El Estado sostiene que Rodr¨ªguez de Castro sustrajo 800.000 euros

El exdelegado de la Zona Franca de C¨¢diz, Manuel Rodr¨ªguez de Castro, sostiene que es un hombre en paro, arruinado y que ha tenido que volver a casa de sus padres ante su falta de liquidez. Pero ese retrato de hombre perjudicado por las denuncias que pesan sobre ¨¦l no concuerdan con la informaci¨®n facilitada este jueves por el abogado del Estado Jos¨¦ Aurelio Ruiz. Seg¨²n su versi¨®n, entre 2002 y 2003, Rodr¨ªguez de Castro recibi¨® en cuentas personales o de empresas a su nombre m¨¢s de 800.000 euros que, seg¨²n sus sospechas, proceden de los fondos p¨²blicos concedidos al portal de comercio electr¨®nico Rilco. El juicio por esta causa quedar¨¢ este viernes visto para sentencia.

Los datos aportados por Ruiz fueron la principal novedad de la pen¨²ltima sesi¨®n del juicio en el que se investiga la presunta malversaci¨®n cometida en la Zona Franca de C¨¢diz por los dos exdelegados del PP para desviar dinero p¨²blico mediante la adjudicaci¨®n a una empresa de Miami, Miami Free Zone, el contrato millonario de creaci¨®n de Rilco, un portal de comercio electr¨®nico con Am¨¦rica. El abogado del Estado, que representa los intereses de la Zona Franca, se?ala que cuando Rodr¨ªguez de Castro ya estaba fuera del Consorcio, tras dimitir en 2001 en medio de numerosos esc¨¢ndalos, recibi¨® a cuentas a su nombre o de empresas en las que era administrador ¨²nico varias partidas. Proced¨ªan de varias sociedades de Panam¨¢. Una de ellas, Duater Corporation, fue una de las que subcontrat¨® Miami Free Zone para desarrollar un portal en blanco de comercio electr¨®nico.

El juicio por el desfalco de la empresa Rilco acaba el viernes

Seg¨²n sus datos, los ingresos arrancaron en 2002 con diferentes partidas de 174.000, 219.000, 210.000 y 230.000 euros. Las ¨²ltimas, en 2003. Es decir, 833.000 euros. Al menos una de esas partidas fueron a parar a la compa?¨ªa Iberian Reits, cuyo administrador era Rodr¨ªguez de Castro, seg¨²n un informe de la Agencia Tributaria. ¡°Duater ten¨ªa como administradores a la mismas personas que manejaban hasta mil denominaciones sociales. Se dedicaban a emitir facturas y poco m¨¢s¡±. El abogado del Estado cree que este pudo ser uno de los destinos de la millonaria inversi¨®n dedicada a Rilco, ya que Miami Free Zone, seg¨²n se ha demostrado en el juicio, apenas realiz¨® actividad alguna con este portal, ya que sus principales funciones fueron despu¨¦s desarrolladas por la empresa Telvent.

En sus conclusiones finales, la triple acusaci¨®n que ejercen Fiscal¨ªa, Abogac¨ªa del Estado y PSOE ya no abordan si Rilco funcion¨® o no, como s¨ª sosten¨ªan al inicio del junio, sino que insisten en la irregularidad que supuso adjudicar un servicio a una empresa, Miami Free Zone, sin experiencia tecnol¨®gica o aduanera. Es la queja del abogado de Miguel Osuna, Felipe Mel¨¦ndez. ¡°Los peritos dejaron muy claro que Rilco funcionaba y val¨ªa lo que cost¨®. Si ahora se busca otra responsabilidad es otra cosa. Pero lo que se dec¨ªa al principio ya no se puede decir¡±.

Rodr¨ªguez de Castro, cuyo abogado presentar¨¢ sus conclusiones este viernes, dijo antes de conocer estos nuevos datos que las denuncias por Rilco le han arruinado la vida. De hecho, revel¨® que el letrado que le representa es su propio primo, al no tener dinero para pagar otro abogado. ¡°Por voluntades pol¨ªticas desafortunadas del PSOE, el proyecto se destruy¨® en un caj¨®n. Y si eso es malo, peor es ponerle una querella a gente inocente y mantener una persecuci¨®n de 13 a?os, sin apoyo, en soledad, pero con la conciencia tranquila¡±.

La sesi¨®n de hoy se hab¨ªa iniciado como se esperaba, con un acusado menos, al que el presidente de la sala ha permitido marcharse del juicio. El exdirector de Rilco, Jos¨¦ David S¨¢nchez, se reserva el derecho de pedir da?os y perjuicios por haber estado cinco a?os imputado, sentarse en el banquillo y retir¨¢rsele todos los cargos en el pen¨²ltimo d¨ªa de la vista oral. La triple acusaci¨®n cree que sus explicaciones han bastado para demostrar que no tuvo responsabilidad alguna en la malversaci¨®n a pesar de pedirle inicialmente hasta seis a?os de prisi¨®n.