Buena idea, lugar equivocado
La uni¨®n de flamenco y sardana no encaj¨® en el escenario de la catedral
Sin duda el gancho del cartel de la segunda velada musical de la Merc¨¨ 2013 no era tan popular como el de la primera y se not¨®. Bastante menos p¨²blico tanto en la plaza de Catalunya como ante las escalinatas de la catedral. Ni Ni?o Josele con la Cobla Sant Jordi Ciutat de Barcelona, ni Elliott Murphy, ni los Mambo Jambo tienen suficiente tir¨®n y no por que los ¨²ltimos no se lo merezcan.
Experimentos con la sardana y el flamenco ya se hab¨ªan realizado pero nunca hab¨ªan alcanzado la intensidad de la uni¨®n que proponen el guitarrista gaditano y la cobla oficial de la ciudad. Una uni¨®n muy jazz¨ªstica, demasiado por momentos, que no encaj¨® en un escenario con vocaci¨®n festiva y multitudinaria. Es una m¨²sica para ser o¨ªda con tranquilidad y en la plaza de la catedral lo que menos hab¨ªa era tranquilidad y silencio; las masas se desplazaban ruidosas y la propuesta sonora no las atrapaba, como hab¨ªa sucedido la noche anterior con la malinesa Fatoumata Diawara. Si no estabas cerca del escenario, el disfrute era imposible. L¨¢stima porque la idea merece mucha mejor suerte.
En la plaza de Catalunya todo era diferente. Los Mambo Jambo, la banda del saxofonista Dani Nel.lo que acompa?a normalmente las sesiones Taboo del Apolo, son sencillamente apabullantes. Un simple cuarteto ac¨²stico capaz de incendiarlo todo con su mezcla de swing, rhytm and blues, rock and roll primerizo y toques de cualquier otra m¨²sica que incite descaradamente al movimiento. En la plaza bailaba todo el mundo, desde ni?os hasta ancianos, desde locales hasta turistas, porque la propuesta de los Mambo Jambo es universal y es dif¨ªcil que pueda no gustar. De regreso a la catedral, ya con m¨¢s p¨²blico, Elliott Murphy en formaci¨®n de cuarteto plante¨® un concierto riguroso pero perfectamente adecuado a los aires festivos que reinaban. Mucho ritmo trepidante y un pu?ado de buenas canciones sirvieron para que el norteamericano afincado en Francia se metiera a todos los presentes en el bolsillo.
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