Una consulta dif¨ªcil de frenar
Pol¨ªticos y expertos piden una negociaci¨®n para encauzar mediante un pacto el apoyo al refer¨¦ndum
Los empresarios catalanes se refieren a ello como ¡°el tema¡±. Apenas un a?o atr¨¢s, el enconado asunto que prefieren no nombrar era objeto de comentarios furtivos en los corrillos. Hoy se aborda en reuniones de trabajo y hasta en actos p¨²blicos. Se trata del proceso soberanista que impulsa el Gobierno de Catalu?a y que persigue la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en 2014.
El cambio lo ejemplifica la reuni¨®n que Fomento del Trabajo mantuvo el primero de julio. Los miembros de la direcci¨®n de la gran patronal catalana debatieron la conveniencia de participar en el foro que impulsa la Generalitat para presionar a favor de la consulta. Fomento no se sum¨® a la constituci¨®n del llamado Pacto Nacional por el Derecho a Decidir el 30 de junio, tras haber anunciado que s¨ª lo har¨ªa. Las presiones recibidas de uno y otro lado motivaron el desplante de ¨²ltima hora. Algunos socios no lo vieron bien. Otros s¨ª.
En cualquier caso, algo qued¨® claro en el encuentro: ninguna entidad catalana que se precie, por m¨¢s que se resista, puede vadear el debate. Y es que, pese a su total falta de concreci¨®n, la consulta monopoliza la vida pol¨ªtica en Catalu?a.
El CIS constata la pujanza de la v¨ªa independentista en su ¨²ltimo bar¨®metro
¡°Lo que estamos viviendo en Catalu?a solo es comparable a la Transici¨®n¡±, ejemplifica uno de los miembros de la direcci¨®n de Fomento para justificar el debate interno. Aunque inc¨®modo, los empresarios se disponen a abordar el asunto con la m¨¢xima prevenci¨®n. Se impone el equilibrio. No en vano el 72% de los catalanes opina que su comunidad no tiene suficiente autonom¨ªa y el 47% apuesta por un cambio de modelo pol¨ªtico, en el que Catalu?a sea un Estado independiente, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro de la Generalitat. La opci¨®n federal que han abrazado los socialistas logra el 21% de apoyos, mientras que mantener el actual modelo es la opci¨®n de otro 22%. Adem¨¢s, el a?o pasado, un 74% de los catalanes defend¨ªan abiertamente la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum. ¡°Queda claro que este asunto debe dirimirse preguntando a la gente¡±, certifica el director del Centro de Estudios de Opini¨®n de la Generalitat, Jordi Argelaguet.
El Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) no pregunta directamente por el posicionamiento ante un refer¨¦ndum de independencia, pero en su ¨²ltimo sondeo estima que el 40,6% de los catalanes son partidarios de que Espa?a permita a Catalu?a ¡°convertirse en Estado independiente¡±. Es la opci¨®n mayoritaria, frente a un 25,6% que se contentar¨ªa con un mayor autogobierno o un 17,6% que aboga por mantener el statu quo. El presidente de Metroscopia, Jos¨¦ Juan Toharia, considera que no est¨¢ escrito que vaya a ganar la opci¨®n secesionista, pero advierte con firmeza: ¡°La consulta es imparable y se har¨¢, ya sea por la v¨ªa legal, ilegal o paralegal¡±.
La idea de la independencia fascina en un sector nada desde?able de la sociedad catalana. ¡°En un momento de crisis como el actual, en que dependemos de Bruselas, de los mercados y de no se sabe bien qu¨¦ m¨¢s, ?a qui¨¦n no le atrae la idea de ser independiente?¡±, reflexiona Toharia, quien tambi¨¦n rese?a que, por ahora, el debate se est¨¢ centrando demasiado en aspectos sentimentales y no racionales. ¡°Todav¨ªa estamos en el pr¨®logo del debate, en el derecho a decidir, no hemos entrado en materia¡±. En parte, seg¨²n Toharia, porque el Gobierno central se ha resistido a entrar en el fondo de la cuesti¨®n m¨¢s all¨¢ de rechazar las pretensiones de los nacionalistas catalanes.
Mas acusa el desgaste de los recortes y Junqueras se beneficia del r¨¦dito soberanista
El Ejecutivo de Mariano Rajoy pone el foco del debate en la ilegalidad del refer¨¦ndum y los nacionalistas catalanes en pedir una soluci¨®n ¡°pol¨ªtica¡±. El catedr¨¢tico de Derecho de la Universidad de Barcelona Enoch Albert¨ª no renuncia a la v¨ªa legal. ¡°La consulta es posible desde un punto de vista Constitucional; se puede hacer por el art¨ªculo 92 de la Constituci¨®n o, como en Escocia, por la v¨ªa de la delegaci¨®n de competencias, el 150.2¡±. Eso s¨ª, en ambos casos es necesario un acuerdo pol¨ªtico entre Gobierno y Generalitat, algo impensable a d¨ªa de hoy.
Albert¨ª forma parte del grupo de personalidades que Artur Mas ha reclutado en el llamado Consejo de Transici¨®n Nacional. Estos d¨ªas el colectivo de asesores est¨¢ enfrascado en hacer una propuesta para celebrar la consulta. En su seno hay posicionamientos muy distintos, y divisi¨®n respecto a si se podr¨ªa preguntar abiertamente por la independencia sin chocar frontalmente con la Constituci¨®n.
De hecho, a d¨ªa de hoy, no ha trascendido qu¨¦ es lo que quiere preguntar exactamente Artur Mas a los catalanes.
De hecho, a d¨ªa de hoy, no ha trascendido qu¨¦ es lo que quiere preguntar exactamente Artur Mas a los catalanes. Esta inconcreci¨®n favorece enormemente los intereses del presidente y de Converg¨¨ncia i Uni¨®, pues una pregunta muy directa sobre la independencia no generar¨ªa consenso ni siquiera dentro de la federaci¨®n. ¡°Mas juega unas cartas y Josep Antoni Duran, otras¡±, recuerda el catedr¨¢tico de sociolog¨ªa de la Universidad Pablo de Olavide, Xavier Coller, quien ve ¡°atrapado¡± al presidente catal¨¢n porque ¡°se ha comprometido a hacer una cosa que legalmente no es factible¡±.
Coller, como el resto de los expertos consultados, alerta de que la ¡°frustraci¨®n¡± que generar¨ªa no poder hacer la consulta llevar¨ªa a un escenario ¡°pol¨ªticamente diab¨®lico¡±. Por esto el soci¨®logo entiende que habr¨¢ que tomar nota de qui¨¦n ha conducido a esta situaci¨®n. Coller cree que la consulta es un paso m¨¢s de la divisi¨®n de intereses entre las ¨¦lites pol¨ªticas catalanas y los ciudadanos de a pie. Sin negar que hay cierto grado de incomprensi¨®n entre Catalu?a y el resto de Espa?a, incide en que ¡°parte de las ¨¦lites catalanas no comprenden los problemas m¨¢s urgentes de los catalanes¡±. Las relaciones entre Catalu?a y Espa?a son solo el cuarto problema, por detr¨¢s del paro, la econom¨ªa y la insatisfacci¨®n con los pol¨ªticos, seg¨²n muestran algunos sondeos demosc¨®picos.
El drama para el Gobierno catal¨¢n es que es Mas quien sufre el desgaste de los tres grandes problemas de la sociedad catalana, mientras que su socio de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, se beneficia de los r¨¦ditos de la insatisfacci¨®n con Espa?a. De momento, los republicanos no han asumido ninguna decisi¨®n impopular de calado, de manera que, a ojos de muchos ciudadanos, Mas es el pol¨ªtico de los recortes, mientras que Junqueras es el de la independencia. De ah¨ª que ERC aspire a convertirse en primera fuerza pol¨ªtica, como ya sucedi¨® durante la Segunda Rep¨²blica.
La sensaci¨®n generalizada es que Artur Mas, llegado a este punto, no puede dar marcha atr¨¢s. ¡°La consulta es la ¨²nica salida razonable para contarse, saber c¨®mo est¨¢n las cosas y ser capaces de negociar la relaci¨®n Catalu?a-Espa?a en un escenario posauton¨®mico¡±, dice el fil¨®sofo y periodista Josep Ramoneda. Con todo, considera que la opci¨®n m¨¢s plausible son las elecciones plebiscitarias. ¡°Despu¨¦s, en funci¨®n del resultado, se tendr¨¢ que acabar negociando¡±, agrega.
La decana del Colegio de Polit¨®logos de Catalu?a, Anna Par¨¦s, aboga tambi¨¦n por buscar alternativas a la consulta. Una son las elecciones plebiscitarias, pero antes ¡°hay que agotar la v¨ªa del di¨¢logo¡±. Para el historiador Joan B. Culla, la consulta ser¨ªa una medida casi higi¨¦nica. ¡°Realmente hay gente que no est¨¢ a favor de la independencia, pero considera que la ¨²nica manera de salir de este laberinto es hacer la consulta¡±. ¡°Si gana el no, se deber¨¢ asumir con deportividad, y si gana el s¨ª, se abre un periodo de negociaciones¡±.
En cualquier caso, Culla no ve indicios de que se pueda volver a la situaci¨®n previa al a?o 2000, con pactos de CiU en el Congreso que permit¨ªan sobrellevar el problema catal¨¢n. ¡°La ¨²nica manera te¨®rica de volver donde est¨¢bamos es el modelo del 7 de octubre de 1934 [cuando se suspendi¨® la autonom¨ªa por la proclamaci¨®n del Estado catal¨¢n], con la Generalitat ocupada por la Guardia Civil¡±.
Y es que con la sentencia del Tribunal Constitucional del a?o 2010 sobre el Estatuto catal¨¢n muchas complicidades entre Catalu?a y el resto de Espa?a quedaron irremisiblemente rotas. La recomposici¨®n se antoja dif¨ªcil y cada vez son m¨¢s quienes quieren pasar p¨¢gina.
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