¡°Estamos mucho m¨¢s cerca de una vacuna del sida¡±
El director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos cree que reducir los fondos p¨²blicos para luchar contra la enfermedad es ¡°miope¡±
Anthony Fauci (Nueva York, 1940) lleva a?os al pie del ca?¨®n en la lucha contra el VIH. Es uno de los cient¨ªficos m¨¢s citados en este campo y act¨²a como uno de los principales asesores de la Casa Blanca en el ¨¢rea del sida. Esta entrevista iba a realizarse en persona en el marco de la XIII Conferencia de Vacunas de Sida que se celebra estos d¨ªas en Barcelona, pero Fauci no ha podido viajar por culpa del cierre del Gobierno de Estados Unidos. ¡°Los empleados del gobierno federal tenemos prohibido viajar en estas circunstancias¡±, se excusa por tel¨¦fono. A pesar de las ¨²ltimas decepciones en la b¨²squeda de la vacuna, Fauci no ha perdido ni pizca de optimismo.
Pregunta. Las infecciones por VIH se han reducido a la mitad, o incluso m¨¢s, en 25 pa¨ªses del mundo desde 2001. ?A qu¨¦ lo atribuye?
Respuesta. El acceso a los antirretrovirales ha sido fundamental. Cuando una persona infectada por el virus recibe el tratamiento y consigue reducir la carga viral, las posibilidades de que transmita el virus son mucho menores. Es lo que se conoce como prevenci¨®n mediante el tratamiento. El acceso al tratamiento alcanza al 67% de las personas que lo necesitan en el sur de ?frica y al 90% en el mundo desarrollado. Esto, junto con las medidas est¨¢ndar (el uso de preservativos, la circuncisi¨®n masculina, la prevenci¨®n de la transmisi¨®n de madres a hijos) ha facilitado la situaci¨®n actual.
Debemos estar muy atentos para que el ¨¦xito no reduzca los esfuerzos por acabar con la pandemia
P. Usted alerta del peligro de la ¡°tendencia humana¡± a volver a viejos h¨¢bitos y comportamientos de riesgo cuando se extiende la impresi¨®n de que una enfermedad est¨¢ bajo control.
R. Cuando el tratamiento y la prevenci¨®n funcionan, la gente empieza a pensar que la enfermedad est¨¢ controlada. Se reducen los fondos y los comportamientos se relajan, de forma que las personas se exponen m¨¢s al riesgo. En efecto, debemos estar muy atentos para que el ¨¦xito no reduzca los esfuerzos por acabar con la pandemia.
P. Una de las cosas que se han dicho en este congreso es que la ¨²nica forma de controlar la pandemia es combinar todas las medidas preventivas que funcionan y no ce?irse a una ¨²nica estrategia.
R. El virus del VIH es tan complejo que es imposible abordarlo de una ¨²nica manera. La mejor prevenci¨®n debe combinar la vacuna con las medidas que cit¨¦ en la primera respuesta.
P. ?Es tan necesaria la vacuna? ?El coste de desarrollarla compensar¨¢ los beneficios?
R. Si quieres alcanzar un control permanente o duradero, la mejor forma de conseguirlo es desarrollar una vacuna segura y eficaz. Si no, el riesgo es que aunque hayas controlado la enfermedad, luego rebrote, como ha pasado en algunos pa¨ªses con la malaria, por ejemplo. Es verdad que es poco probable que la eficacia de esta vacuna sea del 90%, como s¨ª ocurre con otras que hist¨®ricamente han cambiado la salud global, como la de la polio. En este caso, una eficacia del 60% y ser¨ªa suficiente para que el beneficio de utilizarla con respecto a los costes sea extraordinariamente favorable.
Una eficacia del 60% ser¨ªa suficiente
P. En 1997, el entonces presidente estadounidense Bill Clinton anunci¨® el objetivo de descubrir una vacuna del sida en 10 a?os. En este congreso se ha visto que estamos todav¨ªa lejos de conseguirla. ?No les preocupa que el avance sea tan lento?
R. El progreso desde entonces ha sido extraordinario. No tenemos una vacuna, pero estamos mucho m¨¢s cerca de conseguirla. El ensayo tailand¨¦s, aunque sus resultados fueron modestos, fue un destello de esperanza que mostr¨® que es factible tener una vacuna contra el sida.
P. Esa vacuna (denominada RV144), cuyos resultados se conocieron en 2009, mostr¨® una eficacia del 31%. Fue la primera, pero aun as¨ª los resultados fueron modestos. ?Aprendieron algo de este ensayo?
R. Los estudios de seguimiento a los voluntarios que recibieron la vacuna nos dieron informaci¨®n sobre los indicadores de la protecci¨®n inmunitaria. Esto nos guiar¨¢ en el futuro.
P. ?Cu¨¢nto tardaremos en tener una vacuna preventiva?
R. No podemos saberlo. No creo que pasen 20 a?os, pero no podemos fijar una fecha: pueden ser 5, 10, 15 a?os. Seguramente, la primera que consigamos no ser¨¢ perfecta, ir¨¢ mejorando con el tiempo.
P. En este congreso se ha hablado por primera vez de la posibilidad de una vacuna terap¨¦utica, destinada a curar en vez de prevenir. ?Llegar¨¢ antes que la preventiva?
R. Es dif¨ªcil saberlo. Las dos van paralelas. Adem¨¢s, es posible que si se encuentra una vacuna terap¨¦utica, lo que aprendamos podamos aplicarlo al desarrollo de una preventiva.
P. En la b¨²squeda de la vacuna, ha habido dos grandes decepciones: el ensayo Step de la vacuna MRK paralizado en 2007 y el de la HVTN 505, paralizado en abril de este a?o tras ver que no iba a mostrar eficacia. ?Qu¨¦ efecto han tenido en la agenda de investigaci¨®n?
R. La comunidad cient¨ªfica ha aprendido importantes lecciones de estos ensayos. La informaci¨®n fue negativa, pero importante. Sabemos que los vectores del adenovirus 5 no inducen una respuesta suficientemente importante en forma de anticuerpos neutralizantes y linfocitos T. Las vacunas no protegieron a los individuos de la infecci¨®n, por lo que estos resultados indicaron que el enfoque no era v¨¢lido. Tendremos que desarrollar distintas estrategias en los pr¨®ximos ensayos.
P. Espa?a ha reducido mucho su aportaci¨®n a los programas internacionales y nacionales que luchan contra el sida. ?Qu¨¦ le parece?
R. Muchos pa¨ªses se enfrentan a l¨ªmites presupuestarios. En Estados Unidos, aunque el presupuesto no ha aumentado en los ¨²ltimos a?os, tampoco ha disminuido. Reducir los fondos comportar¨¢ consecuencias negativas: todo lo que se invierta ahora, es un ahorro en el futuro. Me parece una medida miope.
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