Aires berlineses sobre Madrid

Alemania mostr¨® anoche el rostro m¨¢s grato de su cultura en el madrile?o Cuartel del Conde Duque, donde la Banda Sinf¨®nica Municipal festej¨® con un chispeante concierto de m¨²sica germana el XXV aniversario del hermanamiento entre las ciudades de Madrid y Berl¨ªn.

Rafael Sanz-Espert, titular de la sinf¨®nica madrile?a, eligi¨® un programa con obras selectas de Albert Lortzing, Heinz Arenz, Paul Lincke y Walter Kollo, que inclu¨ªa adem¨¢s obras maestras de John Kander, emblema del cabaret berlin¨¦s por excelencia, as¨ª como un homenaje al inolvidable Kurt Weil.

Algunos de los asistentes descubrieron sobre el terreno que fue este autor quien compuso el celeb¨¦rrimo Mackie Messer, conocido por estos lares bajo la traducci¨®n de?Makie Navaja, del que muchos de los presentes, y much¨ªsimos ausentes, han cre¨ªdo que se trataba de una composici¨®n brit¨¢nica o estadounidense, dado el eco obtenido por versiones, algunas antol¨®gicas, como la que interpretara en los a?os 60 Frank Sinatra.

La can¨ªcula rampante en Madrid se vio atemperada por una brisa fresca que sopl¨® con fuerza sobre el Patio Sur del antiguo Cuartel de las Guardias Valonas, poniendo en aprieto a varios profesores, ya que algunas de sus partituras salieron volando con rumbo desconocido; pese a ello, la interpretaci¨®n de la Banda Sinf¨®nica Municipal fue impecable, como acostumbra, pues supo adaptarse a la versatilidad cosmopolita de la m¨²sica alemana y transmitir n¨ªtidamente al p¨²blico tanto el torrente de bucolismo y cacer¨ªa, disparo incluido, que impregna Der Wildsch¨¹tz de Albert Lortzing (1801-1851), como la trepidante diversi¨®n socarrona de la universal obra de Kander, Cabaret, tan actual hoy pese a haber sido escrita en 1927 y que la cantante Astrid Crone, invitada especial al concierto, interpret¨® con elegancia y desenvoltura, mientras hac¨ªa gala de afable y pur¨ªsima voz.

Ni Lil¨ª Marlene, tema compuesto por Walter Kollo (1878-1940) antes de la Primera Guerra Mundial, ni la evocaci¨®n a la impar Marie Magdalene Dietrich, no pudieron faltar en el repertorio, ni los tilos de su incomparable Untern den Linden. Con las notas del marchoso Berliner Luft, himno informal de la capital hist¨®rica de Alemania, m¨¢s un excelso bis que Crone regal¨® al p¨²blico, culmin¨® el concierto: grato, divertido y de bella hechura, que se inserta en los Veranos de la Villa y que a partir de ahora, seg¨²n anunci¨® un cort¨¦s speaker, va a congregar cada viernes a los amantes de la m¨²sica en este recinto que rezuma historicidad ¨Cgeschichtlichkeit la llaman los alemanes- y que brinda solaz a cuantos y cuantas acoge. Ser¨¢ Pedro Iturralde quien protagonice la pr¨®xima velada. ?Ah!, el precio es muy interesante: 10 euros.