Almuerzo letal
Disc¨²lpenme la autorreferencia, pero el pasado 15 de marzo sostuve aqu¨ª mismo, a prop¨®sito de la ya c¨¦lebre comida del restaurante La Camarga entre la l¨ªder del PP catal¨¢n y una posible confidenta, que ¡°generalmente las cosas que empiezan mal terminan peor¡±. Pues bien, aquel augurio se ha quedado corto, y es cada d¨ªa m¨¢s veros¨ªmil que el almuerzo de marras ¡ªdel que pasado ma?ana se cumplen tres a?os¡ª se convierta en la tumba pol¨ªtica de Alicia S¨¢nchez-Camacho.
Por un lado, han ido aumentando las sospechas ¡ªEL PA?S aportaba anteayer nuevos indicios¡ª de que la presunta v¨ªctima de la grabaci¨®n del encuentro no era tal v¨ªctima, sino m¨¢s bien c¨®mplice de aquella burda operaci¨®n de espionaje, aparentemente inspirada en los protocolos de la TIA, la agencia de Mortadelo y Filem¨®n. Por otra parte, el acuerdo en virtud del cual, hace un par de semanas, S¨¢nchez-Camacho otorg¨® a M¨¦todo 3 su ¡°m¨¢s amplio perd¨®n tanto civil como penal¡± a cambio de una problem¨¢tica indemnizaci¨®n, ese acuerdo ¡ªdesautorizado por la Fiscal¨ªa, por el PP catal¨¢n y por su central madrile?a¡ª induce a pensar que el m¨¢ximo inter¨¦s personal de do?a Alicia no es aclarar los hechos sino, m¨¢s bien al contrario, sepultarlos bajo paletadas de silencio y olvido.
S¨¢nchez-Camacho exhibe un perfil de indiscreci¨®n y ligereza incompatible con el liderazgo catal¨¢n del partido de Rajoy
En fin, la gradual e inexorable difusi¨®n del contenido de la charla entre las se?oras S¨¢nchez-Camacho y ?lvarez est¨¢ causando un da?o irreparable a la imagen tanto interna como externa de la presidenta del PPC. Esta ¡ªseg¨²n quienes han escuchado o le¨ªdo aquel di¨¢logo de sobremesa¡ª aparece en ¨¦l como una mezcla explosiva de frivolidad, imprudencia, arrogancia e irresponsabilidad; alguien capaz de atribuirse, por un lado, vara alta sobre ciertos polic¨ªas y fiscales, y al mismo tiempo de formular grav¨ªsimas acusaciones contra alg¨²n correligionario hoy muy haut-plac¨¦ en la estructura del poder estatal. Resumiendo: un perfil de indiscreci¨®n y ligereza que, en la s¨¦ptima planta de la sede de G¨¦nova 13, se considera poco compatible con el liderazgo catal¨¢n del partido de Rajoy en unos tiempos tan cruciales como los que se avecinan.
Por otra parte, y a pesar de la vehemencia, de la agresividad verbal con que S¨¢nchez-Camacho se ha empleado, a lo largo del curso pol¨ªtico que ahora termina, en combatir todas las expresiones del proceso soberanista, no parece que esa sobreactuaci¨®n, que el uso constante de t¨¦rminos tan enf¨¢ticos como ¡°divisi¨®n¡±, ¡°exclusi¨®n¡±, ¡°sectarismo¡±, ¡°intolerancia¡±, ¡°ruptura¡±, ¡°adoctrinamiento¡±, etc¨¦tera, le est¨¦ reportando grandes r¨¦ditos demosc¨®picos.
En efecto, la encuesta de intenci¨®n de voto divulgada por El Peri¨®dico a principios de junio atribuye al PPC, en unas pr¨®ximas elecciones catalanas, una horquilla de esca?os de 13-14 (5 ¨® 6 menos de los 19 que obtuvo el pasado noviembre), con Ciutadans pis¨¢ndole los talones y en perspectiva de conseguir 12 ¨® 13 diputados. El m¨¢s reciente bar¨®metro del Centre d¡¯Estudis d¡¯Opini¨®, por su parte, refuerza la hip¨®tesis de un sorpasso en el seno del espa?olismo: la intenci¨®n de voto directa a C's m¨¢s que dobla la del PP (5,1 % frente a 2,1 %), mientras que Albert Rivera es valorado casi un punto por encima de S¨¢nchez-Camacho.
La gradual difusi¨®n del contenido de la charla est¨¢ causando un da?o irreparable a la imagen tanto interna como externa de la presidenta del PPC
S¨ª, claro que en esos datos tambi¨¦n inciden las impopulares pol¨ªticas del Gobierno de Rajoy, las salpicaduras del caso B¨¢rcenas, etc¨¦tera. Con todo, resulta espectacular que, en el actual contexto de m¨¢xima bipolarizaci¨®n soberanismo-unionismo, el partido espa?ol por excelencia, el que acumula m¨¢s poder desde 1977, se vea amenazado en Catalu?a por una joven formaci¨®n local hu¨¦rfana de reductos institucionales.
Y luego est¨¢n las leyes no escritas que rigen la historia moderna de la derecha espa?ola en Catalu?a, cuyo funcionamiento ha sido siempre el de una delegaci¨®n f¨¦rreamente sometida a Madrid. Ning¨²n l¨ªder catal¨¢n de AP-PP ha cumplido m¨¢s de seis a?os en el cargo: Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (1987-1991), Alejo Vidal-Quadras (1991-96), Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz (1996-2002), Josep Piqu¨¦ (2002-07)¡ As¨ª las cosas, no estar¨¢ de m¨¢s recordar que ma?ana hace justamente cinco a?os desde que, al dictado de Rajoy, Alicia S¨¢nchez-Camacho fue investida presidenta del PPC.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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