Agitaci¨®n y alternativa
A las gentes interesadas en el traj¨ªn pol¨ªtico no les habr¨¢ pasado inadvertida la agitaci¨®n que sacude al PP auton¨®mico
Resulta cuanto menos llamativo el desenfado con que el PP madrile?o est¨¢ afrontando la grave crisis que lo sacude a ra¨ªz del culebr¨®n que protagoniza su extesorero, Luis B¨¢rcenas, que incluso ha puesto contra las cuerdas ¡ªy nunca mejor descrito¡ª al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, capaz de aguantar m¨¢s palos que una estera sin abrir la boca, y mucho menos decirlo donde debe, en las Cortes. En contraste con tal enroque, sus cofrades m¨¢s eminentes nos abruman con embustes que, sin embargo, no consiguen aventar la peste a sentina que despide la financiaci¨®n del partido, incluida la de sus despliegues electorales. Si algo positivo puede decantarse de este trance es la imperiosa necesidad de revisar el actual andamiaje institucional con vistas a una segunda transici¨®n, que en esta ocasi¨®n habr¨ªa de serlo hacia la decencia y la transparencia.
La vastedad de este esc¨¢ndalo, que por otra parte no ha hecho otra cosa que desvelar un vicio end¨¦mico de la vida p¨²blica espa?ola, podrida por tanta camarilla y carro?ero, ha servido tambi¨¦n para propiciarle una pausa a las pol¨ªticas perif¨¦ricas, cual es el caso de la valenciana. Mientras nos abstraemos en sucesos tales como las idas y venidas al centro carcelario de Soto del Real, la floraci¨®n de cuentas corrientes en para¨ªsos fiscales o el man¨¢ de sobresueldos que ha beneficiado al presuntamente hidalgo y decoroso clan dirigente del PP, hemos aligerado el seguimiento de los avatares pol¨ªticos de la Comunidad. Verdad es que por estos pagos la forzosa austeridad sobrevenida, rayana con la inanici¨®n, la actualidad se contrae principalmente a la queja, la penuria y la frustraci¨®n. Sin embargo, entre los pliegues de ese deprimente panorama, hay vida pol¨ªtica y, por m¨¢s chocante que nos pueda parecer, vida pol¨ªtica animada por los mismos fulanos y se?oras que han contribuido a hundirnos en esta miseria, decimos de los peperos.
A las gentes interesadas en el traj¨ªn pol¨ªtico no les habr¨¢ pasado inadvertida la agitaci¨®n que sacude al PP auton¨®mico, y singularmente a sus m¨¢s calificados dirigentes. Parecen haberse aprendido un manual de agitprop y andan movilizando el partido mediante comilonas, aplecs y discursos. Las encuestas de opini¨®n no les son favorables con vistas a las urnas, la desmoralizaci¨®n de las bases es evidente, las finanzas p¨²blicas ya no pueden amparar el clientelismo, el liderazgo de Alberto Fabra no cuaja e incluso resta, Rita Barber¨¢ es tan solo la car¨¢tula deforme de s¨ª misma, la patulea de cofrades imputados ya tiene las posaderas en el banquillo y, para acabarlo de arreglar, la sombra del tripartido ¡ªPSPV, Comprom¨ªs y EU¡ª es cada d¨ªa m¨¢s alargada. Ya pocos piensan en salvar el partido. Lo prioritario es asirse a un salvavidas para seguir montado en el machito.
Ante esta tesitura no faltan peperos que apuestan por adelantar las elecciones auton¨®micas y frenar as¨ª la degradaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica en curso y sin expectativas de enmienda. Tanto m¨¢s cuando no se atisba el menor brote verde que pudiera aliviar el desempleo y reparar algo los ¨¢nimos. Desde la ¨®ptica de la oposici¨®n esta es la opci¨®n menos favorable, pues lo id¨®neo ser¨ªa que el gobierno del PP se cociera y en su propia salsa mientras acaban de cuajar los programas y cuadros de la alternativa. Pero tampoco pasa nada si el relevo ha de producirse ma?ana: la izquierda tiene sobrados mimbres morales e intelectuales para darle sopas con honda a esta derecha caduca que gobierna.
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