Las dificultades operativas del AVE rearman la oposici¨®n de Bildu
Fomento rechaza delegar obras de su tramo del TAV al Gobierno vasco
El Tren de Alta Velocidad (TAV) atravesar¨¢ Euskadi a lo largo de 172 kil¨®metros, el recorrido de un proyecto que desde que se comenz¨® a plantear en los a?os 90 no ha hecho sino acumular elementos y voces en su contra. Los sucesivos Gobiernos de Euskadi siempre han respaldado, con mayor o menor intensidad la obra, pero el ruido de los opositores parece haberse escuchado siempre m¨¢s alto. Los sabotajes y atentados de ETA, incluido el asesinato de Inaxio Uria en diciembre de 2008, y su entorno, los siete muertos por accidente laboral que acumula la obra, m¨¢s la suma de la crisis y la falta de entendimiento entre los Gobiernos central y vasco han venido a reforzar los argumentos de Bildu contra la infraestructura.
La coalici¨®n ha encontrado un ariete contra el Ejecutivo del lehendakari, I?igo Urkullu, en el TAV. Un arma de batalla que la izquierda abertzale lleva a?os utilizando, no hay m¨¢s que ver los carteles reivindicativos con los que los simpatizantes de la antigua Batasuna decoran las calles del Pa¨ªs Vasco y en los que los presos y las consignas contra la alta velocidad ocupan los primeros puestos.
Para la coalici¨®n resulta injustificable que se acometa una obra que cuenta con un presupuesto s¨®lo para el trazado que discurre por Gipuzkoa, el que depende del Gobierno vasco, y sin contar la conexi¨®n con Francia, con un presupuesto de 1.711,59 millones, del que hasta julio de 2013 se ha certificado el 55,68%, seg¨²n explicaron fuentes de Euskal Trenbide Sarea (ETS), el gestor vasco ferroviario. El Departamento de Medio Ambiente y Pol¨ªtica Territorial destina el 64% de su presupuesto de 2013, lo que supone un total de 378,3 millones, al AVE vasco. La consejera Ana Oregi ha reducido todas las partidas destinadas a infraestructuras, salvo la del TAV.
Para la izquierda abertzale no solo resulta obscena una inversi¨®n semejante, tambi¨¦n lo que consideran el car¨¢cter antisocial de la obra. EH Bildu lleg¨® a presentar una proposici¨®n no de ley en el Parlamento con la que literalmente se exig¨ªa al Gobierno que en 2013 no destinar¨¢ ¡°un s¨®lo euro¡± a la Y vasca, la coalici¨®n no consigui¨® su objetivo. La C¨¢mara aprob¨® el pasado marzo con los votos del resto de partidos (PNV, PSE, PP y UPyD) que el Gobierno central acelere las obras del TAV a su paso por Bizkaia y ?lava, el tramo que depende de Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias estatal.
De hecho, Oregi ha trasladado en m¨¢s de una ocasi¨®n al Gobierno central la posibilidad de que el Ejecutivo vasco asuma alguno de los tramos que dependen de Adif, un llamamiento que desde el Ministerio de Fomento han decidido obviar hasta la fecha, seg¨²n confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo aut¨®nomo.
El estado de las obras
El TAV vasco discurrir¨¢ por 172 kilometros. Un trazado que atraviesa las tres provincias formando una especie de Y. Las obras en Bizkaia y ?lava dependen en su totalidad de Adif, mientras que de la obra civil se encarga el Gobierno vasco en Gipuzkoa, luego el Ministerio de Fomento deber¨¢ hacerse cargo de la superestructura, es decir, la catenaria, las v¨ªas y la se?alizaci¨®n.
El trazado en Gipuzkoa est¨¢ dividido en 19 tramos, de los que 17, desde Bergara hasta Astigarraga ya se encuentran en obras. De hecho, dos ya han finalizado (Beasain Este y Ordizia- Itsasondo). El Gobierno vasco todav¨ªa tiene que licitar dos tramos del trazado guipuzcoano: Astigarraga y Lezo y se ha comprometido a que est¨¦ finalizado en 2016, mientras que a Adif tiene pendiente el nudo de Bergara y la entrada en las tres capitales. El Gobierno central ya ha finalizado la obra civil en cinco tramos entre Vitoria y Bilbao, pero aunque algunos de sus trabajos, seg¨²n reconoci¨® la ministra de Fomento, Ana Pastor, han avanzado un 70%, otros s¨®lo lo han hecho un 5%.
La crisis econ¨®mica ha venido a complicar todav¨ªa m¨¢s la puesta en escena, y el consecuente retraso, paralizaci¨®n y replanteamiento de los trabajos no hace sino jugar en contra, una vez m¨¢s, del TAV, cuya fecha prevista de funcionamiento es 2018. Adif se ha visto obligado a recortar las partidas, lo que ha llevado a paralizar las obras en algunos puntos del corredor vizca¨ªno.
Del Gobierno central depende, recordaron fuentes de ETS, el nudo de Bergara, es decir, el punto del trazado en el que confluir¨¢n los dos ramales. Las obras de este tramo todav¨ªa no est¨¢n licitadas, con lo que el punto estrat¨¦gico del TAV queda en el aire. A ello se suma que no est¨¢ clara la conexi¨®n con Navarra y con Madrid, tambi¨¦n en manos del Gobierno central, as¨ª como la entrada en las tres capitales, sobre las que se ha optado por el tercer hilo, que permite combinar diferentes anchos de v¨ªa hasta la construcci¨®n de una infraestructura espec¨ªfica para el AVE vasco.
La consejera Oregi ya advirti¨® que el Ejecutivo vasco rechazar¨¢ la uni¨®n con Castilla y Le¨®n con un tercer hilo, porque los tiempos en el recorrido inevitablemente se incrementar¨ªan. Tampoco desde el otro lado de la frontera han llegado buenas noticias para el TAV, despu¨¦s de la decisi¨®n de Francia de aplazar hasta 2030 la construcci¨®n de nuevas l¨ªneas de alta velocidad, entre ellas la conexi¨®n con Euskadi.
En suma, demasiadas sombras sobre un proyecto que no hace sino alimentar los argumentos de sus opositores sobre su idoneidad y viabilidad.
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