El cura indignado
Un p¨¢rroco coru?¨¦s arremete contra la jerarqu¨ªa y se pregunta por qu¨¦ la Iglesia calla ante casos como el de las preferentes o los desahucios
¡°Los usureros no pueden estar en la Iglesia¡±. Siguiendo a Santo Tom¨¢s, el sacerdote al frente de la parroquia de O Val de Xestoso, en el municipio coru?¨¦s de Monfero, denuncia el silencio de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica ante la injusticia que sufren los afectados por las participaciones preferentes y por los desahucios. ¡°En Espa?a el dinero lo tienen cuatro ricos especuladores que encima se llaman a s¨ª mismos cat¨®licos¡±, afirma el cura. Y para todos ellos pide sin rodeos ¡°que los excomulguen¡±.
?Luis ?ngel Rodr¨ªguez Pati?o (A Coru?a, 1957) es un cura pol¨¦mico. Sus posturas sobre este y otros asuntos como el aborto, la homosexualidad o la pederastia en la Iglesia chocan con la doctrina establecida por la jerarqu¨ªa y le han llevado a un enfrentamiento casi permanente con sus superiores. Pero Rodr¨ªguez Pati?o ha puesto siempre la otra mejilla. Desde su destierro en la Serra da Loba, prefiere seguir sumando expedientes antes que callar. ¡°No puedo ser neutral¡±, argumenta.
¡°A Dios no lo pueden separar del pueblo pero la jerarqu¨ªa de la Iglesia espa?ola es ajena a la realidad y la usa a su conveniencia¡±, cree Rodr¨ªguez Pati?o, que no duda en afirmar que los dirigentes eclesi¨¢sticos ¡°parecen el aparato ideol¨®gico de un partido¡±. Por eso, escribi¨® un art¨ªculo sobre el silencio de unos obispos por los que dice sentirse perseguido. ¡°Este viene castigado, no va a durar mucho¡±, escuch¨® decir a uno de sus feligreses cuando lleg¨® a su parroquia de Xestoso en 1982. All¨ª, su misi¨®n se prolonga ya durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Es un lugar en la Galicia profunda y rural, en plena monta?a, donde, de la mano de los vecinos, ha ido revolucionando las cosas a su manera.
Antes de pensar en ser sacerdote, Rodr¨ªguez Pati?o se desempe?¨® como monaguillo en la parroquia de Santa Mar¨ªa de Oza (A Coru?a). Creci¨® en el barrio coru?¨¦s de Monelos criado por unos abuelos que supl¨ªan a los padres emigrados. La vocaci¨®n religiosa le lleg¨® muy pronto: ¡°No pod¨ªa ver sufrir a la gente¡±. A los 16 a?os se fue a Palencia con los Misioneros Combonianos. All¨ª comenz¨® a acercarse a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, movimiento que entonces contaba con gran peso en Am¨¦rica Latina por su compromiso preferente con los pobres y la asunci¨®n de postulados cercanos al marxismo con el objetivo eliminar las desigualdades sociales. La doctrina fue repudiada por el Vaticano durante el Pontificado de Juan Pablo II. La proximidad de Rodr¨ªguez Pati?o a esta corriente se intensific¨® en Valencia, adonde lleg¨® ya como fraile comboniano.
No tardaron mucho en surgir los enfrentamientos entre el nuevo sacerdote y la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y pol¨ªtica del final de la dictadura. El primero, sobre el aborto. El segundo, por un trabajo en el que hablaba de la homosexualidad en los seminarios. ¡°Yo lo vi con mis propios ojos¡±, asevera. ¡°Asist¨ªa a reuniones clandestinas, trabaj¨¢bamos en comunidades de base, hac¨ªamos misas participativas...¡±. Y sufri¨® la represi¨®n del franquismo. ¡°Desde la direcci¨®n comboniana me dijeron que no pod¨ªa seguir as¨ª y ped¨ª el traslado a Londres como acuerdo honroso¡±.
A?os despu¨¦s, volvi¨® a Santiago y al Seminario. Viv¨ªa fuera y compaginaba la formaci¨®n religiosa con la universitaria. A los 21 a?os se licenci¨® por duplicado en Filosof¨ªa y Teolog¨ªa y, con el tiempo, ha llegado a sumar otros tres t¨ªtulos: Derecho, Criminolog¨ªa y Ciencias Pol¨ªticas. Fue ordenado primero di¨¢cono por el obispo progresista de Mondo?edo-Ferrol Miguel Anxo Ara¨²xo Iglesias, quien ejerci¨® gran influencia sobre ¨¦l y lo fue guiando. Lleg¨® a su primera parroquia, Cedeira, en 1981. All¨ª dice que las maledicencias y los caciques le hicieron la vida imposible: ¡°Como andaba con gente joven e iba a discotecas me echaron novia y aborto¡±. Las murmuraciones y las calumnias le hicieron pedir el traslado. Y as¨ª acab¨® Rodr¨ªguez Pati?o en Xestoso.
No le importa reconocer que ha estado enamorado varias veces. ¡°Pero mi vocaci¨®n sacerdotal est¨¢ por encima de todo¡±, matiza. Aun as¨ª, el celibato es el ¨²nico voto con el que no se reconcilia: ¡°Tuve la tentaci¨®n de dejar el sacerdocio porque creo que ser padre es lo m¨¢s bonito para el ser humano¡±. ¡°Siento un vac¨ªo por no estar casado¡±, confiesa. ¡°El matrimonio en el sacerdocio aumentar¨ªa las vocaciones: no es justo elegir entre ser padre o cura¡±, a?ade. Por eso, ha organizado reuniones de religiosos luego casados en Xestoso. ¡°El celibato es una forma de poder y control sobre los sacerdotes¡±, arremete. Su otra causa: ganar un mayor papel para la mujer en la Iglesia.
Lleva siete parroquias rurales en la confluencia de las provincias de A Coru?a y Lugo, separadas por la Serra da Loba. ¡°Dinamizar el rural es mi labor como misionero, que es como me siento aqu¨ª¡±, afirma. ¡°Me plante¨¦ irme a las misiones, pero vi que aqu¨ª hay mucho trabajo a¨²n¡±. Desde el a?o 2000, consciente del imparable envejecimiento de la poblaci¨®n en el medio rural gallego, ha hecho de los mayores el centro de su actividad. As¨ª, fund¨® el primer Consejo de Ancianos de Espa?a con el objetivo de recuperar la memoria hist¨®rica, la tradici¨®n y aprovechar la experiencia de tercera edad. ¡°Mis mayores son m¨¢s abiertos que muchos de las ciudades¡±, asegura.
Muestra de ello es el ¨¦xito de la UNED Senior, que Rodr¨ªguez Pati?o auspici¨® con apoyo del Consejo de Ancianos y el respaldo de los Ayuntamientos de Xermade, Guitiriz, Monfero, Aranga, Irixoa y Paderne. Las clases, reservadas a mayores de 50 a?os y para las que hay 160 alumnos matriculados, se imparten en varias parroquias de estos municipios, en teleclubes, centros de mayores o escuelas unitarias. Esta iniciativa, que permite obtener el diploma universitario de mayores, fue la primera UNED Senior en el medio rural y por ello se le concedi¨® el premio a la mejor pr¨¢ctica rural por el Inserso.
Tanta implicaci¨®n con los vecinos le hace un candidato apetecible para la pol¨ªtica, pero ha rechazado siempre todas las ofertas. ¡°Soy cura de todas las ideolog¨ªas y creo que optar por una u otra me separar¨ªa de mis vecinos¡±, dice. Eso no quita su firme resistencia contra los caciques: ¡°Una vez me negu¨¦ a pagar la luz hasta que aumentaran la potencia en todas las casas de la parroquia¡±.
En el primer entierro al que asisti¨® como sacerdote, en el cementerio coru?¨¦s de San Amaro, su aspecto melenudo llev¨® a una vecina a dudar: ¡°?Este cura es cat¨®lico o protestante?¡±. No es protestante, pero desde luego protesta.
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