Espiritualidad con lista de espera
Los centros de jesuitas y benedictinos agotan las plazas de vacaciones este verano Los asistentes son tanto creyentes como agn¨®sticos
Suenan con constancia las l¨ªneas de tel¨¦fono en el centro de espiritualidad de los jesuitas en Manresa. Y ese sonido mec¨¢nico desvela una demanda muy honda. Las plazas para las actividades que se ofrecen este verano en la Cova Sant Ignasi - ejercicios espirituales, cursos de meditaci¨®n o danza m¨ªstica - se encuentran pr¨¢cticamente agotadas y hay gente que se apunta en lista de espera, por si a ¨²ltima hora alguien falla. Incluso hay quien, a la vista de tan alta demanda, pregunta si puede apuntarse ya para el verano de 2014 y, en algunos cursos concretos, hasta eso resulta imposible porque tambi¨¦n est¨¢n ya agotadas. "Hay mucho inter¨¦s por la espiritualidad. En los ¨²ltimos a?os, la demanda ha ido en ascenso. Las personas tiene necesidad de valores, de silencio, en un mundo lleno de ruido", opina el director del centro, Francesc Riera, que interpreta que "estamos viviendo el final de un paradigma construido sobre el positivismo, cuyo fracaso se ha manifestado en esta crisis monumental".
No se puede dibujar el perfil del demandante tipo de esta especie de vacaciones del alma. Porque no existe. "Es "extraordinariamente variado", explica Riera. Hay j¨®venes de 14 a?os y ancianos de 80. Creyentes y no creyentes. Pese a ser un centro cat¨®lico, de las 5.000 personas que aproximadamente pasan cada a?o por el centro de espiritualidad, no todos son cat¨®licos. "Los agn¨®sticos reclamamos espiritualidad", explica Riera que le dijo un amigo. "Hay personas no creyentes, pero a quienes el cultivo de su interioridad s¨ª les resulta importante", aclara. Por eso mismo, el director del centro no puede calcular el porcentaje de creyentes y agn¨®sticos que solicitan participar en alguna de las actividades que se ofrecen porque entiende que no se puede establecer una distinci¨®n n¨ªtida entre unos y otros. "Es muy dif¨ªcil decir qui¨¦n es agn¨®stico y qui¨¦n no: hay gente con dudas de fe", matiza. El espacio est¨¢ abierto a "cualquier persona que busque la experiencia de encontrarse a s¨ª misma y la propia verdad". A "buscadores de sentido", seg¨²n indica el programa de los cursos.
Por la Cova de Sant Ignasi, en Manresa, pasan al a?o unas 5.000 personas
La oferta estrella de los jesuitas son los ejercicios espirituales de un mes tal como los dise?¨® su fundador, San Ignacio de Loyola, en ese mismo lugar. Se trata un itinerario espiritual para ordenar la propia vida. Fue el fruto de una introspecci¨®n profunda que el santo hizo durante una estancia de once meses en la cueva desnuda de una monta?a, algo disfrazada ahora con m¨¢rmoles para convertirla en capilla y coraz¨®n del conjunto. Los ejercicios pueden hacerse personalizados o en grupo, del mes completo o resumidos para poder concentrarlos en periodos de cinco y ocho d¨ªas. Existe un debate acerca de si un no creyente puede seguirlos, porque el santo remite continuamente a la figura de Jes¨²s como modelo. Riera opina que s¨ª, porque Jes¨²s puede ser modelo de humanidad plena, de perfecci¨®n, incluso para quienes no creen en ¨¦l como Dios.
No obstante, el programa de actividades espirituales no se limita a los ejercicios sino que incluye un amplio abanico de cursos y talleres, algunos procedentes de otras tradiciones religiosas. Hay cursos de contemplaci¨®n de 20 d¨ªas con dieta vegetariana, meditaciones inspiradas en la tradici¨®n budista, danzas y actividades aprendidas del islam. El eneagrama, por ejemplo es un instrumento muy ¨²til para el autoconocimiento, seg¨²n Riera, que procede de la tradici¨®n musulmana al que se recurre como preparaci¨®n psicol¨®gica para los ejercicios.
Las actividades incluyen danzas y meditaciones de inspiraci¨®n oriental
Desde dentro del catolicismo, algunos observan con cierta sospecha esta apertura a otras religiones. El director del centro lo sabe y en cuanto se le menciona se pone a la defensiva. ?l mismo lo reconoce. "Los bailes del mundo suf¨ª son de una profundidad y una m¨ªstica impresionante y en el budismo hay piedras preciosas. ?Qu¨¦ pena si no nos aprovech¨¢semos!", dice. Opina que son "herramientas necesarias para revitalizar las liturgias europeas, cada vez m¨¢s secas". Recuerda que en la tradici¨®n ancestral judeocristiana tambi¨¦n se encuentran ritos de este tipo como las danzas del rey David ante el arca de la Alianza. "La danza es important¨ªsima en todas las religiones como medio de alabanza", explica.
Las cuatro estaciones
Tampoco los monjes benedictinos le hacen ascos a la m¨ªstica de otras tradiciones y tambi¨¦n obtienen muy buena acogida. Ofrecen actividades de Ikebana, arte floral japon¨¦s que propicia la meditaci¨®n en su centro de espiritualidad El Miracle ubicado en la comarca del Solson¨¦s, a unos 60 kil¨®metros del santuario de Montserrat del que dependen. All¨ª, en Montserrant, se realizan ejercicios espirituales, pero organizados desde fuera del santuario, los monjes ofrecen a los grupos simplemente el espacio. Las plazas para este verano est¨¢n igualmente llenas.
Es en El Miracle donde se realizan las actividades organizadas por una peque?a comunidad benedictina de cuatro monjes. Adem¨¢s de las tres tandas de ejercicios espirituales que se imparten en verano y que este agosto est¨¢ tambi¨¦n al completo, se pueden hacer otras actividades, como la llamada "oraci¨®n del coraz¨®n", una preparaci¨®n para vivir una "experiencia de desierto", con ayunos y largos periodos de silencio. Sorprendentemente, gusta especialmente a los j¨®venes, asegura el monje Ram¨®n Ribera, que fue prior de Montserrat y actualmente dirige El Miracle. La interpretaci¨®n de los sue?os combinando las teor¨ªas de Jung y la Biblia es otra de las posibilidades por las que se puede optar durante el invierno. Por ¨²ltimo: "Las cuatro estaciones" es una actividad que se realiza en cuatro fases, que se hacen coincidir con las cuatro estaciones del a?o, y cuenta con adeptos de todas las edades, "de 20 a 88 a?os", que tienen en com¨²n su gusto por la naturaleza, explica el director. Respecto al aumento de la demanda de espiritualidad suave pero constante que observa Riera en Manresa, Ribera no considera que haya cambios significativos respecto a otros tiempos: "Siempre ha habido gente que busca y distra¨ªdos", resume. Lo que s¨ª ve es un usuario fidelizado, que repite.
Como Montse Salvatella, una maestra de 56 a?os, que se encuentra actualmente haciendo ejercicios espirituales en El Miracle. Es la tercera vez que viene: "Son unos d¨ªas privilegiados", dice. "Vienes de una ciudad donde ves espacios cortos y llegas a un sitio con horizontes amplios, donde ves m¨¢s lejos. Los ojos se te van lejos", explica en un relato que suena a met¨¢fora de algo m¨¢s profundo. Es la segunda vez que Salvatella hace ejercicios espirituales en El Miracle y ha participado en las cuatro fases del curso Las cuatro estaciones, del que explica maravillas: "Es estupendo. Se lo recomendar¨ªa a todo el mundo, creyente o no creyente". "Comienza con la luna nueva de oto?o, cuando empieza a anochecer", explica con entusiasmo. Y va describiendo sensaciones: "Un paseo silencioso al atardecer en fila de a uno d¨¢ndose cuenta de c¨®mo la naturaleza se sabe desprender, la llegada a una ermita oliendo a incienso, las estrellas iluminando la noche oscura y con la nieve al lado, la explosi¨®n de las flores en primavera, una paella en el claustro... "Lo ordinario se vuelve extraordinario. Es una experiencia que te entra por los poros. A m¨ª me ha cambiado la vida... Bueno, no la vida, pero s¨ª mi punto de vista sobre la vida".
Un fuego que encienda otros fuegos
El complejo Cova Sant Ignasi de Manresa, compuesto por el santuario y el centro de espiritualidad, est¨¢ ubicado en un espacio de 10.500 metros cuadrados frente a las monta?as de Montserrat y cuenta con 70 habitaciones dobles, 30 literas para j¨®venes y 10 reservadas para los jesuitas. Se trata de un inmenso caser¨®n que se empez¨® a construir hace cuatro siglos sobre la cueva donde San Ignacio de Loyola consolid¨® su conversi¨®n, con la esperanza de que "un fuego encienda otros fuegos", seg¨²n reza el programa.
El precio aproximado por d¨ªa ronda los 50 euros, que incluye la pensi¨®n completa y la actividad. Los ejercicios de una semana cuestan 290. Recientemente, se ha emprendido una obra de remodelaci¨®n, con una inversi¨®n de cuatro millones de euros, que han logrado ganar un 33 por ciento de espacio ¨²til.
Unas 30.000 personas aproximadamente visitan la cueva de San Ignacio. El n¨²mero ha aumentado notablemente, un fen¨®meno que el director del centro atribuye al "efecto Francisco". El papa jesuita ha suscitado la curiosidad por conocer el santuario m¨¢s emblem¨¢tico de la compa?¨ªa de Jes¨²s.
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