Refer¨¦ndum permanente

?No se le ha ocurrido a nadie en el Gobierno de la naci¨®n que Catalu?a puede hacer inviable el funcionamiento del sistema pol¨ªtico espa?ol? ?Y que puede hacerlo de manera constitucionalmente- inobjetable, sin necesidad de ¡°accidentes insurreccionales¡± (Joaquim Coll, EL PA?S, 11 de julio 2013) que puedan acabar siendo residenciados ante el Tribunal Constitucional?

Cuando escribo Catalu?a me refiero a la mayor¨ªa parlamentaria extraordinariamente amplia que se ha ido configurando en torno a la exigencia de un refer¨¦ndum sobre el llamado ¡°derecho a decidir¡±. Dicha mayor¨ªa se ha hecho visible en las elecciones celebradas desde oto?o de 2010 y, seg¨²n indican diversos estudios de opini¨®n, no deja de crecer.

Esta mayor¨ªa parlamentaria dispone en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol de instrumentos para imponer su propia agenda pol¨ªtica y acabar ganando la batalla de la opini¨®n p¨²blica con consecuencias potencialmente irreversibles para la integridad territorial del Estado. La negaci¨®n del Gobierno de la naci¨®n a tomar en consideraci¨®n siquiera la posibilidad de negociar la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum va a conducir a que la vida pol¨ªtica en Catalu?a se convierta en una suerte de refer¨¦ndum permanente en los dos pr¨®ximos a?os.

El concierto celebrado recientemente en el Camp Nou es un buen bot¨®n de muestra de lo que se avecina. A continuaci¨®n viene la Diada, que seguir¨¢ el modelo de las de los dos ¨²ltimos a?os as¨ª como el de la manifestaci¨®n contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la reforma del Estatuto de autonom¨ªa, que fue el punto de partida de todo lo que est¨¢ ocurriendo.

Los dos pr¨®ximos a?os van a ser los decisivos. En 2014 van a confluir las elecciones europeas en mayo y la Diada del tricentenario en septiembre, que se celebrar¨¢ siete d¨ªas antes del refer¨¦ndum sobre la independencia en Escocia. Las elecciones europeas van a ser materialmente un refer¨¦ndum en torno a la identidad de Catalu?a como naci¨®n en el seno de la Uni¨®n Europea. No creo que sea descartable una candidatura nacionalista ¨²nica con figuras relevantes de la sociedad catalana con un solo punto program¨¢tico: Som Una Naci¨®. Aunque el Tribunal Constitucional diga que Catalu?a no es una naci¨®n, aqu¨ª estamos. Ante un planteamiento de esta naturaleza, los partidos con v¨ªnculos con los partidos de gobierno de Espa?a, PP y PSC-PSOE, quedar¨ªan marginados. En la estela del resultado electoral europeo, la celebraci¨®n de la Diada del tricentenario no podr¨ªa dejar de tener una naturaleza referendaria.

2015 podr¨ªa empezar con la celebraci¨®n de elecciones parlamentarias, en las que se solicitara un mandato claro e inequ¨ªvoco para que el Parlamento solicite al Gobierno de la naci¨®n la convocatoria del refer¨¦ndum. Como es f¨¢cil entender, se mantendr¨ªa la marginaci¨®n del PP y PSC-PSOE, y el mandato se aprobar¨ªa con una mayor¨ªa aplastante. ?Puede el Gobierno de la naci¨®n en estas circunstancias no atender la solicitud? En el caso de que no la atendiera, ?hay alguna duda de lo que ocurrir¨ªa en mayo en las elecciones municipales? ?Hay alguna duda del ambiente en que se celebrar¨ªa la Diada en septiembre, dos meses antes de que se celebren las elecciones generales? ?Podr¨ªa descartarse que se plantearan dichas elecciones como un refer¨¦ndum negativo, como un refer¨¦ndum de rechazo, neg¨¢ndose los partidos que integran esa mayor¨ªa aplastante en Catalu?a a presentar candidaturas al Congreso y al Senado? ?Qui¨¦n gestiona el sistema pol¨ªtico espa?ol en esas condiciones?

Este es el escenario al que nos conduce o, mejor dicho, nos puede conducir, la posici¨®n del Gobierno de la naci¨®n en torno a no tomar en consideraci¨®n siquiera la convocatoria del refer¨¦ndum. Ni uno solo de los pasos que puede dar la mayor¨ªa parlamentaria catalana es objetable en t¨¦rminos constitucionales. Todos son resultado del ejercicio de derechos constitucionales. En consecuencia, el Gobierno se ver¨ªa privado de su ¨²nico instrumento de respuesta: el Tribunal Constitucional. Supondr¨ªa el ejercicio de derechos constitucionales para hacer imposible la aplicaci¨®n de la Constituci¨®n como Constituci¨®n espa?ola en Catalu?a. Pero todo de manera constitucional y sin posibilidad de recurso.

Quiero decir que la no negociaci¨®n con el Gobierno y el Parlamento de la Generalitat en torno a la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum no es una opci¨®n para quienes pretendan mantener la unidad pol¨ªtica del Estado. Espero y deseo que todav¨ªa estemos a tiempo de que la negociaci¨®n pueda entablarse. Pero tengo la impresi¨®n de que estamos al l¨ªmite.