Voces de or¨¢culo
Los ni?os no quieren ser como los pol¨ªticos que conocen y, al mismo tiempo, ejercen ya de pol¨ªticos en miniatura
Una de las profesiones m¨¢s indeseables para los ni?os espa?oles de 2013 es la de pol¨ªtico. Lo dice la encuesta anual ?Qu¨¦ quieres ser de mayor? que todos los a?os hace una multinacional de los Recursos Humanos o, por decirlo de otra manera, del mercado de mano de obra. En la novena edici¨®n del sondeo, interrogados 1.700 ni?os de entre cuatro y diecis¨¦is a?os, los investigadores han adivinado que solo cuatro ni?os y medio (4,4) de cada 100 quieren ser pol¨ªticos. ?Por qu¨¦? Porque los pol¨ªticos, adem¨¢s de malos, son culpables de la triste situaci¨®n de la econom¨ªa. Una ni?a andaluza de diez a?os ofrece un remedio dr¨¢stico para la actual angustia econ¨®mica: ¡°Quitar la pol¨ªtica y as¨ª solucionamos el problema¡±. Un madrile?o de la misma edad ve el asunto con ojos de comisario: ¡°Hay que meter a todos los pol¨ªticos en la c¨¢rcel¡±.
Las palabras de los ni?os tienen una potencia de or¨¢culo. Existen libros enteros de ocurrencias infantiles en las que se vislumbra un fondo de sabidur¨ªa arcana, primitiva y esencial. Algunos ni?os hablan como viejos tertulianos radiof¨®nicos, pero inocentes, y la inocencia goza de un prestigio de veracidad, de rectitud. Aunque habr¨¢ quien interprete como alejamiento de la pol¨ªtica el poco aprecio que los encuestados demuestran hacia la profesi¨®n de gobernante, yo veo en sus respuestas un s¨ªntoma de politizaci¨®n extrema. Los ni?os de este sondeo son los m¨¢s politizados que he conocido en mi vida.
Los ni?os masculinos, valga la redundancia, quieren ser sobre todo futbolistas, pero deben de entender el f¨²tbol m¨¢s como algo imaginario, teatral o decorativo, que como ocupaci¨®n real. Lo supongo porque, aparte de so?ar con un futuro de estrellas del bal¨®n, no opinan sobre t¨¢cticas balomp¨¦dicas ni sobre c¨®mo resolver las dificultades financieras de la LFP. La pol¨ªtica es otra cosa. O, por lo menos, los encuestados se la toman en serio e incluso dictan soluciones para los asuntos pendientes. No piensan dedicarse al gobierno del Estado, pero exhiben un grado muy estimable de conciencia c¨ªvica. No quieren ser como los pol¨ªticos que conocen, y, al mismo tiempo, ejercen ya de pol¨ªticos en miniatura, como si, a trav¨¦s de sus ingenios electr¨®nicos de telecomunicaci¨®n, empezaran a organizarse para derrocar y sustituir a los actuales gobernantes y aspirantes: para ¡°quitar¡± la pol¨ªtica de hoy, como ped¨ªa la ni?a radical, y encarcelar a sus protagonistas, como exig¨ªa el ni?o comisario.
Seg¨²n los encuestadores, los ni?os son ¡°fuente de conocimiento¡± y ¡°absorben gran cantidad de informaci¨®n del entorno que los rodea¡±. Me da miedo que las ideas de alguno de los ni?os y ni?as encuestados se est¨¦n aprendiendo en los colegios o en las casas. Pero, por los resultados del sondeo, veo que la animadversi¨®n infantil hacia los pol¨ªticos podr¨ªa extenderse a los polic¨ªas, a los ingenieros o a los m¨¦dicos: s¨®lo cuatro o cinco ni?os y medio quieren ejercer esas profesiones. Y, a pesar de que s¨®lo cinco ni?os y medio quieren ser polic¨ªas (5,6), los comentaristas de la encuesta consideran deseada la profesi¨®n de polic¨ªa (la segunda despu¨¦s de la de futbolista, a mucha distancia). Entre el polic¨ªa deseado y el pol¨ªtico indeseable s¨®lo hay un paso. Un maestro, un arquitecto, un inform¨¢tico o un tenista son a¨²n menos apreciados que los pol¨ªticos.
De banqueros y sacerdotes no habla la encuesta: guarda un silencio religioso. No se hablaba de la profesi¨®n de pol¨ªtico en las encuestas de 2011 y 2012, aunque ya se les ped¨ªan a los ni?os ¡°recetas para salir de la crisis¡±, y surg¨ªan las ideas original¨ªsimas de bajar el sueldo a los pol¨ªticos y ¡°cambiar de clase pol¨ªtica¡±. En 2013 los pol¨ªticos han sido desacralizados. Pero el mundo futuro que presagia esta encuesta ser¨¢ fundamentalmente igual al de hoy. Ni?os y ni?as seguir¨¢n siendo distintos, porque las ni?as quieren ser maestras, veterinarias, m¨¦dicas, peluqueras, y servir al pr¨®jimo, como si en el trabajo asumieran el papel de madres de toda la vida. Perdurar¨¢ el estrellato masculino: ¡°El valor m¨¢s relevante para ellos es el reconocimiento¡±, seg¨²n los encuestadores. Y quiz¨¢ tomen el poder los pol¨ªticos antipol¨ªtica. No es nuevo. En Espa?a es una historia vieja.
Justo Navarro es escritor.
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