Todas las tasas de Barajas son m¨¢s caras que las de El Prat
Aterrizar en Madrid le cuesta a un Boeing 737 unos 3.550 euros, 220 m¨¢s que en Barcelona La divergencia obedece a la amortizaci¨®n de las diferentes inversiones realizadas
Hasta 2011 las tasas eran id¨¦nticas para todos los aeropuertos de la red Aena. A partir de entonces, el Ministerio de Fomento decidi¨® modificar el criterio, separando las tasas de navegaci¨®n de las propiamente aeroportuarias. Fue cuando el ente de Fomento decidi¨® agrupar los aeropuertos por categor¨ªas, creando un primer grupo en el que situaba a Barajas y El Prat, pero marcando tambi¨¦n diferencias entre ambos. Unas diferencias que ha digerido mejor el aeropuerto catal¨¢n, el m¨¢s transitado de Espa?a en agosto y mucho m¨¢s atractivo para las aerol¨ªneas de bajo coste, mientras sumerg¨ªan a su hom¨®logo de Madrid en una crisis de identidad. Pasando de ser el cuarto aeropuerto m¨¢s transitado de la Uni¨®n Europea en 2012 a caer al noveno puesto en agosto, cuando experiment¨® la mayor ca¨ªda de pasajeros de Europa. Los datos de septiembre inciden en la herida abierta de Barajas, que registr¨® 3,61 millones de usuarios frente a los 4,08 millones de un a?o antes. Es decir: perdi¨® el 11,5% de pasajeros. Mientras, El Prat registr¨® 3,52 millones, un 0,8% m¨¢s.
La subida de tasas se ha incrementado en Barajas un 113%, por un 108% en El Prat, en los tres ¨²ltimos a?os, justo el periodo en el que comenz¨® a acelerarse la ca¨ªda de pasajeros en Madrid, con un descenso del 7,7% de turistas en lo que va de a?o (22,2% en agosto). Mientras desde Aena no justifican la diferencia de tasas entre Madrid y Barcelona, desde el Comit¨¦ de Desarrollo de Rutas A¨¦reas de Barcelona se?alan que la diferencia obedece a las diferencias de costes operativos y a la amortizaci¨®n de la inversi¨®n realizada en ambos aeropuertos durante sus ampliaciones. Si en el aeropuerto madrile?o se destinaron 6.200 millones para la construcci¨®n de la T-4, en El Prat la puesta en marcha de la T-1 cost¨® 3.000 millones.
La conclusi¨®n es que no cuesta lo mismo aterrizar en Barajas que en El Prat. El euro de m¨¢s por tonelada que les vale a las aerol¨ªneas operar en Madrid (8,38 euros) supone la primera diferencia apreciable cuando se comparan sus tasas con las de Barcelona (7,38). La distancia se acrecienta con la cuant¨ªa m¨ªnima por operaci¨®n, de 154,62 euros en el aeropuerto madrile?o frente a los 136,19 del catal¨¢n, donde las compa?¨ªas a¨¦reas se ahorran de entrada 18 euros, una cantidad que a final de ejercicio puede suponer millones de euros.
Si la toma (aterrizaje) ya sale m¨¢s cara en Madrid (unos 3.550 euros en el caso de un Boeing 737 por los 3.330 en Barcelona), lo mismo sucede con los servicios de tr¨¢nsito que facilita el gestor aeroportuario: 3,51 euros por 3,49. Un margen de dos c¨¦ntimos que no es calderilla para las l¨ªneas a¨¦reas y que se acrecienta hasta los 40 c¨¦ntimos en el pago m¨ªnimo por la operaci¨®n (71,88 frente a 71,48). Eso por no hablar de los vuelos internacionales, en los que Barajas tambi¨¦n sale perdiendo: la tasa que tiene que pagar un pasajero desde Barcelona es de 17,84 euros por billete frente a los 22,18 euros a desembolsar en Madrid. La historia se repite en el caso de los vuelos dentro del espacio a¨¦reo la UE: 15,67 euros y 14,58 respectivamente.
El sobrecoste del handling tambi¨¦n es mayor en Barajas: hasta un 15% m¨¢s que en El Prat. El precio es tan abultado en Madrid que fuentes del aeropuerto lo consideran ¡°decisivo¡± para que las compa?¨ªas low cost hayan reducido considerablemente su presencia. ¡°No es casual que Ryanair, Easyjet o Vueling [el convenio de sus pilotos limita adem¨¢s los vuelos en Madrid y los favorece en El Prat] lideren las operaciones en Barcelona, que se ha convertido en el hub de bajo coste de Espa?a. El handling, que tiene una duraci¨®n media de una hora, se puede hacer de dos maneras: o en remoto, es decir, trasladando a los pasajeros en jardinera hasta el aparato o la terminal, m¨¢s econ¨®mico y la opci¨®n predilecta de las low cost, o bien mediante el finger, m¨¢s c¨®modo, r¨¢pido... Y caro. Ninguna sale rentable en Madrid¡±, observan voces autorizadas.
As¨ª, el coste de estacionamiento de aeronaves en Barajas es de 0,12 euros por 15 minutos o fracci¨®n, frente a los 0,12 de Barcelona. La misma t¨®nica se produce en el caso de las pasarelas telesc¨®picas: 33,23 euros frente a 30,12. Esto es, m¨¢s de tres euros que sumar a todos los conceptos anteriores. Ni siquiera el servicio de catering beneficia a Barajas: en Madrid se pagan 29,88 euros por avi¨®n dentro del Espacio Econ¨®mico Europeo y 49,80 en los vuelos internacionales, frente a los 20,92 y 34,86 euros de El Prat.
La crisis de Barajas, que rinde al 60% de su capacidad ¡ªtambi¨¦n por la crisis que afecta a Iberia, cuarta l¨ªnea nacional por pasajeros tras la fusi¨®n con British Airways en IAG¡ª y representa el 10% del PIB madrile?o, ha llevado al Gobierno regional a pedir que se abra la Terminal 4 ¡ªAir Europa va a tener su propio hub en la antigua terminal 3¡ª a las aerol¨ªneas extracomunitarias para reforzar las rutas con Oriente Pr¨®ximo, el Lejano Oriente y Am¨¦rica Latina. Incluyendo en sus peticiones para la T-4 adem¨¢s a las firmas de bajo coste, que en lo que va de a?o han perdido un 19% de pasajeros en el aeropuerto de Madrid. En los ¨²ltimos a?os operar en la T-4 se ha convertido casi en una exclusiva de Iberia y las l¨ªneas que se engloban dentro de la alianza One World, a la que pertenece la que fuera compa?¨ªa de bandera espa?ola.
Adem¨¢s de abrir la T-4, el presidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez reclam¨® la semana pasada la bajada de las tasas. El presidente de Aena, Jos¨¦ Manuel Vargas, le replic¨® que no se lo plantea antes de 2020, aunque no excluy¨® bonificaciones ¡°en funci¨®n de incentivos puntuales para estimular situaciones concretas¡±. Vargas aprovech¨® para destacar el ¡°gran trabajo de Barcelona en la promoci¨®n de su aeropuerto¡±, modelo que a su entender deber¨ªa trasladarse a Barajas, mientras se mostraba esperanzado de que Iberia Express juegue en Madrid el papel de Vueling en Barcelona.
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