El auto bomba de la juez Alaya
Las resoluciones de la juez son armamento para un PP hu¨¦rfano de ideas y de l¨ªderes
La juez Mercedes Alaya no estar¨¢ de acuerdo con el papel que le adjudica buena parte de la ciudadan¨ªa: ser la verdadera estratega de la oposici¨®n en Andaluc¨ªa.
Las decisiones de la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de Sevilla, que investiga el caso de los ERE, est¨¢n haciendo m¨¢s da?o al Gobierno andaluz que la cavernaria oposici¨®n del PP.
El martes, a las 13.05 horas, cuando la nueva consejera de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, promet¨ªa su cargo en el sal¨®n de los Espejos del Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta, un comunicado de prensa emitido por el PP informaba del ¨²ltimo bombazo de Alaya: la juez imputaba sin imputar a los expresidentes Chaves y Gri?¨¢n y a cinco exconsejeros, dos de ellos reci¨¦n salidos del Gobierno.
Ahorrar¨¦ el examen de un auto judicial tan confuso que ni siquiera muchos juristas entienden. Aunque todos est¨¢n de acuerdo en lo fundamental: Alaya no puede imputar a los aforados. Y si tiene indicios de que esos aforados han cometido alg¨²n delito, debe trasladar de inmediato la causa al tribunal superior (el TSJA o el Supremo).
Utilizar¨¦ las siempre acertadas palabras del magistrado em¨¦rito del Tribunal Supremo, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn, para resumir mi punto de vista. El magistrado calific¨® ayer en la SER este nuevo escrito de Alaya como ¡°farragoso, confuso, surrealista y absolutamente nulo¡±. Un auto que est¨¢ siendo examinado por la Fiscal¨ªa, ante la posibilidad de que no se ajuste a derecho.
Afirma tambi¨¦n Mart¨ªn Pall¨ªn que algunas de las afirmaciones de la juez ¡°rozan el recochineo¡±, como aquella en la que muestra su preocupaci¨®n por ¡°la presi¨®n medi¨¢tica sobre las personas aforadas¡±.
O sea: para evitar que los invitados por la juez a autoimputarse sean crucificados vivos por los medios de comunicaci¨®n (por algunos: los de siempre), la juez lanza este ob¨²s en el preciso instante en que un nuevo Gobierno toma posesi¨®n. Echen un vistazo a la prensa de la derecha. Uno de sus plumillas escribe que Gri?¨¢n y Chaves han sido acusados ¡°de robar a desempleados y pensionistas¡±.
La nueva presidenta de la Junta ha tenido la prudencia de no incluir en su Gobierno a nadie relacionado con los ERE. La juez Alaya ha tenido la imprudencia de que se conociera su auto a trav¨¦s del PP, presidido por su colega, Juan Ignacio Zoido, magistrado en excedencia. ?Como si fuera la oficina de prensa del juzgado! Un auto con el que el PP pretende construir una gigantesca manta que cubra el caso G¨¹rtel-B¨¢rcenas-PP.
Pero, como dijo ayer I?aki Gabilondo, un mont¨®n de basura no puede eliminar otro mont¨®n de basura. Son dos montones de basura. Los ERE, por mucho que se empecinen los populares, no tapar¨¢ el que sin duda es el mayor caso de corrupci¨®n registrado en el periodo democr¨¢tico espa?ol.
Porque con ser grande, monstruoso, repugnante el tema de los ERE (?116 imputados!), m¨¢s lo es el que ensucia al PP, que afecta a sus principales dirigentes nacionales, desde el presidente Rajoy a varios secretarios generales, y a sus gobiernos y dirigentes en diversas comunidades aut¨®nomas: Madrid, Valencia, Galicia, Castilla-Le¨®n, Castilla-La Mancha. Media Espa?a.
Por otro lado, la coincidencia en el tiempo del ¨²ltimo auto-bomba de Alaya y la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno, ya no sorprende a nadie. La hemeroteca registra m¨¢s de una docena de curiosas coincidencias entre las decisiones de Alaya y la agenda pol¨ªtica andaluza, en momentos claves como las tres ¨²ltimas elecciones (generales, municipales, auton¨®micas) o la celebraci¨®n de elecciones primarias en el PSOE.
Seguro que Alaya no act¨²a con esa intenci¨®n y que trabaja imbuida del deber de buscar la verdad y hacer justicia. Pero sus autos son armamento para un PP hu¨¦rfano de ideas y de l¨ªderes.
@JRomanOrozco
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.