La ciencia de la risa

?C¨®mo demostrar¨ªa usted su amor incondicional? ?Regalando un teorema o una conjetura? Sabemos que un diamante es para siempre, pero lo que es para siempre de verdad es un teorema. El trabajo de los matem¨¢ticos consiste precisamente en hacer teoremas, deslumbrantes y eternos, que siempre tendr¨¢n validez, m¨¢s all¨¢ de las conjeturas no demostradas. As¨ª que si quiere expresar su amor indeleble, regale un teorema. Eso s¨ª, lo tendr¨¢ que demostrar. Que su amor no se quede en mera conjetura.

Esta rom¨¢ntica explicaci¨®n de la diferencia entre teorema y conjetura es la que hace el matem¨¢tico de la Universidad de La Rioja Eduardo S¨¢enz de Cabez¨®n en uno de sus mon¨®logos. Porque ahora los cient¨ªficos hacen mon¨®logos: S¨¢enz de Cabez¨®n fue el campe¨®n de la pasada edici¨®n del festival FameLab dedicado a este novedoso g¨¦nero, organizado por la Fundaci¨®n Espa?ola para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa (Fecyt) y el British Council, y represent¨® a Espa?a en la final internacional de Cheltenham (Reino Unido), donde qued¨® finalista.

Los cient¨ªficos, ya saben, esos extra?os seres atribulados, ca¨®ticos y despistados que permanecen ajenos al mundo en sus laboratorios, rodeados de probetas y ecuaciones, investigando cosas muy raras y muy serias¡­ Pero en aquel FameLab de abril, doce de los finalistas decidieron formar un grupo, The Big Van Theory (algo as¨ª como La Teor¨ªa del Furgonet¨®n), para recorrer teatros, pubs o cualquier otro escenario divulgando la ciencia con humor y demostrando que los investigadores no son bichos tan raros, sino gente como usted y como yo¡­ y unos cachondos. Esta noche, a las 22.30, tienen la oportunidad de re¨ªrse y aprender ciencia con su espect¨¢culo en el Teatro del Arte (San Cosme y San Dami¨¢n, 3).

¡°Existe un estereotipo en torno al cient¨ªfico¡±, explica el biotecn¨®logo Alberto Viv¨®, que ha investigado la bioenerg¨ªa producida por las bacterias, ¡°es curioso porque la serie de la que parodiamos el nombre, The Big Bang Theory, presenta cuatro estereotipos cl¨¢sicos de cient¨ªfico. Pero nosotros no queremos identificarnos con estos personajes, sino mostrar que somos personas normales¡±.

Sobre plantas peludas trata uno de los mon¨®logos de Luis Mat¨ªas. Investiga los pelos (o tricomas) de la artemisia en el CRAG, un centro agrogen¨®mica del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Como estos pelos producen una sustancia ¨²til para la lucha contra la malaria, tratan de modificar gen¨¦ticamente la planta para que sea m¨¢s peluda, y, por tanto, produzca m¨¢s sustancia. ¡°Aprovecho para hacer chistes sobre los metrosexuales o la depilaci¨®n, llevarlo a un terreno m¨¢s humano¡±, explica. Nunca se hab¨ªa subido a un escenario, excepto en seminarios cient¨ªficos, ¡°pero siempre me ha gustado decir chorradas. Es dif¨ªcil hacer estos mon¨®logos, porque corres el riesgo de ser demasiado t¨¦cnico o enrollarte, pero despu¨¦s del espect¨¢culo el p¨²blico nos cuenta su opini¨®n y vamos afinando¡±.

¡°Yo tuve much¨ªsimas dificultades al empezar¡±, cuenta el cient¨ªfico del CERN de Ginebra Javier Santaolalla, ¡°porque, aunque en las visitas que recibimos en el acelerador de part¨ªculas aprend¨ª mucho sobre c¨®mo divulgar la ciencia, ahora nos metemos en otros ambientes como bares y teatros, y tenemos que utilizar la vis c¨®mica¡±.

Temas muy concretos

Sobre capas de invisibilidad o m¨¦todos para encontrar planetas fuera del sistema solar habla en sus piezas Miguel Abril, ingeniero electr¨®nico del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa del CSIC, donde precisamente trabaja en el dise?o y desarrollo de instrumentaci¨®n para telescopios y misiones espaciales. Precisamente una de las caracter¨ªsticas m¨¢s interesantes de estos mon¨®logos es que, m¨¢s all¨¢ de la ciencia general (por ejemplo, la explicaci¨®n de la ley de la gravedad o de la evoluci¨®n de las especies) se centran muchas veces en las investigaciones particulares de estos cient¨ªficos, temas muy espec¨ªficos y poco conocidos de los que tal vez no habr¨ªamos o¨ªdo hablar en otro lugar.

¡°Mi mon¨®logo trata el tema en el que me he especializado en mi tesis doctoral y en el que trabajo; c¨®mo las c¨¦lulas del c¨¢ncer (en mi caso de mama) utilizan las armas de nuestro sistema inmune no s¨®lo para evitar ser destruidas por este, sino, en un perverso giro de tuerca, para proliferar. El cazador cazado¡±, explica Manuel Tard¨¢guila, investigador del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa (CNB) y actor aficionado, ¡°cumplo dos objetivos importantes para m¨ª: acercar la ciencia actual a la gente y hablar del c¨¢ncer y de lo duro que es como enemigo a la hora de investigar. No es un tema popular y no intento hacer gracia a costa de una enfermedad que no he sufrido en carne propia, pero creo que es importante hablar de este asunto¡±.

Vivimos en tiempos eminentemente cient¨ªficos y tecnol¨®gicos y casi todo lo que nos rodea, del smartphone a las ¨²ltimas terapias m¨¦dicas, es fruto de la investigaci¨®n. Sin embargo, est¨¢ visto que no se apuesta mucho por la ciencia en Espa?a y, aunque la poblaci¨®n la aprecie, prefiere no acercarse a ella al considerarla un asunto arcano. ?Existe cultura cient¨ªfica en Espa?a? ¡°No creo que haya cultura cient¨ªfica, en mi opini¨®n la mayor parte de la gente ve la ciencia como algo inaccesible y ¡®bueno¡¯ ¨²nicamente porque as¨ª lo dicen los medios¡± opina Tard¨¢guila.

¡°La gente le tiene miedo a la ciencia, y a no ser que se dedique a esto profesionalmente lo ven como algo con lo que tuvo que v¨¦rselas en el instituto, pero que ahora les queda muy lejos. Hay incluso un cierto deje de orgullo al afirmar, por ejemplo, eso de ¡®yo de matem¨¢ticas no entiendo nada de nada¡¯, mientras que no admitir¨ªan no conocer a Cervantes o a Felipe II¡±, a?ade Abril. Aunque, todo hay que decirlo, estos cient¨ªficos locos coinciden en que la divulgaci¨®n es de calidad y el inter¨¦s va creciendo. Estos mon¨®logos seguramente contribuir¨¢n a ello. Y ojal¨¢ esto sea algo m¨¢s que una conjetura.