Cient¨ªficos urgen a la Xunta a controlar la salud de los vecinos de la mina de oro

¡°Es evidente que es conveniente y urgente¡± realizar ¡°an¨¢lisis epidemiol¨®gicos¡± en la poblaci¨®n de la zona de Corcoesto, durante un ¡°largo periodo¡±, a la vista de las ¡°altas concentraciones de ars¨¦nico disuelto¡± en el agua de los manantiales. Un informe cient¨ªfico firmado por cuatro prestigiosos investigadores de las universidades de Santiago y Vigo y que va a ser remitido a las conseller¨ªas de Medio Ambiente y de Sanidade, adem¨¢s de al Valedor y a la Fiscal¨ªa, lanza una seria voz de alarma. Este trabajo alerta de que los niveles de esta sustancia cancer¨ªgena detectados en las proximidades de la mina de oro (abandonada por los ingleses en 1930 y que aspira a reabrir en 2015 Edgewater, una firma canadiense) ¡°son susceptibles de provocar efectos graves sobre la salud por un consumo continuado¡±.

A falta de an¨¢lisis en la poblaci¨®n de Corcoesto (Cabana de Berganti?os), que ha pasado a?os expuesta al consumo de agua altamente contaminada sin que ninguna Administraci¨®n la alertase hasta hace un mes, los expertos se remiten a tests efectuados en otros lugares del mundo, como Australia o Brasil. Son zonas tambi¨¦n con minas de oro, donde el metal precioso aparece, como en Corcoesto, asociado a la arsenopirita. El ars¨¦nico en estos suelos es de origen natural, pero la actividad minera reduce la piedra a harina, liberando el veneno, que es arrastrado ¡°por la escorrent¨ªa¡± y ¡°por el viento¡±. ¡°Los efectos \[de la exposici¨®n cr¨®nica oral\] abarcan desde lesiones d¨¦rmicas o problemas gastrointestinales hasta c¨¢ncer de piel, vejiga, pulm¨®n, cerebro, h¨ªgado, ri?¨®n o est¨®mago¡±. Y en los casos concretos que se citan se comprob¨® que ¡°la poblaci¨®n infantil es m¨¢s susceptible¡± junto con la propia plantilla de trabajadores de la mina. Tambi¨¦n los vegetales regados con agua contaminada acumulan este t¨®xico, sobre todo los que crecen bajo la tierra. En la rueda de prensa en la que se present¨® el informe se citaron ¡°las zanahorias, las cebollas y las patatas¡±. Y precisamente dos de las parroquias m¨¢s afectadas por el proyecto minero, Cereo y Valenza (Coristanco), son grandes productoras de este tub¨¦rculo. Bastar¨ªa, como primera medida, con hacer un seguimiento del vecindario a trav¨¦s de an¨¢lisis de orina.

El estudio, una ¡°revisi¨®n cr¨ªtica¡± que profundiza en el caso de Corcoesto y en la declaraci¨®n de impacto que present¨® Edgewater y dio por buena la Conseller¨ªa de Medio Ambiente, lo firman ¡°desinteresadamente¡± los edaf¨®logos David Rubinos, Rosa Devesa-Rey, el veterano Francisco D¨ªaz-Fierros y Mar¨ªa Teresa Barral. A diferencia de los informes encargados por la compa?¨ªa, este, seg¨²n explican, no le ha costado nada al colectivo que ayer lo hizo p¨²blico en Santiago, la Plataforma pola Defensa de Corcoesto e Berganti?os. Dos de sus representantes, Nela Abella (Verdegaia) y Br¨¢ulio Amaro, pidieron a la Xunta que ¡°exija una nueva declaraci¨®n de impacto¡± m¨¢s ¡°rigurosa¡± a Edgewater, porque ¡°esta vez se trata de la salud humana¡±. Para explicar una vez m¨¢s c¨®mo el ars¨¦nico se libera y se convierte en un peligro, los acompa?aba el cient¨ªfico del CSIC Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural. Desde diciembre, este colectivo ha sacado a la luz otros tres informes universitarios en el mismo sentido. ¡°Lo m¨¢s grave es que la Administraci¨®n sea c¨®mplice¡±, critic¨® Abella. ¡°Si efectivamente fuese as¨ª, no se podr¨ªa hablar de negligencia, sino de lo siguiente¡±.