenta Valencia, cumple ahora el 25 aniversario de su primera actuaci¨®n. Dio el viernes un concierto para celebrarlo, celebraci¨®n que se hizo coincidir con la del bicentenario del nacimiento de Verdi y de Wagner. De un tiro no dos, sino tres p¨¢jaros: corren tiempos de penuria.
La consejera de Cultura, M? Jos¨¦ Catal¨¢, public¨® en el programa de mano un efusivo texto felicitando a la agrupaci¨®n. Recordaba aquel diciembre de 1987 cuando tambi¨¦n se encontr¨® el Cor con el tenor Gregory Kunde, entonces en Don Pasquale y ahora en Otello. No cabe extra?arse del gesto. Ni de que asistieran al concierto numerosas personalidades de su consejer¨ªa. P¨²blico, orquesta y pol¨ªticos, animados por Zubin Mehta, entonaron el ¡°cumplea?os feliz¡± dedicado al coro. Y tambi¨¦n a su director titular, Francesc Perales.
Todo lo anterior hubiera sido previsible y hasta estupendo si esta semana la prensa no hubiera publicado que el ERE tantas veces anunciado para los institutos dependientes de Cultura va a comenzar ya con los de m¨²sica, teatro y cine. De los 300 empleados en dichas entidades, 62 pertenecen al Cor de la Generalitat. Todav¨ªa no se ha hecho p¨²blico a cu¨¢nta gente afectar¨¢ en cada sitio, pero hoy se sabe ya hasta el nombre del despacho de abogados que se ocupar¨¢ de reducir la plantilla. Y aunque se rumorea que el Cor no resultar¨¢ demasiado afectado, parece una broma algo macabra poner en marcha la maquinaria de despidos al mismo tiempo que los responsables cantan el ¡°cumplea?os feliz¡±.
En cualquier caso, merecidos fueron los aplausos que recibi¨® la agrupaci¨®n y su director titular, Francesc Perales. Es este un trabajador incansable que siempre huye de las c¨¢maras (?por fin alguien que no busca salir en la foto!) pero que tiene mucho que ver con la enorme versatilidad lograda por el coro.
Zubin Mehta ocup¨® el podio, y dio un concierto con fragmentos muy conocidos de Verdi y de Wagner, interpretados esta vez con un estilo que hac¨ªa pensar en la b¨²squeda del aplauso f¨¢cil. ?Ser¨¢ que en los cumplea?os no caben las sutilezas a que nos tiene acostumbrados? L¨¢stima, porque el mismo coro, la misma orquesta y el mismo director, escuchados hace una semana en el Otello de Verdi, dieron, como casi siempre, una talla may¨²scula y elegante.
El s¨¢bado, por el contrario, se jug¨® a ese enfoque que Shostak¨®vich llamaba ¡°mezzofortista¡±. El auditorio superior del Palau de les Arts, cuya ac¨²stica es bastante infame, reduplic¨® los problemas. Zubin Mehta quien, por suerte, es casi de la casa, tampoco lo tuvo en cuenta y debi¨® pensar que, para tal coyuntura, lo m¨¢s propio era poner el velero a todo trapo.
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