Un aleteo perturbador

Provocadora, moderna y vital result¨® Lac (2011), la cautivadora coreograf¨ªa de Jean-Christophe Maillot (Tours, 1960) para su compa?¨ªa, Les Ballets de Monte-Carlo. Es su particular versi¨®n del c¨¦lebre El lago de los cisnes de Chaikovski y Petipa, que en sus manos muda en un apasionante y din¨¢mico thriller salpicado de color y excelente baile. M¨¢s de 30 magn¨ªficos int¨¦rpretes convirtieron el Castell de Peralada en un escenario de arrollador baile.

Maillot, que ya ha versionado otros hitos como Romeo y Julieta (1996), Cenicienta (1999) y La Bella (2001), aparca la coreograf¨ªa de Petipa e Ivanov y apuesta por distorsionar el cl¨¢sico para crear un ballet protagonizado por hombres y mujeres contempor¨¢neos con sus miedos, anhelos y contradicciones. Son ¨¦stas las que gu¨ªan aqu¨ª el baile: el blanco opuesto al negro. El amor apuesto al odio. La inocencia opuesta al erotismo. La noche opuesta al d¨ªa.

El p¨²blico no ve los fragmentos de virtuosismo cl¨¢sicos: ni el cisne blanco ni el negro realizan los famosos 32 fouett¨¦s. No, Maillot ha ilustrado la m¨²sica de Chaikovski a trav¨¦s de un vocabulario fluido y caudaloso, desnudando la danza cl¨¢sica del gesto rom¨¢ntico en pos del gesto vital. Otro acierto es haber convertido al malvado Rothbart en una bella mujer, aqu¨ª la magistral bailarina Maude Sabourin. El pr¨ªncipe, Lucien Postlewaite, enfrenta sus miedos al amor. Odette, el cisne blanco, y Odile, el cisne negro, representan la inocencia y el erotismo en la mujer. Anjara Ballesteros y Noelani Pantastico, respectivamente, realizan una soberbia interpretaci¨®n. En un gui?o, Maillot viste de negro a Odette y de blanco a Odile.

El core¨®grafo franc¨¦s ha colaborado con Jean Rouaud (premio Goncourt) para convertir el argumento cl¨¢sico en un drama moderno. Tambi¨¦n la di¨¢fana escenograf¨ªa de Ernest Pignon-Ernest y el sofisticado vestuario de Philippe Guillotel, son claves de este excepcional montaje.

La primera parte del espect¨¢culo, en el palacio, es una explosi¨®n de color. El trabajo coral destila vitalidad y juventud. Los trajes de las mujeres son seductores vestidos de noche que combinan con imaginaci¨®n los colores. Su trabajo de puntas es impecable. El elenco masculino es din¨¢mico y de gran precisi¨®n t¨¦cnica.

En la segunda parte de Lac, los cisnes son hermosas mujeres, que no visten los cl¨¢sicos tut¨²s si no ligeros dise?os, adornados con plumas. Aqu¨ª los cisnes son mujeres fuertes con un aleteo de brazos perturbador y audaz. Al final, una gran cortina negra arranca y arrastra del escenario los miedos de los protagonistas. Palpita un gusto surrealista en este bello Lac.