T¨¤rrega: la c¨¢rcel fallida que despert¨® la fiebre inmobiliaria

La localidad de T¨¤rrega (Urgell) es un ejemplo de la burbuja inmobiliaria. En 2006, la Generalitat anunci¨® su intenci¨®n de construir all¨ª una nueva prisi¨®n. La expectativa de un crecimiento de poblaci¨®n ¡ªel Ayuntamiento preve¨ªa que la ciudad pasar¨ªa de 16.000 a 25.000 habitantes¡ª motiv¨® el inicio de una especulaci¨®n que alcanz¨® a particulares y a grandes constructoras. En poco tiempo, T¨¤rrega se convirti¨® en destino de nuevos compradores, la mayor¨ªa de Barcelona, dispuestos a comprar viviendas sobre plano. ¡°Cada d¨ªa pod¨ªamos llegar a vender entre tres y cuatro pisos, y algunos s¨¢bados hasta cinco¡±, asegura Joan Carles Gen¨ªs, propietario de una de las principales inmobiliarias de la localidad.

El af¨¢n especulativo llev¨® a construir m¨¢s de 850 viviendas de una y dos habitaciones que deb¨ªan dar techo a los trabajadores de la prisi¨®n. Hoy, la c¨¢rcel no se ha construido ¡ªel Departamento de Justicia la ha descartado, al menos temporalmente¡ª y los pisos siguen vac¨ªos. Como dice Gen¨ªs, el pueblo se constru¨ªa sobre proyectos que quedaron en nada. ¡°Todo era aire¡±, dice se?alando calles enteras con edificios vac¨ªos. Muchas familias est¨¢n arruinadas tras haber hecho grandes inversiones por un producto que hoy no tiene salida, bien porque no existe, est¨¢ inacabado y no se puede habitar, o simplemente porque no hay compradores.

Este problema afecta tambi¨¦n a los terrenos del pueblo, lleno de solares con propietarios que vieron en ellos una mina de oro. All¨ª iban a construirse pistas de atletismo, supermercados o nuevos negocios. Hoy no hay nada.

?Como consecuencia, en 2011 T¨¤rrega ten¨ªa 2.118 viviendas familiares vac¨ªas, seg¨²n la Generalitat. La cifra ha aumentado hasta hoy de forma notable, asegura M¨®nica Guerrero, presidenta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) del municipio. Guerrero asegura que hay cientos de familias sin hogar en T¨¤rrega, y que est¨¢n endeudadas porque muchos bancos a¨²n siguen sin aceptar la daci¨®n en pago para saldar la hipoteca. ¡°Solo hemos conseguido que se acepten siete daciones y estamos negociando dos casos m¨¢s¡±, explica. Entre los afectados tambi¨¦n hay muchos inmigrantes que se avalaron unos a otros en el momento de mayor auge inmobiliario y que, m¨¢s tarde, cayeron en desgracia al mismo tiempo.

Pese a las familias que se ven obligadas a abandonar sus casas, el pueblo est¨¢ repleto de edificios fantasma, propiedad de las entidades financieras, en los que no se lleva a cabo ning¨²n tipo de mantenimiento. ¡°Pocos bancos quieren ofrecer alquileres sociales, prefieren tener el piso vac¨ªo y degrad¨¢ndose por el paso del tiempo¡±, asegura. Tambi¨¦n explica que las viviendas de protecci¨®n oficial subieron su precio considerablemente.

A pesar de la tremenda situaci¨®n que vive T¨¤rrega, algunos vecinos piensan que lo peor est¨¢ por llegar, ya que las viviendas que poseen los bancos oscilan entre los 40.000 y 60.000 euros. En cambio, las de muchos particulares siguen estando muy por encima de esas cifras. ¡°Mucha gente a¨²n no es consciente de la situaci¨®n en la que estamos¡±, dice Clara, una vecina de la localidad mientras mueve la cabeza en se?al de desaprobaci¨®n.