La defensa denuncia irregularidades en la instrucci¨®n del ¡®caso Riviera y Saratoga¡¯

La investigaci¨®n sobre la presunta trama de corrupci¨®n policial en torno a los macroprost¨ªbulos Riviera y Saratoga, en Castelldefels, fue un desprop¨®sito may¨²sculo. La instrucci¨®n estuvo plagada de irregularidades que han vulnerado derechos fundamentales. Esa es la tesis que esgrimieron ayer los abogados de la veintena de acusados en el caso ¡ªmandos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, due?os de los burdeles, abogados y funcionarios¡ª en un duro alegato contra la juez instructora.

La fiscal¨ªa considera acreditado, en cambio, que el comisario Luis G¨®mez y dos inspectores, junto a otros polic¨ªas, brindaron protecci¨®n durante seis a?os a los locales de Castelldefels. A cambio de dinero y regalos, los polic¨ªas alertaban de las redadas a los empresarios para que pudieran esconder a las chicas que se encontraba en situaci¨®n irregular en Espa?a o a las menores de edad. El fiscal anticorrupci¨®n Fernando Bermejo pide penas de hasta 44 a?os de c¨¢rcel para uno de los inspectores, que lleg¨® a cobrar 3.000 euros mensuales por ofrecer su protecci¨®n.

En la primera sesi¨®n del juicio, que se celebrar¨¢ a partir de septiembre, las defensas pidieron que se declaren nulas buena parte de las actuaciones que sustentan el caso; por ejemplo, las intervenciones telef¨®nicas, que en su opini¨®n no est¨¢n motivadas. A su juicio, las deficiencias de la instrucci¨®n, dirigida por la magistrada Elisabet Castell¨®, han vulnerado ¡°derechos fundamentales¡± de los acusados. La juez firm¨® pr¨®rrogas del secreto de sumario fuera de plazo o en d¨ªas festivos en los que no estaba de guardia, entre otras irregularidades.

¡°Es una mezcla de Almod¨®var y Torrente¡±, dijo Fuster-Fabra

Olga Tubau, abogada del inspector Jos¨¦ Javier Mart¨ªn, alias Jordi, denunci¨® que los agentes de Asuntos Internos llevaron a cabo una ¡°investigaci¨®n paralela¡± sin conocimiento ni control de la juez, que culmin¨® con un informe incriminatorio. Seg¨²n la letrada, Jordi no coaccion¨® a los empresarios, sino que trat¨® de ¡°infiltrarse¡± para investigar sus relaciones con agentes policiales. Para elaborar ese documento, remach¨® el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Fuster-Fabra, los polic¨ªas tomaron declaraci¨®n como testigos a clientes de los prost¨ªbulos. Pero en lugar de hacerlo en comisar¨ªa, lo hicieron en una sala del hotel Majestic, en el centro de Barcelona. El informe Gata propici¨® una serie de pruebas que, seg¨²n las defensas, est¨¢n ¡°viciadas¡± porque se obtuvieron de forma il¨ªcita. ¡°Es una mezcla de Almod¨®var y Torrente¡±, dijo Fuster-Fabra.

Los abogados tambi¨¦n pusieron en duda la credibilidad del principal testigo de cargo en el caso, el confidente policial Manuel Guti¨¦rrez Carbajo. Los letrados recordaron que Carbajo est¨¢ imputado por tr¨¢fico de drogas en una causa sobre corrupci¨®n policial en la que tambi¨¦n est¨¢ imputado Antoni Salleras, el mando de los Mossos d¡¯Esquadra que dirigi¨® la investigaci¨®n del caso Riviera y Saratoga. El confidente que dio el soplo era el intermediario de los pagos de los amos de los burdeles ¡ªcerrados desde 2009 por orden judicial¡ª a los polic¨ªas.