Ya tenemos AVE
Entre pol¨ªticos y empresarios, la llegada de este tren ha desatado una euforia excesiva.
Para hoy, lunes, est¨¢ prevista la inauguraci¨®n oficial de la l¨ªnea del AVE que unir¨¢ Alicante con Madrid. En el momento de escribir esta cr¨®nica, los obreros dan los ¨²ltimos retoques a la estaci¨®n provisional. A partir de ma?ana, comenzar¨¢n a funcionar los primeros trenes que har¨¢n el recorrido entre ambas ciudades. El tiempo previsto, unas dos horas y media, queda bastante alejado de la hora y 45 minutos que promet¨ªan los pol¨ªticos al inicio del proyecto. Pero los pol¨ªticos ¡ªcomo sabe el lector¡ª son personas dadas a la exageraci¨®n. En cualquier caso, Fomento ha asegurado que, dentro de unos meses, con todo ya ajustado, el viaje se realizar¨¢ en dos horas, lo que es un tiempo razonable. Unos pocos minutos, m¨¢s o menos, para un trayecto de 400 kil¨®metros no debieran tener importancia.
La noticia de la llegada del AVE ha llenado de satisfacci¨®n a los alicantinos, como era de suponer. Quienes m¨¢s se han alegrado han sido, naturalmente, los restauradores y los hoteleros que esperan aumentar su negocio con la llegada de nuevos visitantes. Pero la satisfacci¨®n, como digo, ha sido general. El alicantino ha sentido que su ciudad ascend¨ªa de categor¨ªa al instalarse en el club de la alta velocidad, por el que tanto tiempo ven¨ªa suspirando. En un momento de crisis y des¨¢nimo como el actual, el hecho tiene una indudable importancia.
Pero el AVE no es s¨®lo un asunto de Alicante, como a veces puede dar la impresi¨®n, sino que afecta a una parte considerable de la provincia. Torrevieja, Benidorm, Santa Pola, son, en buena medida, las playas de Madrid, por lo que se presume que el tr¨¢fico de viajeros ser¨¢ constante. En estas circunstancias, no acaba de entenderse que los enlaces entre el AVE y estas poblaciones no est¨¦n todav¨ªa resueltos. Ayer mismo, la prensa publicaba un acuerdo de ¨²ltima hora por el que los viajeros del AVE podr¨¢n utilizar el Tram para llegar a San Juan o Benidorm. ?C¨®mo har¨¢ el resto para llegar a su destino? Ya se ver¨¢. En todo caso, doce a?os no han sido suficientes para que nuestros gobernantes den una soluci¨®n al problema, de modo que ahora deber¨¢n improvisar deprisa y corriendo. La impresi¨®n, en este asunto, es que cada uno ha ido por su lado y, como sucede desde hace a?os, nadie se ha preocupado de abordar los problemas colectivos.
Entre los pol¨ªticos y los empresarios, la llegada del AVE ha desatado una euforia que, vista con alguna distancia, parece excesiva. En los pol¨ªticos, la cosa es comprensible, pero en los empresarios resulta m¨¢s dif¨ªcil de explicar. Enrique Garrig¨®s, el presidente de la C¨¢mara de Comercio de Alicante, ha dicho ¡ªnada menos¡ª que el tren es una ¡°herramienta fundamental para la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±. ?No ser¨¢ mucha responsabilidad para el AVE? Frente a esta postura mayoritaria, la excepci¨®n la representa el hotelero Antoni Mayor. El presidente de Hosbec es un hombre que siempre ha dado muestras de sentido com¨²n, que ahora mantiene ante la llegada del tren. Mayor afirma que el AVE es, sin duda alguna, una inversi¨®n importante y un complemento para el turismo, pero que la mayor¨ªa de los turistas nacionales que llegan a Benidorm utilizar¨¢n el autom¨®vil por una cuesti¨®n de econom¨ªa. Es un punto de vista razonable.
La actuaci¨®n del Consell en este asunto ha sido la esperada: ha aprovechado la ocasi¨®n para hacerse propaganda. Isabel Bonig y M¨¢ximo Buch vinieron a Alicante para presentar un informe que ha reproducido toda la prensa. No es para menos. Si alguien asegura que la llegada del AVE supondr¨¢ un beneficio de 70 millones de euros para la provincia, que aumentar¨¢ en un 40% el n¨²mero de pasajeros y que se crear¨¢n 735 nuevos empleos al a?o, inmediatamente se gana la atenci¨®n p¨²blica. ?Tendr¨¢n raz¨®n los especialistas que han llegado a estas extraordinarias conclusiones, o bien se equivocar¨¢n como ha sucedido otras veces? En todo caso, en una provincia que ha conocido Terra M¨ªtica y la Ciudad de la luz, lo mejor que podemos hacer con estos magn¨ªficos informes es archivarlos para desempolvarlos un par de a?os despu¨¦s, y ver en qu¨¦ ha quedado la cosa. Prudencia obliga.
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