El primer d¨ªa de clase
Dir¨¦ a los estudiantes que la LOMCE se ha gestado sin consenso, haciendo o¨ªdos sordos a la comunidad educativa y a las familias
El primer d¨ªa de clase del curso 2013-2014 presentar¨¦ la asignatura de Sociolog¨ªa de la Educaci¨®n a las estudiantes de la facultad de Magisterio. Presentar¨¦ el panorama de contenidos, entre los que hay uno dedicado a las reformas educativas. Dir¨¦ a los estudiantes que la nueva Ley Org¨¢nica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) se ha gestado sin consenso, haciendo o¨ªdos sordos a la comunidad educativa y a las familias, un ejemplo t¨ªpico de tecnocracia y un caso penoso -por innecesario- de democracia autoritaria. Explicar¨¦ que esta ley introduce un mecanismo de rev¨¢lidas que ya ha sido probado antes y rechazado muy poco despu¨¦s en los pa¨ªses m¨¢s avanzados, por su ineficacia y porque acaba reduciendo las escuelas a meras academias preparatorias de ex¨¢menes: los escolares no estudiar¨¢n para aprender, sino para superar pruebas estandarizadas y supuestamente objetivas, que procurar¨¢n olvidar cuanto antes. Explicar¨¦ que mientras se ha eliminado Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa por ideol¨®gica, se ha vuelto a introducir la materia de religi¨®n con valor evaluable, una anomal¨ªa y un anacronismo en un Estado aconfesional desde que as¨ª qued¨® refrendado en la Constituci¨®n de 1978.
Tambi¨¦n explicar¨¦ que, adem¨¢s, el Ministerio de Educaci¨®n aprueba ¨Cy por tanto legitima y naturaliza- la escuela segregada por sexos ¨Clos ni?os con los ni?os, las ni?as con las ni?as- y est¨¢ dispuesto a financiar este modelo en los centros concertados. Tendr¨¦ que explicar que mientras la LOMCE da la nota de esta manera, hurta la ense?anza de m¨²sica, quiz¨¢ porque el ministerio debe pensar que la m¨²sica es mucho ruido para pocas nueces: el cultivo del arte y de la m¨²sica no cotiza a ojos de una legislaci¨®n que desde su mismo pre¨¢mbulo atribuy¨® a la escuela la finalidad de preparar para la competitividad. Tambi¨¦n tendr¨¦ que explicar, de paso, que hasta el curso anterior ense?aba en las mismas clases de Sociolog¨ªa de la Educaci¨®n que en Espa?a goz¨¢bamos no solo de escuela universal, sino de universidad universal: pr¨¢cticamente estudiaba todo aqu¨¦l que aspiraba a hacerlo y la selectividad ordenaba la entrada, pero no exclu¨ªa. Con el llamado decreto Wert, nuestra universidad p¨²blica ya ha dejado de ser universal: porque no todos los que hayan aprobado selectividad podr¨¢n pagar la matr¨ªcula. Por eso, propondr¨¦ como actividad del curso llevar un registro de aquellos amigos y familiares que no han podido matricularse, o que han tenido que abandonar sus estudios una vez iniciados en la Universidad, por motivos econ¨®micos. Los resultados ser¨¢n transferidos a la opini¨®n p¨²blica y al Ministerio de Educaci¨®n.
El primer d¨ªa de clase me declarar¨¦ p¨²blicamente objetor de conciencia de la Ley Wert: por injusta, arbitraria, irresponsable, sexista y doctrinaria. El primer d¨ªa de clase, cuando no tenga m¨¢s remedio que hablar de las medidas de recorte educativo, evocar¨¦ los versos de la poeta portuguesa Sophia de Mello Breyner Andressen, que dicen: ¡°Senhor, perdoai-lhos porque sabem o que fazem.¡± Antes de finalizar la clase, el primer d¨ªa, invitar¨¦ a las y los estudiantes a leer la realidad con los ojos abiertos y a enfrentarse a los hechos inc¨®modos, y les recordar¨¦ que ante leyes consideradas injustas, la historia nos ha mostrado, con argumentos razonados y con ejemplos claros, la legitimidad de ejercer la desobediencia civil. Desde el primer d¨ªa de clase el estudiantado plantear¨¢ muchas preguntas interesantes que no podremos ignorar y a las que habr¨¢ que comenzar a dar respuesta.
Jos¨¦ Beltr¨¢n Llavador es profesor del departamento de Sociolog¨ªa y Antropolog¨ªa Social de la Universitat de Val¨¨ncia
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