El segundo hogar de Goya
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando alberga tres nuevos e ilustres hu¨¦spedes
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando alberga, cedidos durante un a?o, tres nuevos e ilustres hu¨¦spedes: una dama noble, un arist¨®crata y un militar. Ella es Mar¨ªa Soledad de Sol¨ªs, condesa de Fern¨¢n N¨²?ez; su esposo, el conde Jos¨¦ Guti¨¦rrez de los R¨ªos; y el militar, el c¨¦lebre general Ricardos. Tienen en com¨²n su coetaneidad, vivida a finales del siglo XVIII, y su nombrad¨ªa, paseada en los salones madrile?os entonces, aunque adquirida por ambos caballeros en los campos de batalla.
Pero, sobre todo, las tres personas comparten el honor de haber sido magistralmente inmortalizadas por los pinceles Francisco de Goya, en su d¨ªa acad¨¦mico director honorario, quien abriera la pintura mundial a la edad contempor¨¢nea desde Madrid, donde vivi¨® gran parte de su fecunda vida.
La condesa est¨¢ representada en el escorzo de una posici¨®n sedente, con un tocado de tul negro coronado por un adorno carmes¨ª, el rostro levemente jaranero, coloretes en los p¨®mulos y un atuendo negro y oro en el que destaca sobre su pecho un camafeo cuadrado con la efigie de un muchacho. Las puntillas de sus guanteletes y basqui?a muestra hasta el m¨¢s leve de los hilos de su encaje. El detallismo de Goya era proverbial.
Los otros hogares de Goya en Madrid
- Colecci¨®n de retratos de banqueros (Cabarr¨²s). Banco de Espa?a, plaza de Cibeles.
- Frescos y sepulcro de Goya. Ermita de San Antonio de la Florida, paseo de San Antonio de la Florida, junto al r¨ªo, en la ribera izquierda.
- San Bernardino de Siena predica ante Alfonso V de Arag¨®n. Bas¨ªlica de San Francisco el Grande. Plaza de San Francisco.
- Cenotafio (mausoleo funerario sin sus restos) con Morat¨ªn, Mel¨¦ndez Vald¨¦s y Donoso Cort¨¦s. Cementerio de la sacramental de San Isidro. Paseo del Santo s/n.
- Pinturas negras. Quinta del Sordo (hoy inexistente) Entre las calles de Caramuel, Do?a Menc¨ªa y Saavedra Fajardo, en Aluche.
- 134 lienzos: entre otros, La familia de Carlos IV, Los fusilamientos del 3 de mayo o La carga de los mamelucos. Museo del Prado.
- ?valo aleg¨®rico de la guerra de Independencia. Museo de Historia. Fuencarral 78.
- La ¨²ltima comuni¨®n de San Jos¨¦ de Calasanz. Residencia de las Escuelas P¨ªas. Gaztambide, 65 esquina Joaqu¨ªn Mar¨ªa L¨®pez.
- Cartones para tapices. Real F¨¢brica de Tapices. Calle de Fuenterrab¨ªa esquina a Andr¨¦s Torrej¨®n.
- Carlos III, Fernando VII... Palacio Real.
- Retratos. Palacio de Liria.
El conde de Fern¨¢n N¨²?ez, que en 1817 ser¨ªa nombrado duque, toca su testa con sombrero de dos picos y, desprovisto de condecoraci¨®n alguna: se ve envuelto en un manteo oscuro, poco diferente de los entonces lucidos por majos y petimetres. Su arrogante apostura preludia aquel turbi¨®n de pasi¨®n y sentimiento al que se denominar¨ªa Romanticismo.
En cuanto al militar, paisano aragon¨¦s del pintor de Fuendetodos, comparece uniformado junto a una pieza artillera, afablemente encarado con quien le observa gracias a una mirada cargada de actualidad, semejante a la de su vecino en la misma sala del acad¨¦mico museo, el arquitecto Juan de Villanueva, que parece que desde el lienzo mismo respirara, dada la cercana viveza de su semblante.
Junto al del alarife autor del edificio del museo del Prado cuelga el retrato del t¨ªmido literato Leandro Fern¨¢ndez de Morat¨ªn, amigo ¨ªntimo del artista aragon¨¦s. Dos autorretratos del propio Goya, uno en sus cuarenta a?os y el otro de setent¨®n, confirman la evoluci¨®n biol¨®gica del artista, llegado a Madrid en 1766. De veintea?ero buen mozo se represent¨® a s¨ª mismo en un extremo de su lienzo San Bernardino de Siena predica ante Alfonso V de Arag¨®n. Por encargo de su amigo el arquitecto, escultor y fontanero mayor de Madrid, natural de Ciempozuelos, Ventura Rodr¨ªguez, tal lienzo, destinado a la bas¨ªlica madrile?a de San Francisco el Grande, es considerado como el culmen de la pintura religiosa de Goya; honor ¨¦ste que comparte con su ?ltima comuni¨®n de San Jos¨¦ de Calasanz, hoy custodiado ¡ªpero varado tambi¨¦n¡ª en una capilla de una residencia de las Escuelas P¨ªas de la calle de Gaztambide, 65, solo visitable por grupos en las ma?anas con cita previa.
Apenas a unos metros del lugar que ocupan los retratos de sus amigos Morat¨ªn, Villanueva y Jos¨¦ Luis de Mun¨¢rriz, la Real Academia de Bellas Artes muestra El entierro de la sardina. Se trata de un cuadro de reducidas dimensiones que el pintor convirti¨® en un canon del movimiento merced a un asombroso juego de diagonales formado entre la l¨ªnea de los pies de varios danzantes enmascarados y un estandarte oblicuo que dialoga con su geometr¨ªa: quien lo observa imagina escuchar asimismo el tam-tam que r¨ªtmicamente acompasa la danza.
M¨¢s de 300 obras
Seg¨²n explica la conservadora del museo Mercedes Gonz¨¢lez de Amez¨²a, componen el ajuar del museo de la Real Academia tanto escenas populares, como pintura de gabinete y retratos ¨¢ulicos, como el Fernando VII a caballo, que la Academia no pag¨® en su d¨ªa. ¡°Pero, al satisfacer posteriormente su precio al heredero, ¨²nico superviviente de los siete hijos de Goya con Josefina Bayeu, Francisco Javier Goya, ¨¦ste regal¨® a Bellas Artes de San Fernando el genial Autorretrato ante el caballete, de su padre¡±.
As¨ª pues, tras la colecci¨®n del Museo del Prado, de cuyos muros cuelgan 134 telas del m¨¢s genial, pendenciero y universal de los artistas espa?oles, la Real Academia de la calle de Alcal¨¢ posee lo m¨¢s nutrido de su obra, ya que a los 15 magn¨ªficos ¨®leos hoy mostrados del pintor ¡ªprecisa Mercedes Gonz¨¢lez de Amez¨²a¡ª hay que sumar m¨¢s de 300 obras, planchas y grabados de Goya que atesora la Calcograf¨ªa Nacional en el mismo edificio de la Academia de Bellas Artes.
El Banco de Espa?a exhibe por su parte una valiosa colecci¨®n de seis lienzos de Goya, entre los que destacan los retratos del marqu¨¦s de Tolosa y del ministro Cabarr¨²s, as¨ª como banqueros de aquella trepidante ¨¦poca, que quedar¨ªa rasgada por la Guerra de la Independencia. En la contienda, Goya sufrir¨ªa el desgarro entre su lib¨¦rrimo esp¨ªritu, cercano al de la Revoluci¨®n francesa, y su acendrado patriotismo. Aquella escisi¨®n, m¨®rbida e incesante, quedar¨ªa expl¨ªcita en el ¨®valo del medall¨®n aleg¨®rico que le fuera encomendado pintar por el Rey intruso, Jos¨¦ I ¡ªGoya era pintor regio¡ª, y que llevar¨ªa primero la efigie de Bonaparte y luego la de Fernando VII, una vez que las tornas cambiaron en Madrid.
El repintado medall¨®n se conserva en el hoy Museo de Historia, en la calle de Fuencarral, v¨ªa en cuyo n¨²mero 33, cerca de la calle de San Onofre, viviera Goya. Es preciso subrayar que el pintor de La familia de Carlos IV, los Fusilamientos del 3 de mayo, La carga de los mamelucos y Los desastres de la guerra, aquel cazador empedernido, taur¨®filo pertinaz y mal hablado, Francisco de Goya y Lucientes, adquiri¨® por 60.000 reales una finca de 10 fanegas y 14 celemines en lo que hoy ser¨ªa el barrio de Aluche, situada entre las calles de Caramuel, Do?a Menc¨ªa y Saavedra Fajardo. All¨ª, a partir de 1822, plasmar¨ªa sus famosas Pinturas negras. Gracias a un pr¨®cer, el bar¨®n Emilio de Erlanger, aquellas pinturas, transcritas desde sus muros por el pintor valenciano Salvador Mart¨ªnez Cubells, fueron salvadas de la ruina, ya que la finca, conocida como La Quinta del Sordo, fue demolida y en su ¨¢mbito se construyeron 1.400 viviendas.
El paseante local o forastero que se acerque a la ribera izquierda del r¨ªo Manzanares puede completar su visi¨®n de la fascinante obra de Francisco de Goya y verse all¨ª deslumbrado en una peque?a ermita, proyectada en 1792 por el italiano Carlo Fontana, donde el aragon¨¦s pint¨® al fresco el milagro de San Antonio de Padua. Se encuentra en el paseo que lleva el nombre del santo.
De martes a s¨¢bado, incluidos festivos, entre las nueve y media de la ma?ana y las ocho de la tarde, la ermita permanece gratuitamente abierta. En San Antonio de la Florida, la vista se alza hacia un excelso celaje donde cien figuras parecen dialogar de t¨² a t¨², como el propio Goya se permitiera hacer, con la corte celestial. En el suelo del peque?o templo ribere?o del r¨ªo que tanto am¨®, yacen desde 1919 los restos, sin cr¨¢neo, de Francisco de Goya enterrado en 1828 en la ciudad meridional francesa de Burdeos. Desde all¨ª, donde sufrieron profanaci¨®n, fueron trasladados hasta un mausoleo del cementerio sacramental de San Isidro, compartido con Morat¨ªn, Mel¨¦ndez Vald¨¦s y el pensador Donoso Cort¨¦s y, en 1919, hasta la ermita donde hoy reposan.
M¨¢s Goya en la Academia. De martes a s¨¢bado, de 10.00 a 15.00. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Alcal¨¢, 13. Entrada 5 euros.
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