Problemas para los ¡®sin hogar¡¯

¡°Cada uno vive su vida, y yo la m¨ªa¡±. Antonio Moreno, de 51 a?os, solo conserva parte de su dentadura, pero eso no le impide sonre¨ªr. Almuerza asiduamente en el comedor social de San Antonio en el barrio bilba¨ªno de Irala, con capacidad para 108 personas. Perdi¨® su empleo hace algunos a?os, vive en la calle desde hace uno y se declara feliz: ¡°?Para qu¨¦ vas a llorar?¡±

Pese a ello, quiere cambiar de vida. Busca trabajo en la Asamblea del Paro porque quiere ¡°un techo para vivir¡±. Su problema es que este a?o ha perdido la Renta de Garant¨ªa de Ingresos (RGI), la principal ayuda social que se concede en Euskadi, al no poder seguir empadronado en su domicilio habitual por desacuerdos familiares. Un total de 61.326 ciudadanos cobraban en julio pasado esta ayuda en Euskadi, 1.858 m¨¢s que un a?o antes, de las que 39.094 viven en Bizkaia.

Sin vivienda, como es el caso de Moreno, no se puede estar empadronado. Y sin estar empadronado no se pueden cobrar ayudas de asistencia social. Desde 2011 el periodo m¨ªnimo de empadronamiento para acceder a ellas asciende a tres a?os, mientras que antes era uno, o un lustro de vida laboral.

En Bilbao existe el empadronamiento social: el consistorio inscribe a personas sin hogar para que accedan a ayudas. ¡°Algunos se empadronan en el albergue de Elejabarri, pero no llega para todos¡±, explica Br¨ªgida Ridruejo, de SOS Racismo. A principios de a?o 604 personas estaban empadronadas de este modo en la ciudad, seg¨²n datos municipales. ¡°Para conseguirlo hay que tener cierta constancia¡±, acudir a cursos y centros de d¨ªa, precisa Ridruejo, algo dif¨ªcil ¡°para una persona en la calle, sin un tejido de apoyo¡±.

Es el caso de Fernando, de 40 a?os, tambi¨¦n usuario del comedor social. Lleva 12 viviendo en la calle. Trabaja cuando puede, lo que no le permite esa estabilidad. Quiere salir de la vida en la calle, pero no alberga muchas esperanzas: ¡°Los a?os empiezan ya a fastidiar, y tengo problemas con la Justicia¡±. Bilbao sumaba en julio 197 sin hogar.

Entre 2008 y 2012 la cifra de pobres creci¨® en Euskadi un 28,5% hasta llegar a las 157.686 personas, seg¨²n datos de Eustat. Hace dos a?os, el 16% de los vascos se encontraba en riesgo de exclusi¨®n social, un nivel comparable a pa¨ªses como Suecia, pero que supone 350.000 ciudadanos en dicha situaci¨®n, seg¨²n el Consejo Econ¨®mico y Social (CES).

C¨¢ritas ha alertado de que un tercio de las personas atendidas en 2012 llevaban m¨¢s de tres a?os en esa situaci¨®n.

Adil vive en un piso compartido con amigos. Tiene 24 a?os y lleva cuatro en Espa?a. Lleg¨® de su Marruecos natal en un cami¨®n tras intentarlo muchas veces. Encontr¨® trabajo en Andaluc¨ªa, en la cosecha del pimiento. ¡°El jefe nos explotaba. Trabaj¨¢bamos ocho horas diarias por 33 euros¡±, se indigna, as¨ª que lo dej¨® ocho meses despu¨¦s. Desde que lleg¨® a Euskadi no ha encontrado trabajo. Antes cobraba la RGI, pero por falta de documentos la perdi¨®. Voluntario de la Cruz Roja, con estudios y un castellano excelente, va al gimnasio para no deprimirse y busca trabajo. Tambi¨¦n acude al comedor de Irala.

Hasta la reciente instrucci¨®n de Salud que va a suponer una relajaci¨®n de las condiciones, el Pa¨ªs Vasco ped¨ªa un a?o m¨ªnimo de empadronamiento para recibir atenci¨®n m¨¦dica, salvo en urgencias, donde no era preciso.

¡°Si no est¨¢s en el sistema, no existes¡±, opina Santos Arrieta Galey, coordinador en Euskadi de M¨¦dicos del Mundo. Esta ONG ofrece atenci¨®n primaria a quienes no re¨²nen las condiciones de empadronamiento requeridas. Subraya que la sanidad no puede depender de una ONG, sino de la Administraci¨®n. Ridruejo se muestra de acuerdo: ¡°?C¨®mo vas a criticar a los colegas que trabajan en asociaciones? Pero no tienen herramientas ni recursos suficientes¡±.