En libertad con cargos el joven acusado de violar y retener a una mujer
La Polic¨ªa le detuvo el lunes Seg¨²n el relato de ella, el arrestado, de 19 a?os, la secuestr¨® en un trastero e intent¨® prostituirla
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 16 de Madrid dej¨® en libertad con cargos ayer martes al joven de 19 a?os, y de origen rumano, que fue detenido el lunes acusado de encerrar y violar a una mujer durante cuatro d¨ªas en un trastero y a la que supuestamente tambi¨¦n intent¨® prostituir en la Casa de Campo. El joven est¨¢ acusado de detenci¨®n ilegal, agresi¨®n sexual y tentativa de prostituci¨®n coactiva. Como medida cautelar se le ha impuesto la obligaci¨®n de presentarse cada 15 d¨ªas en el juzgado.
En declaraciones a Telemadrid, el detenido ha negado los hechos. Asegura que no es culpable y que la denuncia interpuesta por la v¨ªctima era falsa. Algo que los investigadores no creen porque, de haber sido as¨ª, el juez le habr¨ªa imputado a ella un delito de falso testimonio, aseguran estas mismas fuentes.
El acusado fue detenido hace dos d¨ªas. Seg¨²n el testimonio de la mujer, de 40 a?os y de nacionalidad colombiana, esta hab¨ªa conocido a su captor ocho d¨ªas antes en la zona de Pr¨ªncipe P¨ªo. No ten¨ªa d¨®nde pasar la noche, por lo que acept¨® la invitaci¨®n de este joven de quedarse unos d¨ªas en su casa. Tras recoger sus pertenencias en su antiguo domicilio, cogieron un taxi rumbo a la supuesta vivienda del arrestado, pero en lugar de eso, y para su sorpresa, la llev¨® a un trastero situado en la calle de Castroserna, en el distrito de Latina de Madrid. En ¨¦l hab¨ªa ¨²nicamente un colch¨®n, una bombilla enganchada al suministro el¨¦ctrico de forma fraudulenta y una peque?a mesita adem¨¢s de dos cubos para que la retenida hiciera sus necesidades.
En un principio, la mujer accedi¨® a quedarse all¨ª debido a su precaria situaci¨®n. De acuerdo con su relato, durante los tres primeros d¨ªas el trato fue muy bueno hasta que el cuarto el joven intent¨® mantener relaciones sexuales con ella, y se neg¨®. A partir de ese momento, el acusado la forz¨® a mantener relaciones orales y vaginales varias veces al d¨ªa. La mujer se negaba pero fue obligada de forma despectiva y violenta. No ten¨ªa m¨®vil porque su captor se lo hab¨ªa quitado.
El hombre tambi¨¦n intent¨® prostituirla. La sac¨® del trastero y la condujo a la Casa de Campo. Ella se neg¨® en rotundo a prostituirse y su captor volvi¨® a llevarla al siniestro habit¨¢culo. Ah¨ª, de nuevo, continuaron las agresiones hasta que, finalmente, la colombiana se hizo con el m¨®vil del joven y llam¨® a la Polic¨ªa. Cuando llegaron, los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana encontraron a la mujer muy nerviosa y con golpes visibles en pecho, brazos y piernas. La v¨ªctima les indic¨® por gestos por d¨®nde hab¨ªa huido su captor, al que detuvieron en una calle cercana.
Los vecinos del edificio, donde supuestamente ocurrieron los hechos, no dan credibilidad a esta versi¨®n. Dicen que si la mujer hubiera estado secuestrada, ellos la habr¨ªan o¨ªdo. Seg¨²n cuentan, el trastero se encuentra en un piso bajo en el que los vecinos pasan la tarde charlando y los ni?os jugando. "La habr¨ªamos o¨ªdo gritar. Esa mujer no estaba bien", dice Gabriel, uno de los habitantes del inmueble de la calle de Castroserna.
?l y otros vecinos se?alan tambi¨¦n que el supuesto agresor, un chico de 19 a?os de complexi¨®n delgada, ten¨ªa una relaci¨®n con la mujer, que ella llevaba tiempo merodeando por un parque cercano y que hab¨ªa estado con el joven en el trastero pero, seg¨²n los vecinos, con su consentimiento. Asimismo aseguran que el joven guardaba all¨ª la ropa que recog¨ªa por la calle para luego venderla. La Polic¨ªa, por su parte, dio credibilidad al testimonio de la colombiana, detuvo al presunto agresor y lo puso a disposici¨®n judicial hace dos d¨ªas.
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