Ilusiones derretidas
Los toros de Palha no respondieron a la talla de a?os anteriores en una tarde de calor sofocante
![El torero Paco Ure?a durante una faena en la feria de Azpeitia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GTM6F4D4QXFQPQNIAHEN3ZOVHA.jpg?auth=0a791ffd4e88b5c574a77247fbbd855eefc8354657c099917e7635a80e80244d&width=414)
La trayectoria de la ganader¨ªa de Palha en Azpeitia est¨¢ jalonada de ¨¦xitos y hasta ayer era casi una tradici¨®n un buen encierro portugu¨¦s el d¨ªa de San Ignacio. Pero no fue el d¨ªa y los astados del centenario hierro luso no respondieron a las expectativas.
S¨®lo hubo dos toros que se salvaron, los dos ¨²ltimos. Los cuatro primeros se rajaron tan pronto como pudieron. Ni siquiera llegaron a hacer una buena pelea en varas. Lejos quedaron los casi veinte puyazos de la corrida del a?o pasado; ayer se cambiaron los toros con un encuentro con el caballo. Despu¨¦s se vinieron a tablas haciendo insulsa cualquier labor de los toreros.
Y Azpeitia no era lugar ayer para espect¨¢culos pesados, porque el sofocante calor convert¨ªa en una tortura la presencia de espectadores en los tendidos de sol, con m¨¢s de cuarenta grados en la piedra. Las ilusiones del comienzo del festejo, cuando se entregaron los trofeos al mejor toro, de Palha, y al mejor torero, Paco Ure?a, se fueron derritiendo entre los aficionados con un cada vez r¨¢pido flamear de abanicos.
Hasta que sali¨® el quinto. Toro serio, grande y con pitones, que la cuadrilla de Aguilar no quiso ver en el tercio de banderillas. Pero el madrile?o acept¨® la pelea ante un animal con pies y mucha emoci¨®n en cada envite. Pareci¨® entenderlo en dos vibrantes series con la derecha en los medios. Hubo m¨¢s clase, aunque menos vibraci¨®n por el pit¨®n izquierdo despu¨¦s. El toro, encastado, quer¨ªa arrebatar la muleta del matador con tal genio que cambi¨® el sino del festejo. Sin embargo, bien por la herida en la cara o bien por el esfuerzo que requer¨ªa Lumbrero, Aguilar acort¨® la faena y tom¨® el estoque. No aguant¨® el combate con un toro que exig¨ªa mucho, quiz¨¢s demasiado hasta para un torero tan poderoso como el madrile?o. Un bajonazo dej¨® todo su esfuerzo en una ovaci¨®n saludada desde el tercio.
Segunda de feria
Seis toros de Palha, bien presentados, mansos los cuatro primeros y encastados y emocionantes los dos ¨²ltimos. Manuel Escribano, estocada trasera (silencio) y media estocada y cuatro descabellos (silencio). Alberto Aguilar, media estocada, dos pinchazos y estocada trasera (silencio tras un aviso) y pinchazo y estocada baja (saludos). Paco Ure?a, cuatro pinchazos y descabello (silencio) y estocada casi entera (saludos).
Salud¨® Miguel Mart¨ªn, banderillero de Paco Ure?a, en el tercer toro.?Paco Ure?a fue atendido de una subluxaci¨®n en el hombro derecho, producida al entrar a matar al tercer toro, que no le impidi¨® continuar la lidia. Alberto Aguilar fue atendido por una herida de un puntazo en el p¨®mulo derecho, producido en el quinto de la tarde.
Plaza de Azpeitia. 31 de julio de 2013. Casi lleno. Segunda de Feria.
El sexto toro tambi¨¦n mereci¨® mejor entendimiento. Ure?a sali¨® decidido y se not¨® la buena condici¨®n en unas emocionantes ver¨®nicas hasta los medios. Lleg¨® el primer puyazo interesante de la tarde, pero incomprensiblemente el matador pid¨® el cambio de tercio y evit¨® un segundo encuentro. Un burel poderoso que se qued¨® crudo para la muleta.
Por si fuera poco, en el segundo muletazo, un ayudado por alto, Peluquito le abri¨® la taleguilla. El de Palha ped¨ªa mando y que le sometiesen por abajo, pero quiz¨¢s por la lesi¨®n en el hombro el matador acab¨® desbordado, sin saber en ning¨²n momento c¨®mo confeccionar una faena.
Y as¨ª se desvaneci¨® una calurosa tarde, que hab¨ªa abierto Manuel Escribano. El sevillano recibi¨® a sus dos enemigos de rodillas, puso emoci¨®n en dos meritorios pares al quiebro, pero se coloc¨® excesivamente cerca para acabar de ahogar a dos rajados toros de Palha.
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