Las pensiones y su reforma
La reforma del sistema de pensiones es una de esas tareas dif¨ªciles de abordar. El n¨²mero de gente que se ve implicada por las decisiones adoptadas es muy alto; las pensiones constituyen el ¨²nico ingreso para un porcentaje muy alto de los jubilados y la prestaci¨®n por jubilaci¨®n forma parte de un contrato intergeneracional que a la mayor¨ªa nos parece algo natural, necesario y generador de confianza y bienestar en las sociedades avanzadas. En el presente, en medio de una crisis que obliga a algunos pensionistas a mantener tambi¨¦n a sus hijos, cualquier cambio genera suspicacias y mucha preocupaci¨®n, lo que no es precisamente algo conveniente en estos momentos.
En el caso de la econom¨ªa espa?ola hay nueve millones de pensionistas y las previsiones indican que para 2052 el n¨²mero total de los jubilados con pensi¨®n alcanzar¨¢ los 15 millones. La cifra de los nueve millones de pensionistas impacta sobre todo si la comparamos con el total de personas trabajando, 17 millones de ocupados (EPA 2012), cantidad que puede estar algo subestimada. El envejecimiento de la poblaci¨®n en Espa?a es un hecho y, para muchos, un proceso imparable. Est¨¢ por ver si esta previsi¨®n se cumple.
Preocupado por el asunto y presionado por Europa el Gobierno encarg¨® a un comit¨¦ de expertos el desarrollo de un factor de sostenibilidad entendido como una ¡°f¨®rmula que garantice que el sistema se mantenga a s¨ª mismo ¡ªlos ingresos sean capaces de hacer frente a los gastos en pensiones sin necesidad de recurrir ni al fondo de reserva, ni a inyecciones de liquidez provenientes de otras fuentes de ingresos p¨²blicos¡ª y que el sistema siga siendo un sistema de reparto con prestaci¨®n definida¡±.
Crear otro foco de incertidumbre para el consumo puede ser peligroso
Ese fue el encargo y lo que el informe dise?a est¨¢ basado en el sistema de pensiones actualmente vigente que resulta ser sensible a la tasa de dependencia (el n¨²mero de personas que cobran pensi¨®n por cada persona ocupada). La definici¨®n de sostenibilidad es, adem¨¢s, muy espec¨ªfica por lo que el espacio disponible para encuadrar las propuestas est¨¢ limitado.
El informe no ahonda, por ejemplo, en pol¨ªticas de natalidad, ni en pol¨ªticas activas de empleo, aunque el nivel de ocupaci¨®n y el envejecimiento poblacional son variables que dependen, en mayor o menor medida, de estas pol¨ªticas.
El factor de sostenibilidad que se propone depende del factor de equidad intergeneracional (FEI) y del de revalorizaci¨®n anual (FRA). El primero sirve para que la esperanza de vida de la persona jubilada se incluya en el c¨¢lculo de la pensi¨®n inicial. El segundo se ocupa de la evoluci¨®n de las pensiones y para ello se propone tener en cuenta, a la hora de revalorizarlas, variables como los ingresos disponibles o el n¨²mero de pensiones entre otras. El ¨ªndice de precios al consumo (IPC) deja as¨ª de tener el papel central que ha desempe?ado en el pasado.
Los expertos abogan tambi¨¦n por la transparencia que permitir¨ªa prever con conocimiento de causa el futuro de las pensiones algo imprescindible para las generaciones j¨®venes. La transparencia, junto con la propuesta de incluir un ¡°factor suelo¡± (las pensiones de los ya jubilados no pueden disminuir) pueden ayudar a aceptar algunas de las reformas. El suelo trata de evitar que los ya jubilados se vean perjudicados por no disponer de un margen de maniobra para reaccionar ante las nuevas medidas.
Conocidas las propuestas, nos queda por ver el necesario consenso que se alcance en torno a estas cuestiones tan delicadas. El sistema de pensiones es una de esas ¡°construcciones sociales¡± que hay que mimar garantizando su mejor funcionamiento, su sostenibilidad y el logro de una equidad intergeneracional que hay que definir con precisi¨®n y finura. Sin olvidar que no solo el qu¨¦ se decida, tambi¨¦n el cu¨¢ndo se ponga en marcha la reforma es importante.
Y aqu¨ª conecto con el principio de este art¨ªculo. No estoy segura de que el momento propicio para reformar el sistema de pensiones sea ¡°ahora¡±. Nuestra demanda agregada est¨¢ totalmente deprimida y uno de sus componentes, el consumo, tanto privado como p¨²blico, se sit¨²a muy por debajo del necesario para estimular la recuperaci¨®n de la actividad.
Crear otro foco de incertidumbre para una parte importante de los consumidores puede ser peligroso. La sostenibilidad del sistema puede ser ineludible, pero es m¨¢s que dudoso que la reforma se tenga que implementar con mucha rapidez. Las reformas estructurales pueden servir para inyectar confianza en el sistema, pero para conseguirlo tambi¨¦n hay que saber valorar cu¨¢l es el momento id¨®neo de poner dichas reformas en pr¨¢ctica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.