Los franciscanos dejan el convento de Herb¨®n en medio de una guerra vecinal
Tres d¨ªas despu¨¦s de que expirase el plazo de la Xunta para declararlo BIC, a los frailes se les notific¨® el cierre de la comunidad que origin¨® el pimiento de Padr¨®n
Los ¨²ltimos dos frailes que a diario limpiaban de maleza, cuidaban y ventilaban los 48.000 metros cuadrados de piedra y memoria del convento de Herb¨®n, en Padr¨®n, ya tienen preparada la maleta. Miguel ?ngel Barreiro, que llevaba solo dos a?os en la casa, tendr¨¢ como nuevo destino la comunidad de Ponteareas. El prior, Roberto Freire, se ir¨¢ despu¨¦s de seis a?os a la vera del Ulla a engrosar el peque?o grupo franciscano que hace poco tiempo se hizo cargo de la iglesia de O Cebreiro. Con la marcha de estos dos religiosos, se cierra una comunidad que permanece abierta, de forma casi continuada, desde hace seis siglos, y que cambi¨® la econom¨ªa local cuando introdujo el cultivo de un pimiento picante procedente de las misiones franciscanas en la zona fronteriza entre Estados Unidos y M¨¦xico.
La comunicaci¨®n interna del provincial de los franciscanos, Jos¨¦ Antonio Casti?eira, notific¨¢ndoles la marcha e informando escuetamente que la casa ¡°se gestionar¨¢ pastoralmente desde Santiago¡± se produjo el viernes 26. Casualmente tres d¨ªas despu¨¦s de expirar el plazo en el que Patrimonio ten¨ªa que decidir declarar, o no, el hist¨®rico cenobio Ben de Interese Cultural (BIC).
Hac¨ªa 15 d¨ªas que los representantes del convento (solicitantes con diversos colectivos culturales de la catalogaci¨®n del monumento fundado en 1396) hab¨ªan pedido una entrevista en la Xunta para conocer la suerte del edificio. Hoy, sigue siendo un misterio para ellos la decisi¨®n que ha tomado Patrimonio, pero de ella depend¨ªa que la guerra declarada en la parroquia cesase o se recrudeciera.
Desde 2009, poco despu¨¦s de que un grupo inmobiliario compostelano tantease a la orden para convertir el edificio en un macrohotel de lujo, varias asociaciones piden para el conjunto de Herb¨®n el t¨ªtulo de BIC. Esta declaraci¨®n era crucial, seg¨²n argumentan, para lograr diversas subvenciones institucionales, incluido el 1% del Ministerio de Fomento, que se destinar¨ªan a la restauraci¨®n urgente del inmueble, que amenaza ruina. El enfrentamiento entre los frailes y estas asociaciones por una parte, y el alcalde popular, Antonio Fern¨¢ndez Angueira, junto con un grupo vecinal por otra, estall¨® precisamente por esta causa. Ni el regidor local ni los socios de la vieja cooperativa Pimerb¨®n, gobernada por el exconcejal del PP Jos¨¦ Rivera Magari?os, quer¨ªan para el lugar lo que ellos llamaban la ¡°afectaci¨®n¡± que conllevar¨ªa una distinci¨®n patrimonial de tal calibre.
Una empresa de Santiago proyect¨® construir un hotel en el cenobio
R¨¢pidamente, seg¨²n los partidarios del BIC, una voz con intereses poco claros extendi¨® rumores entre los parroquianos. Empez¨® a circular que la Xunta obligar¨ªa a derribar galpones e invernaderos ilegales; que nadie iba a poder poner un ladrillo sin que mediasen mil quebraderos administrativos; que los propietarios de las plantaciones de pimiento tendr¨ªan que tapar la vista de los pl¨¢sticos con un cierre de tuyas. Y entonces se declar¨® la guerra. El prior advert¨ªa hace un a?o que alg¨²n d¨ªa terminar¨ªa contando todo lo que pas¨® y se?alando a los protagonistas, pero ahora permanece en silencio. Entonces le pod¨ªa la rabia. Le acababan de envenenar a los dos perros, y la m¨¢s alegre, una pastora de nombre Alma, no lleg¨® viva a la cl¨ªnica veterinaria, fulminada por una potente dosis de estrictina disfrazada en la comida. El labrador, Simba, se recuper¨®.
Adem¨¢s, en horario nocturno y con voces distorsionadas, los frailes, que entonces eran tres e incluso hab¨ªan llegado a ser cinco, recib¨ªan llamadas an¨®nimas con amenazas. Una de estas les anunci¨® la muerte de los canes. Otras, que iban a lograr echarlos de all¨ª, y que har¨ªan llegar a los superiores de la orden informaciones sobre su vida personal con el prop¨®sito de desacreditarlos.
Ayer, entre los superiores, este diario solo pudo hablar con el segundo en rango, Francisco Castro, vicario provincial. Seg¨²n ¨¦l, la orden atraviesa una fase de ¡°terreno bald¨ªo¡± en la que ¡°se reorganizar¨¢n las presencias¡± en las casas de la provincia (que abarca Galicia, Asturias, Le¨®n, Zamora, Salamanca y tambi¨¦n Venezuela). ¡°Ya hubo a?os en los que Herb¨®n estaba vac¨ªo y hab¨ªa en Santiago un fraile encargado¡±, defiende. Y aunque se declara desconocedor del futuro que le depara al convento, la ¡°voluntad¡±, seg¨²n ¨¦l, es que vuelva en alg¨²n momento a estar habitado. Descarta, adem¨¢s, que el cierre aboque a la marcha a los colectivos a los que la orden, con el este prior, cedi¨® espacios con la idea de devolver la vida al convento: ¡°Hay convenios firmados¡±, asegura. Son la Asociaci¨®n de Amigos do Cami?o, el proyecto para menores en riesgo Viravolta, Amipa (asociaci¨®n de familias de ni?os con discapacidad del Sar), el Instituto de Estudios Irienses, Sementar (¡°asociaci¨®n cultural y medioambiental¡±), y Seminario Galego de Educaci¨®n para a Paz.
Ellos creen que tendr¨¢n que marchar. ¡°Los que alimentaron esta guerra sucia han ganado otra batalla, pero no son conscientes de lo que perder¨¢n si se muere el convento¡±, dice un miembro de uno de los colectivos. ¡°El alcalde presion¨® de forma tremenda al provincial de la orden para echar al prior, se lo exigi¨® expresamente en una reuni¨®n¡±, asegura Manuel Dios, presidente de Educaci¨®n para a Paz. ¡°Y la orden se ha plegado a sus intereses¡±.
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