Mar dio medio mill¨®n a una f¨¢brica con la concesi¨®n a punto de expirar
La gerente de la conservera Pescamar fue concejal del PP en Pontevedra
La Xunta adjudic¨® a trav¨¦s de la Conseller¨ªa do Mar en 2011 una subvenci¨®n de 545.336,10 euros a la conservera Pescamar, que opera en Poio (Pontevedra) para la adquisici¨®n de ¡°equipos de proceso, hardware y trazabilidad¡± en contra de los t¨¦rminos de su propia convocatoria de ayudas. La orden que las regula especificaba que para acceder a ellas hab¨ªa que tener en orden todos los permisos y autorizaciones administrativas, as¨ª como destinar los bienes al uso declarado durante cinco a?os. Las instalaciones de Pescamar tienen, sin embargo, una situaci¨®n jur¨ªdica triple. Una buena parte es propiedad de la compa?¨ªa, otra ¡ªunos 3.000 metros cuadrados¡ª est¨¢ en una zona del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre sobre la que la empresa tiene una concesi¨®n de Costas y una tercera ocupa de forma irregular una franja de ese espacio p¨²blico.
La concesi¨®n caducaba en 2014 y es ahora susceptible de pr¨®rroga tras la modificaci¨®n de la Ley de Costas aprobada este a?o, pero no lo era cuando se concedi¨® la ayuda. La gerente de Pescamar es Lupe Murillo, militante del PP y concejal en Pontevedra entre 2007 y 2011, que niega irregularidades. La resoluci¨®n que da publicidad a las ayudas est¨¢ firmada por el secretario general de Mar, Juan Carlos Maneiro.
La orden de la Conseller¨ªa que regula las subvenciones tiene fecha del 22 de diciembre de 2010 y fija como objetivo ayudar a ¡°la transformaci¨®n y comercializaci¨®n de productos procedentes de la pesca, del marisqueo y la acuicultura¡± con ayudas econ¨®micas que vienen financiadas en un 61% por el Fondo Europeo de Pesca y por el Estado en el importe restante. El articulado de la orden recoge varios requisitos que colisionan con la situaci¨®n legal de Pescamar, nombre comercial de Alfonso Garc¨ªa L¨®pez, SA. De un lado la empresa est¨¢ obligada a ¡°destinar los bienes subvencionados al fin concreto para el que se conceda la subvenci¨®n durante un per¨ªodo m¨ªnimo de cinco a?os¡±. En caso de que ¡°pretendiera el cambia de destino del bien subvencionado¡± deber¨ªa pedir permiso. El plazo de cinco a?os empieza a contar ¡°a partir de la fecha contable del ¨²ltimo pago¡±, que se realiza en tres anualidades, la ¨²ltima en 2013.
La orden exige tambi¨¦n a los perceptores de subvenciones estar ¡°en posesi¨®n de las preceptivas concesiones, autorizaciones, permisos o licencias para llevar a cabo las inversiones previstas¡±. Pescamar tiene una concesi¨®n de 3.027 metros cuadrados, otorgada en 1994 como pr¨®rroga de una previa, que se remontaba a 1970. El plazo fue de 20 a?os y sin posibilidad de extenderlo seg¨²n el propio pliego de condiciones generales, que es tajante en sus t¨¦rminos cuando dice que ¡°ser¨¢ improrrogable a menos que en el pliego de condiciones particulares se admita expl¨ªcitamente¡±. En ese pliego particular no hay menci¨®n alguna a eventuales pr¨®rrogas. Costas hab¨ªa rechazado ya en 1993 que el permiso para ocupar los terrenos se ampliase otros 2.475 metros. La empresa no hizo excesivo caso y en la actualidad ocupa una franja m¨¢s all¨¢ de los terrenos de su concesi¨®n, en zona de dominio p¨²blico, seg¨²n confirmaron a EL PA?S tres fuentes.
Desde Pescamar, Murillo rechaza cualquier irregularidad. ¡°Cumplo todos y cada uno de los par¨¢metros¡±, se?ala la gerente, que asegur¨® de forma gen¨¦rica que ¡°todo est¨¢ justificado¡± y a?ade que es especialmente cuidadosa porque est¨¢ en pol¨ªtica. Sobre el destino de la subvenci¨®n, alude al cambio del sistema de software de la empresa y la compra de una m¨¢quina para el cierre de latas, entre otros fines. ¡°Estos fondos vienen desde 2003 y ya nos los daba el bipartito¡±, a?ade. No precis¨® si los bienes se ubican en la zona objeto de la concesi¨®n o la ocupada ni si la empresa podr¨ªa funcionar prescindiendo de esos terrenos.
Legalizaci¨®n pausada
Las instalaciones de Pescamar fueron las elegidas por el candidato Feij¨®o en la campa?a de 2009 para escenificar su futura apuesta por la igualdad laboral. La nave est¨¢ ubicada en el lugar de A Reiboa de la parroquia de San Xo¨¢n de Poio, guardan poco parecido con la l¨ªnea original del mar. M¨¢s all¨¢ de la franja de dominio p¨²blico que ocupa la empresa, todav¨ªa hay un amplio relleno, asfaltado y con plazas de aparcamiento que lindan con el Parque da Memoria, una zona de recreo con cuatro monolitos de piedra grabados con los rostros de Castelao, Rosal¨ªa y Alexandre B¨®veda, y cinco bancos que llevan inscritos citas de premios Nobel de la Paz como el Obispo Tutu o Rigoberta Mench¨² situados en un terreno plano con c¨¦sped y un paseo a pie a la r¨ªa. Los terrenos pertenecen a Costas, que en este caso autoriz¨® la construcci¨®n del memorial.
El Ayuntamiento lleva m¨¢s de dos a?os intentando que el Ministerio de Medio Ambiente desafecte los terrenos, con el compromiso de que no autorizar¨¢ nuevas instalaciones que no est¨¦n destinadas a usos p¨²blicos. Por otro lado ha recurrido la ley de costas porque considera que no soluciona adecuadamente la situaci¨®n de sus n¨²cleos de litoral. Pescamar, por su parte, se ha beneficiado ampliamente de la ley que reform¨® la Ley de Costas, vigente desde el 31 de mayo, que permite una pr¨®rroga espec¨ªfica de las concesiones de hasta 75 a?os. Murillo asegura que ya la ha tramitado.
La Conseller¨ªa do Mar se limit¨® a explicar a este diairo que ¡°no facilita informaci¨®n de expedientes concretos de empresas¡± . Y alega que las ayudas ¡°son tramitadas conforme a la normativa vigente y siguiendo informes t¨¦cnicos¡±.
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