Vila confirma su acercamiento a Madrid tras arrancar 165 millones para Renfe

Santi Vila se convirti¨® en el primer consejero, incluso antes de que lo pidiera Artur Mas, en tender puentes con el Gobierno de Mariano Rajoy para llegar a acuerdos. Y poco a poco, su pol¨ªtica de entendimiento con la ministra de Fomento, Ana Pastor, est¨¢ dando sus frutos. Arranc¨® primero un acuerdo para sacar a los grandes camiones de la N-II en Girona y ayer firm¨® una paz con Renfe que no solo se resist¨ªa desde hace dos a?os, sino que se hab¨ªa convertido en una fuente incesante de tensiones. El consejero de Territorio es casi s¨ªmbolo del nuevo paradigma del Gobierno catal¨¢n: b¨²squeda de di¨¢logo pese al discurso de m¨¢ximos propuesto por la Generalitat.

Lo que se firm¨® ayer lo llevaba persiguiendo Renfe desde hace m¨¢s de un a?o y hab¨ªa sido imposible de desbloquear en tiempos de Llu¨ªs Recoder como consejero. No es m¨¢s que el contrato de servicios que permitir¨¢ financiar con normalidad las redes de Rodalies y Regionales entre 2013 y 2015, operadas por la compa?¨ªa p¨²blica estatal pero con la titularidad cedida a la Generalitat. Vila, a cambio, apenas arranca una inversi¨®n de 165 millones de euros para mejorar la red ¡ªde los 4.000 millones del Plan Rodalies que est¨¢ todav¨ªa vigente¡ª pero cree haber puesto los mimbres para que el Ministerio de Fomento se ponga manos a la obra para desencallar proyectos pendientes.

El nuevo contrato est¨¢ dotado con 160 millones de euros y prev¨¦ que el Ministerio de Hacienda asuma el d¨¦ficit de explotaci¨®n de Renfe, que es superior a los 100 millones de euros

Uno de ellos es el de construir al fin la conexi¨®n ferroviaria con la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat, redise?ado por Territorio y para la que Pastor anunci¨® la creaci¨®n de un grupo de trabajo. Adem¨¢s de otros proyectos que la Generalitat reclamaba para firmar el pacto firmado ayer y que han desaparecido de las condiciones.

Pero lo ¨²nico que tiene asegurado de momento la Generalitat es que Renfe crear¨¢ a partir del pr¨®ximo a?os los servicios de Rodalies de Tarragona, Lleida y Girona, adem¨¢s de otras posibles mejoras en un servicio que apenas puede asumir mayor carga de trabajo porque la infraestructura da para poco m¨¢s.

De ah¨ª, quiz¨¢s, que el Departamento de Territorio se haya contentado con incluir en el listado de contraprestaciones otro tipo de condiciones. El m¨¢s goloso para la parroquia nacionalista y para los sufridos usuarios de los servicios de corta y media distancia en Catalu?a: la posibilidad de que la Generalitat pueda revocar el contrato de servicio y Renfe se quede sin operar esos trenes. Es su totalidad o en algunas l¨ªneas. Es una cl¨¢usula que ya constaba en las reclamaciones de la Generalitat de hace m¨¢s de un a?o pero que tiene escasas posibilidades de avanzar. La compa?¨ªa deber¨ªa incurrir en fuertes negligencias que parecen m¨¢s hipot¨¦ticas que reales.

Lo que s¨ª ganar¨¢ la Generalitat con el nuevo contrato son m¨¢s instrumentos de control sobre la gesti¨®n y la opci¨®n de imponer penalizaciones en el caso de incumplimientos contractuales. Uno de ellos se basa en la mejora de los indicadores de calidad del servicio. La puntualidad y regularidad del servicio tendr¨¢ que ser en 2015, por ejemplo, del 97%, frente al 93,8% registrado en 2011. En el caso de Regionales, el salto deber¨¢ ser mayor y pasar del 73% al 90%. Tambi¨¦n incidir¨¢n en esas evaluaciones las notas que den los usuarios en materia de calidad, comodidad y atenci¨®n al cliente. Si Renfe no cumple con los indicadores de calidad acordados, la aportaci¨®n econ¨®mica de la Generalitat al servicio podr¨¢ reducir en hasta tres millones de euros al a?o. Por su parte, el Estado se compromete a compensar con una cantidad anual para financiar el coste del servicio que no se cubre con el pago de los billetes. Esa cifra oscila entre los 106,2 millones de euros del a?o pasado a los 119,9 millones de 2015.