¡°El urbanismo agrava las riadas¡±

La riada del pasado martes en la Vall d¡¯Aran ilustra las dificultades que entra?a la gesti¨®n de los cauces de unos r¨ªos sometidos en Catalu?a a un r¨¦gimen pluvial con cambios bruscos. Carreteras y casas destrozadas han sido las consecuencias m¨¢s visibles de una riada de la que el S¨ªndic del valle culp¨® a la Conferencia Hidrogr¨¢fica del Ebro. ¡°No nos dejan limpiar de ¨¢rboles y piedras de los cauces¡±, asegur¨® Carlos Barrera. Varios expertos indican que el problema no es de la naturaleza, sino de la codicia de los a?os del boominmobiliario. El 15% de las zonas urbanizadas de Catalu?a se han construido en terrenos que tienen un alto grado de peligrosidad por inundaciones. ¡°El urbanismo aumenta las consecuencias de un problema del territorio. Hist¨®ricamente no se han tenido en cuenta los peligros del r¨ªo al construir¡±, explica Narc¨ªs Prat, catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la UB.

En 2003 todo cambi¨®. La Ley de Urbanismo convierte en vinculantes los informes que emite la Agencia Catalana del Agua (ACA). Hasta entonces, las advertencias eran consultivas. ¡°La lucha ha sido siempre entre los que quieren construir y los que no, y siempre ganaban los primeros¡±, asegura Prat.

Joan Manel Vilaplana, profesor de la Facultad de Geolog¨ªa de la UB y coordinador del grupo de riesgos naturales advierte de que en la ¨¦poca de ¡°bonanza todo el mundo quiso apuntarse al juego de la construcci¨®n fuera como fuera¡±, y desde entonces nadie ha ¡°querido solucionar un problema¡±, que en el ¨²ltimo siglo ha matado a m¨¢s de 1.000 personas en Catalu?a.

Pero los problemas con la construcci¨®n no se ci?en al Pirineo. En el Baix Llobregat, alerta Prat, hay un peligro en potencia. Las dos arterias que cruzan la comarca, la AP-II y la A-II, tienen una separaci¨®n que permite un caudal del r¨ªo Llobregat de 4.000 metros c¨²bicos por segundo. Una fuerza que seg¨²n el catedr¨¢tico se repite cada 125 a?os, pero puntualmente se puede sobrepasar, como ocurri¨® en 1920 cuando llegaron a bajar 10.000. ¡°Ser¨ªa una tragedia¡±, sentencia.

Un total de 488 municipios de Catalu?a, m¨¢s de la mitad, padecen riesgo entre medio y muy alto de sufrir inundaciones, seg¨²n un informe de la ACA, y solo una veintena se encuentran en el Pirineo. M¨¢s del 75% se encuentran en el litoral. ¡°En la costa las riadas eran m¨¢s frecuentes, y se han corregido algunos errores, pero no todos¡±, explica Vilaplana.

La construcci¨®n de muros en los pueblos para evitar los efectos del aumento de caudal de los r¨ªos es una de las soluciones que se ha adoptado. Pero estas construcciones artificiales agravan los problemas. ¡°Al estrechar el paso natural del agua, cuando entra un gran caudal en una canalizaci¨®n, sale con mucha m¨¢s fuerza, lo que multiplica los efectos; y peor si lleva s¨®lidos como piedras y troncos¡±, explica Prat.

El Gobierno de la Generalitat ha rehuido hablar esta ¨²ltima semana de los planes urban¨ªsticos y se han ce?ido en calificar de ¡°excepcional¡± el episodio que desencaden¨® las riadas que arrasaron parte del Pirineo. Precipitaciones de m¨¢s de 100 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas y el intenso deshielo de las cumbres en un a?o de grandes nevadas. ¡°Estos fen¨®menos no son raros en Catalu?a¡±, revela Carme Llasat, del grupo Instituto del Agua y coordinadora del Grupo de An¨¢lisis de Situaciones Meteorol¨®gicas Adversas. De hecho, cada vez son m¨¢s frecuentes. En los ¨²ltimos 30 a?os, se han producido tres inundaciones por a?o, y ha causado p¨¦rdidas por valor de m¨¢s 1.300 millones de euros, mientras que en las primeras ocho d¨¦cadas del siglo XX se contabilizaba una riada cada 12 meses. Y este ha sido un siglo ¡°tranquilo¡±, advierte: ¡°Los modelos prev¨¦n fen¨®menos meteorol¨®gicos m¨¢s extremos¡±.