La Audencia condena a 127 a?os a Vila por ser culpable de 11 asesinatos

El celador de Olot, Joan Vila Dilm¨¦, pasar¨¢ una larga temporada en prisi¨®n. La secci¨®n tercera de la Audiencia Provincial de Girona le conden¨® ayer a 127 a?os y medio de c¨¢rcel por el asesinato de 11 ancianos a los que cuidaba en la residencia La Caritat de Olot (La Garrotxa). El fiscal Enrique Barata ped¨ªa para ¨¦l 194 a?os. Adem¨¢s, deber¨¢ indemnizar con 369.000 euros a los familiares de las v¨ªctimas y, si no lo hace, responder¨¢ por ello La Caritat.

El tribunal ha tardado solo 10 d¨ªas en poner una cifra al veredicto del jurado, que se pronunci¨® el pasado 11 de junio. Por unanimidad, consideraron que Vila era responsable de los asesinatos, que cometi¨® con alevos¨ªa. Adem¨¢s, en tres de ellos le aplicaron el agravante de ensa?amiento porque mat¨® a las ancianas d¨¢ndoles a beber l¨ªquidos c¨¢usticos, que las abrasaron por dentro. Al resto, seg¨²n su propia confesi¨®n, les mat¨® con un c¨®ctel de barbit¨²ricos o sobredosis de insulina. Los nueve miembros del tribunal popular no creyeron que el celador sufriese una enfermedad mental cuando cometi¨® los cr¨ªmenes que le incapacitase para distinguir entre el bien y el mal, tal y como arguy¨® la defensa.

La mayor pena, 20 a?os y 10 meses, recae en el celador por el terrible asesinato de Paquita Giron¨¨s, de 85 a?os. La muerte de la anciana, el 17 de octubre de 2010, a la que dio a ingerir ¨¢cido desincrustante, desenmascar¨® la carrera criminal de Joan Vila. Los m¨¦dicos que la atendieron en el hospital de Olot se negaron a certificar su muerte como natural al detectarle quemaduras en la boca y el es¨®fago.

El tribunal considera que en el caso de Paquita Giron¨¨s no le puede aplicar el atenuante muy cualificado de la confesi¨®n. Admite que el celador acept¨® que hab¨ªa matado a la octogenaria antes incluso de su imputaci¨®n. Pero destaca que lo hizo cuando los investigadores le preguntaron por las im¨¢genes de las c¨¢maras de videovigilancia en las que se le ve¨ªa en el pasillo que conduc¨ªa a la habitaci¨®n de la anciana, seg¨²n qued¨® demostrado en el juicio.

En el resto de casos, el gesto del celador de explicar las muertes y el m¨¦todo que us¨® al juez y a los investigadores se ha tenido en cuenta como un atenuante muy cualificado. El tribunal entiende que la mayor prueba que existe contra el celador es su propia confesi¨®n. Durante el juicio, adem¨¢s, los forenses indicaron que en varios casos era complicado afirmar con rotundidad la causa de la muerte de los ancianos, debido al mal estado de los cad¨¢veres.

As¨ª, la sentencia impone al celador 13 a?os y cuatro meses por los asesinatos con l¨ªquidos c¨¢usticos de Sabina Masllorens, de 87 a?os, y de Montserrat Guillamet, de 88. En los ocho casos restantes, le condenan a 10 a?os por cada uno de ellos.

El tribunal hace menci¨®n expresa al tema de la salud mental del celador, del que dice ¡°que no sufre, ni ha sufrido nunca, ninguna enfermedad que le impidiese comprender la ilicitud de sus actos¡±. E incide que a pesar de que existe la pericial de la defensa, seg¨²n la cual, sufr¨ªa un trastorno de personalidad que pudo haber disminuido su percepci¨®n de lo que est¨¢ bien y de lo que est¨¢ mal, esos ex¨¢menes se hicieron una vez cometidos los cr¨ªmenes. ¡°No se ha aportado ninguna prueba¡±, recoge el tribunal, de que cuando cometi¨® los 11 cr¨ªmenes (agosto de 2009 a octubre de 2010), sufriese la ¡°depresi¨®n mayor¡± que aleg¨® la defensa. En aquel tiempo, seg¨²n su psiquiatra, presenta un s¨ªndrome ansioso-depresivo.

Vila cumplir¨¢ como m¨¢ximo 40 a?os de prisi¨®n, que es el l¨ªmite legal. Pero los beneficios penitenciarios se le aplicar¨¢n teniendo en cuenta el total de la pena impuesta. Cuando salga de la c¨¢rcel, y durante al menos 10 a?os, el celador no podr¨¢ acercarse a menos de 100 metros de los familiares de sus v¨ªctimas. Dos de las acusaciones particulares ped¨ªan que Vila no regresase a Castellfollit de la Roca, donde resid¨ªa con sus padres, puesto que ped¨ªan un alejamiento de 100 kil¨®metros. La familia de una de sus v¨ªctimas, Carme Vilanova, de 80 a?os, vive puerta con puerta con la de Vila. Pero el tribunal ha considerado excesiva la petici¨®n.

¡°El Tribunal entiende que en las 11 muertes causadas por el se?or Vila concurrieron, sin duda, el ¨¢nimo de matar¡±, concluye la sentencia. El celador mantuvo hasta el ¨²ltimo d¨ªa que su ¨²nica intenci¨®n era ¡°ayudarlas a morir¡±. Su abogado, Carles Monguilod, pidi¨® libertad vigilada durante 20 a?os para el celador. A tenor de la sentencia, nadie le crey¨®.