La tomatina que viene
Se fastidi¨®: se ve que es m¨¢s f¨¢cil ser ministro que becario. ?Jodido pa¨ªs!
Hace una semana se celebraba la Tomatina de Bu?ol y, al repasar las cr¨®nicas del evento ¡ªeso s¨ª que es un gran evento y no las simplezas de la ¨¦poca Camps¡ª, tuve la sensaci¨®n de estar viendo un tr¨¢iler, una especie de resumen-premonici¨®n de la pel¨ªcula que est¨¢ por venir. Se podr¨ªa titular todos contra todos: Alicante contra Valencia, fabristas contra rusistas, marianistas contra esperancistas, y venga tomates que vuelan por el aire en una org¨ªa autodestructiva que al final acaba en nada. En el tr¨¢iler sal¨ªa hasta Seraf¨ªn lanz¨¢ndole tomates a Castellano; y viceversa. Creo que el pimpampum popular del oto?o merece alguna reflexi¨®n. Los procesos judiciales que acosan al PP est¨¢n provocando el resquebrajamiento del edificio, tanto en la Comunidad Valenciana como en la calle G¨¦nova. Normal, me dir¨¢n. Es el mismo estallido que antes se produjo en otros partidos, en la Izquierda Unida de Anguita o en el PSOE de Rubalcaba. Pues no. Porque lo curioso es que en el PP estas tensiones no surgen como consecuencia de un desastre electoral, sino ante la mera sospecha de que pueda haberlo.
Ahora que la crisis acucia y los docentes ya no tenemos los sobresueldos ¡ªlagarto, lagarto¡ª que nos proporcionaban los cursos de verano, va el PPCV y organiza uno en Gandia este fin de semana. Habr¨¢ que apuntarse. Seg¨²n me han dicho, consiste en que las distintas facciones del PPCV se tirar¨¢n los trastos a la cabeza mientras los jerarcas de Madrid los jalean desde el palco y acaban indultando al gladiador que quede sobre la arena. Ser¨¢ una especie de espect¨¢culo gore en el que no faltar¨¢n ni la sangre ni los saludos brazo en alto de los gladiadores de las nuevas generaciones, aunque luego todo quede en nada y descubramos que solo se trataba de salsa de tomate. La tomatina como suced¨¢neo de la lucha fratricida.
Pues miren, ya que montan un curso de verano, les aconsejo que se lo tomen en serio y reflexionen sobre las causas del resquebrajamiento que tanto les preocupa. Ya s¨¦ que en estos cursos estivales los alumnos a lo que van es a ligar y que las clases se la traen al pairo. Sin embargo, un periodista espa?ol del siglo XIX nunca habr¨ªa imaginado que las tres almas de la derecha actual, la liberal, la confesional y la nacional-populista, pudiesen convivir en un mismo partido. Los liberales eran anticlericales furibundos y consiguieron imponer la amortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal; sus enemigos los confesionales eran reaccionarios y pretendieron volver a la edad media; los ultras despreciaban a ambos, proclamaron el hombre nuevo y acabaron en el fascismo. As¨ª sigue el PP, con tres familias que dif¨ªcilmente pueden convivir bajo las mismas siglas y que, de hecho, no lo hacen en ning¨²n otro pa¨ªs. Por ah¨ª anda Ciscar predicando las buenas maneras, Catal¨¤ barriendo para la casa de los colegios de curas y Bellver desempolvando idiomas en el pleistoceno. Solo les un¨ªa la pasta y esta se acab¨®. Mal asunto. ?Ven como la tomatina pepera tiene mucho tomate?
Lo dicho, me apunto de fijo al curso de Gandia. Pero, ahora que lo pienso: no me llega el presupuesto, tendr¨¦ que pedir una beca. Lo malo es que he consultado con el ministro Wert y tengo que medir uno noventa, parecerme a George Clooney y tener expediente de sobresaliente. Adem¨¢s, como estudi¨¦ en la p¨²blica, debo presentar un certificado de buena conducta. Se fastidi¨®: se ve que es m¨¢s f¨¢cil ser ministro que becario. ?Jodido pa¨ªs!
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