Los obreros resisten en la f¨¢brica de armas coru?esa tras su clausura
La factor¨ªa echa el cierre pero los trabajadores a¨²n presionan para buscar alternativas
Despu¨¦s de tres cuartos de siglo de actividad, la f¨¢brica de armas de A Coru?a ech¨® ayer el cierre. Pedro estaba a medio camino entre la infancia y la adolescencia, 13 a?os, cuando ingres¨® por primera vez en el que fue, hasta ahora, su ¨²nico centro de formaci¨®n y trabajo profesional. La democracia echaba a andar en Espa?a, y la empresa nacional Santa B¨¢rbara, creada con la reagrupaci¨®n, en la d¨¦cada de los sesenta y bajo el paraguas del Estado, de antiguas factor¨ªas del Ej¨¦rcito franquista, era todo un emblema industrial. Hasta que el Gobierno de Aznar la vendi¨® en 2001. ¡°Fue el principio del fin¡±
?Hoy, con tan solo 47 a?os, Pedro es un trabajador muy cualificado pero en paro. Fue despedido, junto a otros 65 compa?eros, ¡°por falta de viabilidad¡± de unas hist¨®ricas instalaciones, las ¨²nicas de Galicia de la otrora emblem¨¢tica industria armament¨ªstica espa?ola. Y tambi¨¦n la ¨²nica de las siete factor¨ªas que su actual due?a, la estadounidense General Dynamics, decidi¨® cerrar sin m¨¢s miramientos cuando present¨®, hace ya casi cinco meses, un ERE para reducir a la mitad su plantilla. Hace d¨ªas que en la Wikipedia ya se borr¨® toda referencia a la f¨¢brica coru?esa. Como si nunca hubiera existido. Tampoco hay menci¨®n alguna al dr¨¢stico recorte de personal del principal suministrador de las Fuerzas Armadas espa?olas.
No hubo manera de convencer a la poderosa matriz del grupo de reconsiderar su decisi¨®n y plantear una alternativa al cierre puro y duro. Por el contrario, s¨ª acept¨® dar marcha atr¨¢s con otros centros, como los de Murcia y Palencia, donde la regulaci¨®n de empleo es ahora solo temporal para buscar otras v¨ªas que permitan mantenerlos en activo. La Xunta y el Ayuntamiento redactaron un plan en tiempo r¨¦cord que concluye que la f¨¢brica es perfectamente viable. Puede dedicarse a tecnolog¨ªa puntera para muchos ¨¢mbitos, como el sector m¨¦dico, que tiene competidor cercano. Pero Defensa se desentendi¨® del asunto por tratarse ¡°de una decisi¨®n de una empresa privada¡±. ¡°S¨ª, lo es, pero con una enorme carga pol¨ªtica¡±, claman los obreros, tan agradecidos con el alcalde, Carlos Negreira, del PP, y el conselleiro de Econom¨ªa, como enojados con Alberto N¨²?ez Feij¨®o. ¡°Quedamos hu¨¦rfanos de presidente, ni movi¨® ficha, ni siquiera consigue que le hagan caso como en otras autonom¨ªas¡±.
Y la cerraz¨®n de General Dynamics fue minando al personal. De los 180 empleados de todas las edades que hab¨ªa en febrero, dos tercios fueron march¨¢ndose voluntariamente, acogidos a prejubilaciones o bajas incentivadas. Ayer, cuando la direcci¨®n entreg¨® las cartas de despidos, tres de los 16 relevistas, es decir, j¨®venes contratados en su d¨ªa para sustituir a trabajadores que se jubilaban, aceptaron tambi¨¦n la alternativa de la direcci¨®n: una prima de 5.000 euros y trasladarse a la f¨¢brica de Granada.
Quedan 66 resistentes. Formalmente en la calle desde ayer, est¨¢n tan convencidos de que las enormes instalaciones situadas a las puertas de A Coru?a, propiedad del Ministerio de Defensa, siguen teniendo futuro, que al terminar su turno, a las 14.30 horas y tras firmar con un ¡°no conforme¡± su finiquito, decidieron encerrarse en la f¨¢brica. Algunos llevan toda la vida en ella. A menudo dio empleo hasta a tres generaciones de una misma familia. ¡°Yo hice la EGB aqu¨ª, entr¨¦ con ocho a?os¡±, cuenta un veterano, enfundado en su mono azul y rodeado de algunos de los m¨¢s j¨®venes relevistas ahora en paro.
Hasta el ¨²ltimo momento, y pese a la tensi¨®n de estos meses, los trabajadores cumplieron con los pedidos pendientes. Fabricaron pistolas para el ej¨¦rcito y componentes para misiles Spy. ¡°Todo con la ilusi¨®n de que no se pod¨ªa parar el proceso productivo¡±, cuenta Pedro. En la mente y los comentarios de los resistentes de Santa B¨¢rbara estaban ayer ¡°los compa?eros del naval¡± de Ferrol o Vigo, tambi¨¦n herido de muerte por decisiones for¨¢neas. ¡°Aqu¨ª, como en los astilleros, queda sin trabajo mucha gente: suministradores, transportistas, el que nos recicla los residuos...¡±
El encierro, de momento, es temporal. ¡°Nos quedamos una semana, a ver si Feij¨®o presiona a Defensa para que deje las instalaciones a un proyecto viable, es perfectamente factible¡±, insiste el presidente del comit¨¦, Roberto Teijido. Y queda la carta judicial. La Audiencia Nacional celebra el martes un juicio sobre el plan de regulaci¨®n de empleo que incluye el cierre de la f¨¢brica coru?esa. En un lateral de su puerta, un vecino jubilado se lamenta en voz alta mientras inspecciona las patatas que plant¨® en una diminuta parcela: ¡°?Ad¨®nde vamos a parar? Esto estuvo aqu¨ª toda la vida. ?Qu¨¦ va a quedar?¡±.
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