Se vende droga en casa social

La cobra siempre ha sido el s¨ªmbolo de la secci¨®n de peque?o tr¨¢fico de droga la Udyco de C¨¢diz, la unidad contra la delincuencia y el crimen organizado del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Pero apenas hace un a?o que su jefe lleva a todas partes como s¨ªmbolo una cabeza de serpiente de metal. La encontr¨® tras una intervenci¨®n en el Cerro del Moro, uno de los barrios donde m¨¢s act¨²a este grupo policial formado por solo cinco agentes. Son los que luchan contra el menudeo en las esquinas, contra el tr¨¢fico en bares y discotecas y el intercambio de sustancias en ferias y conciertos. Tambi¨¦n los que descubren con asombro que viviendas sociales son utilizadas como supermercados de hach¨ªs, coca¨ªna y hero¨ªna. Son cinco pero muy activos. Siempre al acecho. ¡°La cobra siempre muerde¡±. Es su lema.

El grupo de peque?o tr¨¢fico no suele llevarse grandes felicitaciones. No lucen como los enormes alijos de varias toneladas. El jefe, que guarda el nombre por confidencialidad, asume su trabajo discreto. ¡°En la tele salen las grandes intervenciones pero cuando el vecino la apaga y se asoma a la ventana lo que ve es el peque?o traficante que vende en su calle y le hace la vida imposible. De nada sirve atajar los grandes tr¨¢ficos si no controlamos lo que se vende en los barrios¡±.

El jefe de la brigada de la polic¨ªa judicial, Jos¨¦ Manuel Menacho, define a este grupo como el del ¡°pim pam pum¡±. Est¨¢n para resolver problemas. No pueden detenerse en largas investigaciones. Por eso, entre sus m¨¦todos, apenas hay intervenciones telef¨®nicas. Se basan en las notificaciones de las patrullas y en el creciente respaldo vecinal que ha empezado a perder el miedo y est¨¢ denunciando. Dos cosas han facilitado este cambio: las conferencias y charlas del grupo de Participaci¨®n Ciudadana, que ha roto las barreras entre las asociaciones de vecinos y los colectivos sociales con la Udyco, y las facilidades que otorga Internet. El correo antidroga@policia.es cada vez recibe m¨¢s mensajes. ¡°Est¨¢ resultando muy eficaz¡±, dice Menacho.

El jefe del grupo adem¨¢s de la cabeza de una cobra como mascota, tiene muchos lemas. ¡°La cobra cuando pica, pica de verdad¡±. Tambi¨¦n le gusta decir que ¡°el informante es sagrado¡±: se preserva su identidad para evitar represalias. Siempre van con pasamonta?as en las operaciones policiales. ¡°Para que los malos no nos reconozcan¡±, explica. En la oficina les espera un abultado papeleo; en la calle, largas esperas camuflados en un veh¨ªculo, aguardando el momento oportuno para demostrar que una esquina, en una calle o en una casa se est¨¢ vendiendo droga. ¡°No nos podemos adelantar ni llegar tarde. Hay expertos en deshacerse de papelinas en cuesti¨®n de segundos. Algunos las guardan en los anillos y al levantar las manos las tiran¡±, relata.

Ahora el grupo tiene m¨¢s de 60 casos abiertos. Carpetas que pueden acumular meses pero que la secci¨®n nunca termina de cerrar hasta no capturar ¡°a los malos¡±. Ya piensan en pr¨®ximas operaciones. Su vista la tienen fijada en una conocida plaza del centro de C¨¢diz donde se trapichea sin tapujos. Acaban de detener a dos j¨®venes que vend¨ªan entre los jardines de la Alameda y no hace mucho detuvieron a una conocida del Cerro del Moro, la Lolita. ¡°Ten¨ªa un supermercado en el barrio. Vend¨ªa de todo. Cuando la encontramos estaba puesta hasta arriba. Ahora est¨¢ en prisi¨®n. Creo que la hemos salvado de morir¡±. A su casa entraron con un ariete que revent¨® la puerta en plena madrugada. No es habitual pero forma parte de las intervenciones en que se teme que la droga y otras pruebas puedan ser destruidas.

Al jefe del grupo no le gusta que viviendas sociales del Ayuntamiento y la Junta sean usadas para traficar. Es algo que est¨¢ ocurriendo. ¡°Como no son suyas, nadie se las puede embargar pero en vez de usarse para lo que deb¨ªan servir se est¨¢n utilizando para delinquir. No deber¨ªa permitirse¡±. Por eso los responsables policiales han iniciado conversaciones con ambas administraciones para buscar f¨®rmulas con las que echar a los inquilinos de viviendas p¨²blicas que las utilicen para vender droga.

A los Cobra se les ha visto este pasado fin de semana en un festival de m¨²sica en Rota. ¡°Hicimos m¨¢s de 300 cacheos¡±, dice el jefe. Solo el grupo de peque?o tr¨¢fico levant¨® ese d¨ªa m¨¢s de 61 actas por tenencia de drogas. ¡°Es como si pensaran que en Espa?a hay permisividad, como si no les pasara nada¡±. La tenencia de peque?as cantidades para consumo propio no es delito pero s¨ª acarrea una sanci¨®n administrativa con multas que pueden ir de los 300,52 a los 30.050,61 euros. Las charlas de los agentes de Participaci¨®n Ciudadana tambi¨¦n se han dirigido a turistas y extranjeros para hacerles llegar la normativa. ¡°Hay varios perfiles: Est¨¢n los que usan la droga con alegr¨ªa; los que trafican para pagarse lo que consumen; los que lo hacen para subsistir; y los que quieren enriquecerse¡±. Para todos, ah¨ª est¨¢n los Cobra. Sin distinciones.