Ruinas repletas de Historia

Las ruinas halladas bajo la Puerta del Sol parecen corresponder a los cimientos del Hospital Real de Corte mandado edificar por Carlos I, en torno al a?o 1529, previa petici¨®n de bula al papa Clemente VII. El enclave se alzaba sobre una preexistente ermita de San Andr¨¦s. Fue primer capell¨¢n del hospital ?lvaro Carrillo de Albornoz y el arcediano de Olmedo su primer administrador, tarea en la que le suceder¨ªa en 1579 Bernardino de Obreg¨®n, quien ser¨ªa beatificado.

Los cometidos primitivos del Hospital, seg¨²n el historiador Francisco Mar¨ªn Perell¨®n, fueron los de asistir a soldados y sobre todo, a funcionarios de la Corte que, si bien era todav¨ªa itinerante, registraba cada vez un mayor n¨²mero de cortesanos a su servicio asentados en Madrid. En un principio, el hospital cont¨® con 33 camas y por c¨¦dula real se le asignaron cien fanegas de trigo y otro centenar de cebada para el mantenimiento de los hospitalizados.

Posteriormente, gracias a que los limosneros reales pertenecieron desde el origen de la cofrad¨ªa rectora a la direcci¨®n del hospital, los recursos afluyeron regularmente. Por ello, en 1685 le ser¨ªa asignada diariamente y durante los meses del verano para refresco de sus enfermos hasta media arroba de nieve procedente de la Cava Real, un pozo de nieve que abastec¨ªa al Alc¨¢zar de los Austrias, precedente del Palacio Real.

En el a?o de 1606, dos hermanos de la orden hospitalaria fundada por Obreg¨®n, de nombres Gabriel Fontanet y Guillermo Mart¨ªnez R¨ªjola, en un viaje a Roma y sobre un paraje abrupto entre el reino de Valencia y Catalu?a descubrieron una peque?a imagen de la Virgen Mar¨ªa que llevaron consigo hasta la ciudad del T¨ªber donde el papa Paulo V la bautiz¨® como del Buen Suceso, nombre que signar¨ªa desde entonces el hospital y el templo adjunto. Una procesi¨®n anual acompa?aba a la imagen llevada por los aguadores de las siete fuentes de los ca?os del Peral ¨Cdonde hoy se halla la plaza de la ?pera- ataviados como arcabuceros.

Un incendio derrib¨® la torre del templo en 1620 y un a?o despu¨¦s Gregorio XV reglament¨® el Real Hospital de Corte, para dar paso a una reconstrucci¨®n que llev¨® aparejada la instalaci¨®n de un retablo encomendado a Pedro Latino, retablo que dialogar¨ªa al poco con el cuadro de la Virgen del Buen Suceso, obra de los pintores Luis Fern¨¢ndez y Juan de Sol¨ªs.

Templo y hospital evolucionaron en su arquitectura con el decurso de la Puerta del Sol, desaparecida como tal en 1536 aunque conservara el nombre. Alguna corrida de toros y fastos regios fueron celebrados en las inmediaciones de la iglesia, que sufri¨® un nuevo incendio en 1701 y en 1732, por privilegio papal, el templo pudo dar misa hasta las dos de la tarde. Durante las enormes r¨¦plicas del terremoto de Lisboa, el 1 de noviembre de 1755, la cruz que remataba su torre cay¨® al suelo y en su ca¨ªda mat¨® a dos muchachos que transitaban por las inmediaciones.

Como ha contado el madrile?ista Jos¨¦ del Corral, en la iglesia del hospital del Buen Suceso el rey de N¨¢poles, durante la boda de su hija con su yerno el futuro Fernando VII, perdi¨® su tabaquera a manos de un ladr¨®n que le raj¨® la casaca sin que el monarca se enterara. Corr¨ªa el a?o 1803. Cinco a?os despu¨¦s, la iglesia del hospital fue refugio de los patriotas alzados en armas blancas contra los mosquetones de los dragones y los mamelucos del ej¨¦rcito imperial de Napole¨®n, que all¨ª mismo dio muerte a muchos de los insurrectos, que se llevaron por delante, asimismo, a numerosos invasores. Ya en 1854 el templo del antiguo hospital fue demolido.

Hoy, su lonja permanece alineada con el perfil del nuevo and¨¦n de la estaci¨®n de Sol, explica el historiador Francisco Mar¨ªn Perell¨®n. Una parte de aquellos muros se muestra al p¨²blico a unos siete metros de profundidad, la misma distancia que separa su emplazamiento del lugar que inicialmente ocuparon.