La calle por la que no pasa el cartero
Los vecinos de Francisco ?lvarez viven a unos 200 metros de la Ca?ada Real Correos no entra y la basura se retira cada dos semanas por la falta de seguridad
En la calle de Francisco ?lvarez, en el distrito de Villa de Vallecas, pr¨¢cticamente solo entran sus vecinos. Gente corriente que se enfrenta a sus hipotecas, lleva los ni?os al colegio y tienen trabajos normales. Pero ni el servicio de Correos ni los taxis se atreven a adentrarse en este enclave urbano situado entre la M-50 y la Ca?ada Real. El cami¨®n de la basura lo hace una vez cada 15 d¨ªas, seg¨²n los residentes. Y todo ello a pesar de que las 40 familias que all¨ª habitan pagan todos los impuestos municipales pertinentes como el de bienes inmuebles (IBI) o la tasa de basuras.
?Qu¨¦ les impide disfrutar de los servicios m¨¢s esenciales? El vivir a escasos 200 metros del llamado Sector 6 de la Ca?ada, a la altura de la incineradora de Valdeming¨®mez. O lo que es lo mismo, el principal mercado de droga de la regi¨®n y uno de los mayores de Espa?a. Para entrar en la calle de Francisco ?lvarez hay que atravesar obligatoriamente el Sector 6 o bordearlo dando un rodeo de kil¨®metros por un camino de gravilla. No hay escapatoria.
Este peri¨®dico ha podido comprobar lo que es intentar llegar en taxi a esta calle de la capital. Tras avanzar unos metros, el taxista se niega a continuar. ¡°Yo ah¨ª no entro, te bajas aqu¨ª¡±, dice. El camino est¨¢ embarrado y salpicado de jeringuillas. En el horizonte, tres ni?os corretean entre toxic¨®manos que caminan tambale¨¢ndose. El veh¨ªculo se para en mitad de un cruce. Al percatarse, los chabolistas del Sector 6 le hacen gestos para que aparque frente a sus infraviviendas. Otros simplemente escudri?an el interior del veh¨ªculo con cara de asombro. No es habitual que un coche de este servicio p¨²blico merodee por estos lares. El veh¨ªculo retrocede y el conductor vuelve a quejarse: ¡°Si llego a saber d¨®nde estaba la calle, no te traigo¡±. Tras cobrar, da media vuelta y se marcha.
El pasajero tiene entonces que seguir el resto del camino andando. En realidad, el n¨²mero 82 de la calle de Francisco ?lvarez, adonde el coche se dirig¨ªa inicialmente, no pertenece a esta antigua v¨ªa pecuaria conocida como la Ca?ada Real. Para empezar, figura en el callejero de Madrid; es decir, es legal, sus casas son legales. En ella viven 40 familias; unas, con sus casas e hipotecas y otras con el piso pagado desde hace a?os, aseguran.
Una comunidad como cualquier otra si no fuera por la importante carga que tienen sobre sus hombros. Como el cami¨®n de la basura no pasa, la suciedad se amontona en las aceras y sobre el pavimento: un asfalto desgastado y lleno de baches y grietas. Las ratas, mientras, corretean frente a las viviendas.
El portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, se ha hecho hoy mi¨¦rcoles eco de sus protestas. ¡°Estas personas est¨¢n pagando el IBI y el impuesto de basuras, pero los servicios que les dan son de cuarta divisi¨®n. Es una verg¨¹enza sin par¡±, ha clamado el l¨ªder de la oposici¨®n en la capital. ¡°Miren qu¨¦ pavimento, la calle no est¨¢ ni asfaltada. Es un islote dejado a la mano de Dios¡±, ha criticado Lissavetzky, que ha pedido a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que visite la zona y se re¨²na con los vecinos para buscar una soluci¨®n que no ser¨¢ ¡°ni costosa ni dif¨ªcil¡±. ¡°Esto es tambi¨¦n Madrid y los que viven aqu¨ª tambi¨¦n son madrile?os, como los de cualquier otro barrio¡±, ha afirmado el edil socialista.
Desde la Concejal¨ªa de Medio Ambiente replican que el cami¨®n de la basura pasa dos veces por semana por esta calle, no cada 15 d¨ªas como dicen los vecinos. El Ayuntamiento, sin embargo, no aclara por qu¨¦ no se recoge la basura todos los d¨ªas como en el resto de barrios de la capital. El Grupo Municipal Socialista tiene previsto presentar en el pr¨®ximo pleno del 8 de octubre una iniciativa para que la situaci¨®n de desamparo de los inquilinos de esta calle cambie, tal y como se comprometi¨®, dicen, el Gobierno regional y la Junta Municipal de Villa de Vallecas, gobernada por el PP desde hace 25 a?os. Si no, la soluci¨®n que plantean es que se les realoje.
Mientras eso llega, Mario y Violet deber¨¢n seguir yendo a la oficina de Correos de La Gavia para mirar su correspondencia antes de siete d¨ªas h¨¢biles. Si no, se quedar¨¢n sin saber, por ejemplo, si tienen cita para el m¨¦dico. O, en el caso de V¨ªctor, de 34 a?os, sin la posibilidad de cobrar la renta m¨ªnima de inserci¨®n al no presentar, a tiempo, la documentaci¨®n exigida, dice. Mario, de 46 a?os y parado, dispone de veh¨ªculo, pero Violet y su mujer tienen que andar dos kil¨®metros hasta la carretera de Valencia y ah¨ª coger el autob¨²s 339, ¡°que pasa cada 40 o 50 minutos¡± y que les deja en la plaza del Conde de Casal, donde, de nuevo, han de subirse a otro autob¨²s para llegar al centro comercial del Ensanche de Vallecas. Parad¨®jicamente, el establecimiento queda muy cerca de su casa, ya que el recorrido que tienen que hacer es pr¨¢cticamente circular. ¡°A veces te dan ganas de no ir al ambulatorio¡±, tercia Mar¨ªa del Carmen, vecina de 50 a?os, que tiene el centro de salud en Villa de Vallecas.
Todos ellos son vecinos de esta calle desde hace m¨¢s de 10 a?os. Seg¨²n cuentan, antes de que la droga se esparciera por la Ca?ada Real, en este enclave urbano hab¨ªa bares y parcelas. ¡°Y el del butano ven¨ªa dos veces por semana¡±. Hace dos d¨¦cadas, su lucha vecinal se centraba en mejorar la red de alcantarillado y las farolas. Ahora, en cambio, hacen turnos para recoger la basura que se amontona o para pavimentar su calle, aunque esto ¨²ltimo bajo una multa de 3.000 euros, aseguran. ¡°No lo hacen ellos [el Ayuntamiento] y tampoco nos dejan hacerlo a nosotros. Las cartas no llegar¨¢n, pero las multas todas en mano¡±, se queja Violet, cerrajero de 43 a?os.
Estos vecinos piden tambi¨¦n que se abra un acceso desde el vial del vertedero de Valdeming¨®mez para llegar a esta calle sin tener que pasar ¡ªy soportar¡ª los controles de la Polic¨ªa en la Ca?ada. Y de paso tener una ruta para que sus hijos puedan ir al colegio sin atravesar este espinoso poblado.
¡°Muchos de nuestros hijos vuelven del colegio en el 339 que va cargado de yonquis; es una cunda legalizada¡±, sostienen los afectados. ¡°Por no hablar, claro, de la mala fama. ?T¨² sabes lo que es decirle a un cr¨ªo que no puede ir a casa de su amigo porque despu¨¦s habr¨¢ que invitarle a la nuestra y ver¨¢ todo esto? Ni se imagina la verg¨¹enza¡±.
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