Un Cristo a la medida

?C¨®mo impone este Cristo de Sant Climent de Ta¨¹ll de escala sobrehumana en la distancia corta! Acostumbrados a verlo a nivel del suelo o reproducido en im¨¢genes, tenerlo frente a frente deja, un poco, sin aliento, y no es por haber subido por el andamio de acero que se ha instalado en el interior del ¨¢bside desde hace una semana y que est¨¢ previsto retirar el pr¨®ximo martes.

Hac¨ªa 18 a?os que no se pod¨ªa ver tan cerca esta pintura, obra cumbre de la pintura mural rom¨¢nica que conserva el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC). ¡°Fue en 1995 cuando se trasladaron los ¨¢bsides tras las obras de reforma dirigidas por Gae Aulenti, pero entonces no pudimos centrarnos en las pinturas¡±, asegura Mireia Mestre, jefa del ¨¢rea de Restauraci¨®n y Conservaci¨®n del MNAC subida encima del andamio, junto a otras cuatro restauradoras, todas mujeres, que pasan toda la jornada cerca de estas im¨¢genes. Sigue de cerca los trabajos, c¨¢mara fotogr¨¢fica en mano, Jordi Camps, conservador jefe de Arte Medieval del museo.

Tras realizar fotograf¨ªas ultravioletas y reflectografi¨¢s de infrarrojos para ver los diferentes cortes y tomar muestras de los pigmentos, para poder conocer con mayor precisi¨®n los materiales y el proceso de creaci¨®n de las pinturas del siglo XII, se est¨¢n realizando un calco, con papel de acetato, de toda la pintura.

Un trabajo realmente complejo ¡ªes una superficie curva¡ª y, sobre todo, minucioso que requiere grandes dotes de paciencia y buena mano. Virtudes que parecen tener todas ellas. Adem¨¢s, seg¨²n Paz Marqu¨¨s, una de ellas ¡°aqu¨ª se trabaja con muy buenas vibraciones¡±.

Ya han calcado la parte interior y ahora est¨¢n centradas en la superior, donde est¨¢ la imagen central de Cristo. Han tenido suerte. Cuando las pinturas fueron fijadas al nuevo soporte, tras ser arrancadas de los muros de la iglesia de Sant Climent a comienzos del siglo XX, las uniones de los diferentes fragmentos se clavaron para asegurarse. Ahora, las cabezas de estas puntas de hierro sirven para colocar imanes que aguantan y fijan el acetato y as¨ª pueden pintar encima del papel transparente.

Desde 1995 no se hab¨ªa podido estar ver tan cerca de las pinturas del siglo XII

Mestre, asegura, despu¨¦s de tantos d¨ªas cerca de la obra, que el pintor de Sant Climent era realmente un maestro excelente, que dominaba la t¨¦cnica y trabajaba con mucha seguridad y que en la obra se ve ¡°a nivel de planificaci¨®n una sola mano, independientemente de que el relleno de los colores los hicieran varias personas¡±. Tambi¨¦n ha podido comprobar que ¡°no hay repintes¡± m¨¢s all¨¢ de los que se hicieron para adaptar la pintura a la nueva superficie cuando la obra lleg¨® a Barcelona. Adem¨¢s de constatar el excelente estado de conservaci¨®n a pesar de que las pinturas jam¨¢s han sido restauradas, se han localizado restos de hoja met¨¢lica en los rayos que salen de la cabeza que ¡°pueden ser de plata o esta?o pero que resaltar¨ªan la divinidad de la figura¡±.

All¨ª arriba, se ven perfectamente las l¨ªneas de uni¨®n entre las partes ¡ªalgunas de m¨¢s de un cent¨ªmetro de grosor¡ª y c¨®mo se intentaron disimular. Tambi¨¦n se aprecia como ¡°el maestro de Ta¨¹ll¡± pint¨® las l¨ªneas curvas a mano alzada y que no son tan precisas como cuando las ves a unos metros de distancia. Se le perdona.

La copia que est¨¢ realizando tiene una utilidad pr¨¢ctica. Servir¨¢ para fijar la copia virtual que el Departamento de Cultura de la Generalitat ¡ªdentro del programa Rom¨¤nic Obert de La Caixa que aporta los 400.000 euros¡ª est¨¢ preparando y que se proyectar¨¢ sobre los muros desnudos de la iglesia. La proyecci¨®n, una especie de mapping que est¨¢ prevista inaugurar para el mes de julio, permitir¨¢ ver, por primera vez en muchos a?os todas las pinturas juntas: las que se exponen en el MNAC y las que permanecen in situ en los muros de la iglesia.