Nostalgia del papel transgresor
El Museo ABC aloja hasta septiembre una muestra de medio centenar de retazos de la movida: desde partituras a guiones. Se trata de retratar lo que fue ¡°la adolescencia de Espa?a¡±
El fen¨®meno de la movida madrile?a ha sido debatido, expuesto y analizado pr¨¢cticamente hasta la extenuaci¨®n. Aun as¨ª, al igual que cuando vuelven a emitir Pretty woman en televisi¨®n, el p¨²blico responde positivamente ante el est¨ªmulo de aquella transgresi¨®n.
Es cierto que 30 a?os despu¨¦s resulta dif¨ªcil encontrar un ¨¢ngulo diferente que muestre cualquier otra arista de la d¨¦cada en la que, por primera vez en mucho tiempo, la libertad era una opci¨®n. La exposici¨®n El papel de la movida. Arte sobre papel en el Madrid de los ochenta, que se inaugura hoy y hasta el 22 de septiembre en el Museo ABC (Amaniel, 29), encuentra un punto de partida original: su comisario, el pintor y letrista Pablo Sycet Torres, ha recopilado casi 500 piezas que trazan un muestreo sobre el arte en papel que se produjo en Madrid desde finales de los setenta hasta los noventa. Abarca m¨²sica (con partituras y letras a mano), pintura, fotograf¨ªa, cine (se podr¨¢ ver el guion original de ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto?, de Pedro Almod¨®var, cuando todav¨ªa se llamaba Yo mat¨¦ a mi marido), moda, dise?o gr¨¢fico y literatura.
¡°Fue una d¨¦cada en la que los artistas eran interdisciplinares y carec¨ªan de prejuicios¡±, explica Sycet en un descanso del montaje. ¡°Aunque lo que m¨¢s se recuerda de entonces es el cine, la televisi¨®n y la m¨²sica, el formato impreso permite hacer una lectura m¨¢s ¨ªntima y nost¨¢lgica¡±.
Adem¨¢s de resaltar los difusos l¨ªmites entre categor¨ªas art¨ªsticas, Sycet pretende que esta muestra sirva como canal para reivindicar y recuperar nombres que se quedaron en el camino. ¡°La gloria de los malditos, que dieron la batalla con energ¨ªa y talento pero no se hicieron conocidos¡±, describe, aludiendo a personajes como Javier Porto o Iv¨¢n Zulueta. No faltan, tampoco, piezas firmadas por nombres que sobrevivieron a esa criba: hay un cuadro de Alaska; el texto original de la novela Madrid ha muerto, de Luis Antonio de Villena; un c¨®mic del vers¨¢til Carlos Berlanga; y fotograf¨ªas de Pablo P¨¦rez-M¨ªnguez.
Sobre este ¨²ltimo se puede leer en el cat¨¢logo de la exposici¨®n: ¡°Todo el que ten¨ªa algo que decir en materia de arte, deb¨ªa cumplir con el ritual de ser retratado por Pablo en su estudio de la calle de Montesquinza, el mismo que Almod¨®var us¨® como plat¨® para fotonovelas y pel¨ªculas¡±.
Sycet vivi¨® en primera persona aquellos a?os de la historia reciente en los que Madrid se reinvent¨® a s¨ª misma desde las entra?as. Incluso recopil¨® parte del material que ahora se muestra. ¡°?ramos conscientes de que vivimos de primera mano un cambio muy radical. Hab¨ªa que ser muy poco avispado para no darse cuenta de que aquello era hist¨®rico¡±. Incorpora, adem¨¢s, el punto de vista de una generaci¨®n que solo conoce de o¨ªdas aquella explosi¨®n art¨ªstica y social. El historiador del arte Julio P¨¦rez Llamazares, que prologa el cat¨¢logo de la muestra, era apenas un beb¨¦ segoviano cuando por las calles de la capital bull¨ªan los fanzines y las producciones de peque?o formato y bajo presupuesto. ¡°
Hay que ver la movida como una adolescencia de la propia Espa?a, que estaba saliendo de una dictadura¡±, explica. Esa adolescencia ha devenido en una madurez que, como cada vez que reponen Pretty woman, nos obliga a mirarla con un poso de nostalgia.
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