Independencia sin Jefferson
Si alguien, en una cadena por la independencia, se le ocurre contemplar otros derechos la desconcentraci¨®n resultante dificultar¨¢, de manera fatal, el paso arrollador de la historia
Es perceptible cierta confrontaci¨®n entre los conceptos #ViaCatalana y #EncerclemLaCaixa. El rozamiento consiste en observar a la #ViaCatalana como ¨²nica Iglesia verdadera, mientras su prima es un fen¨®meno que obstaculiza y resta nitidez y centralidad al asunto. Lo que permite observar el asunto y la centralidad esa. Consisten en reivindicar un solo derecho, el derecho a decidir. En consecuencia, si alguien, en una cadena por la independencia, se le ocurre contemplar otros derechos ¡ªo el culo de la de al lado¡ª, la desconcentraci¨®n resultante dificultar¨¢, de manera fatal, el paso arrollador de la historia y bla-bla-bla. La pol¨¦mica entre cadenas ilustra, pues, una lucha por el sentido de concepto independencia. Es decir, por el sentido de los derechos que implica la creaci¨®n de un Estado.
Esta lucha se inici¨® el pasado 12-S, cuando la Assemblea Nacional Catalana (ANC) regal¨® al Govern la gesti¨®n de un proceso que naci¨® en las Quimbambas del Govern, en referendos municipales que no contaron con la simpat¨ªa de ning¨²n Govern, en tanto restaban centralidad al asunto que ocupaba al Govern. Es divertido recordar que, hasta entonces, la pol¨ªtica/asunto/centralidad de Mas estaba orientada en una doble direcci¨®n: a) un pacto fiscal tan colorido que hiciera olvidar; b) sus recortes sociales y de derechos v¨ªa presupuestos y v¨ªa votaciones en el Congreso. El abrazo apasionado de Mas al independentismo, en efecto, es tan sorprendente como un hipot¨¦tico abrazo apasionado de Rajoy a una miss venezolana. Aun as¨ª, fue saludado con an¨¢lisis inexportables e intraducibles por el, ya mayoritario, Ilustr¨ªsimo Colegio de Periodistas Palmeros. Y no tanto por el electorado, que reparti¨® la centralidad del asunto, en un indicio de que las centralidades y los asuntos ¨²nicos no existen/son los padres.
En el ¨²ltimo a?o, el asunto central ha funcionado a toda casta?a. CiU-ERC, curiosamente, y a¨²n teniendo las herramientas para realizar una consulta, no la han hecho. Pero no han parado de trabajar en la centralidad del asunto: han sacado el proceso de la calle, se lo han apropiado, y lo han dosificado y gestionado para obtener beneficio pol¨ªtico. El Gobierno CiU-ERC, con virtuosismo, ha tamizado el proceso a trav¨¦s de la cultura de la Transici¨®n. As¨ª, independencia es, en Catalunya, algo parecido al concepto democracia en Espa?a en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas: aquello que determine el Gobierno. Es, por tanto, algo sin calendario ¡ªpuede suceder en 2016, o nunca¡ª, opaco ¡ªpuede transcurrir en reuniones secretas¡ª, sin forma ¡ªpuede finalizar en una especie de pacto fiscal¡ª, que solo entra?a un derecho ¡ªa decidir lo que el Govern nos diga¡ª, y tan identificado con el Govern que se confunde con ¨¦l. Controlar al Govern, as¨ª, es atacar el proceso. El resultado es que, en esta cultura, tan dada a un periodismo que no controla al poder, hemos depurado el Govern con menos control del mercado. El rodillo CiU-ERC ha posibilitado, adem¨¢s, una ausencia de control parlamentario de la corrupci¨®n y la violencia gubernamentales. Y, con la pr¨®rroga de presupuestos, unos recortes del 28% ¡ªuna restricci¨®n de derechos sociales de documental de la UFA¡ª que, adem¨¢s, no pasar¨¢ por el Parlament ¡ªs¨ª, Espa?a no es UK, pero, Catalunya, pues tampoco¡ª. La Generalitat es el Gobierno del Sur m¨¢s pajarito y con menos iniciativa legislativa ¡ªcon la excepci¨®n del Gobierno confederado, si bien, en su defensa, no existe desde la rendici¨®n del general Lee¡ª. Pero tambi¨¦n es el ¨²nico Gobierno del Sur que, aun construyendo la misma contrarreforma democr¨¢tica que otros Gobiernos vecinos, dispone de algo ya imposible en Grecia, Italia o Espa?a. El monopolio de la bandera.
Los ataques de una cadena a otra ilustran el terror gubernamental a que los derechos superen la bandera, a que el proceso por un Estado entra?e un proceso constituyente, descentralizado, creador de nuevos derechos. Ilustra tambi¨¦n un horizonte tal vez sin Estado propio, pero con un notorio cambio electoral. Un Frente Nacional al uso. Que ya funciona a tutipl¨¦n.
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