El des(a)tino y el cambio

Esta comedia rom¨¢ntica sobre la posibilidad de cambiar, o de enderezar lo que parec¨ªa torcido irremediablemente, gran ¨¦xito del festival de Edimburgo de 2009 (estrenada despu¨¦s por doquiera), llega a Madrid por fin, en un montaje bien orquestado por Roberto Romei e interpretado con gracia, encanto y desenvoltura por Itziar Atienza e I?aki Font. A medianoche (Midsummer) narra el encuentro entre Bob, cuya juvenil vocaci¨®n de escritor y m¨²sico a sus 35 a?os parece definitivamente estrellada contra una realidad inmisericorde (se gana la vida vendiendo art¨ªculos de procedencia dudosa), y Helena, abogada matrimonialista, cuya relaci¨®n sentimental con un casado tiene un futuro gris, tirando a negro.

Plantada en la taberna donde su amante la hab¨ªa citado por el expeditivo procedimiento del mensaje al m¨®vil en el ¨²ltimo minuto, Helena echa una mirada r¨¢pida a la barra, ve a Bob, solo y con cara de fastidio; se acerca a invitarlo a compartir la car¨ªsima botella de vino que acaban de servirle, y termina emborrach¨¢ndose con ¨¦l y pisando los charcos que jalonan Edimburgo en esa noche de San Juan (de ah¨ª el t¨ªtulo ingl¨¦s original, un gui?o a Sue?o de una noche de verano), mientras se dirigen a casa de ella para materializar sus deseos m¨¢s ¨ªntimos.

Helena y Bob narran lo que les sucedi¨® esa noche y durante el resto del fin de semana, lo comentan con el p¨²blico, lo representan luego y a veces invitan a imaginarlo con un encuadre y un movimiento de c¨¢mara determinados; mientras sus int¨¦rpretes pasan a encarnar tambi¨¦n, cuando hace falta, a una parte de la pl¨¦yade de personajes epis¨®dicos con los que van top¨¢ndose durante su decisiva aventura..

Greig combina lo dram¨¢tico con lo narrativo y lo cinematogr¨¢fico sin que se aprecie la costura entre lenguajes tan dis¨ªmiles, salta de una localizaci¨®n a otra sin hacer uso de utiler¨ªa ni de elementos escenogr¨¢ficos, airea las contradicciones entre lo que sus personajes hacen, lo que dicen y lo que piensan, y Romei resuelve las escenas de sexo, tan comprometidas siempre, sin que sus actores se rocen, lo cual resulta muy eficaz esc¨¦nicamente..

Por el despliegue de imaginaci¨®n, la econom¨ªa de medios materiales y la elocuencia del resultado, A medianoche est¨¢ emparentado con Piedras en los bolsillos y muy particularmente con Disco Pigs, relato de la memorable noche de cumplea?os de una pareja adolescente. Itziar Atienza crea una Helena fr¨¢gil, con tir¨®n sexual y el instinto de huida hipertrofiado, e I?aki Font, un Bob de impulsos primarios, desconcertado ante lo que empieza a sentir por ella, decidido a cambiar y consecuente con sus decisiones. Ambos consiguen momentos de gran espontaneidad, muy provechosos para la funci¨®n. La escenograf¨ªa parece pensada sobre todo para tapar la del espect¨¢culo programado en la funci¨®n de tarde.