Viol¨ªn, trompa y piano
Un cuadro fuera de lo com¨²n, en el que todos los m¨²sicos eran mujeres, rinde honores a Bach, Schumann, Brahms y Ligeti
No es nada frecuente la combinaci¨®n viol¨ªn-trompa-piano. Brahms fue un pionero con su Tr¨ªo en Mi bemol mayor para estos instrumentos y Ligeti, un siglo despu¨¦s, plante¨® como un homenaje a Brahms su tr¨ªo para la misma formaci¨®n. Vaya pues por delante el reconocimiento a la originalidad de agrupar en la misma velada dos obras tan singulares. M¨¢s todav¨ªa al comprobar la enorme calidad de las mismas y el buen nivel interpretativo del que gozaron. Pero la originalidad en el concierto de cierre del XXI Liceo de c¨¢mara no se acaba con el contraste dial¨¦ctico entre los dos tr¨ªos. Para calentar motores, antes del tr¨ªo de Brahms, se interpret¨® un arreglo para viol¨ªn y piano de Schumann a partir de la sonata BWV 1003 para viol¨ªn solo de Bach y, ya en la segunda parte, para ambientar el tr¨ªo de Ligeti, se opt¨® por una versi¨®n pianistica de Brahms para la mano izquierda de la Ciaccona de la BWV 1004 de Bach. Si a esto a?adimos que todos los m¨²sicos eran mujeres completamos un cuadro fuera de lo com¨²n.
Interpretativamente, la segunda parte fue bastante superior a la primera, fundamentalmente porque el aperitivo Bach/ Schumann funcion¨®, siendo generosos, a medio gas. No pas¨® lo mismo con la ciaccona Bach/Brahms que goz¨®, gracias a la pianista Silke Avenhaus, de una lectura espl¨¦ndida. Los platos fuertes eran, en cualquier caso, los tr¨ªos y ambos estuvieron a un magn¨ªfico nivel. Especialmente el de Ligeti, una obra maestra de continuidad en la mejor tradici¨®n y de apertura a las m¨²sicas ¨¦tnicas m¨¢s avanzadas. Con un swing b¨¢rbaro en el segundo movimiento y con una melancol¨ªa infinita en el emocionante lamento final. Una maravilla para culminar un ciclo diferente a cualquier otro.
XXI LICEO DE C?MARA. Obras de Bach, Schumann, Brahms y Ligeti. Con Antje Weithaas, Marie-Luise Neunecker y Silke Avenhaus. Auditorio, 11 de junio.
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