Un dolor consabido
'Espain', el nuevo espect¨¢culo de La Shica aterriza en Barcelona
Una fanfarria irrumpe en el patio de butacas. Tres m¨²sicos y una cantante entonan la canci¨®n de bienvenida a los americanos de Berlanga. Activada por el resorte de la melod¨ªa la memoria act¨²a por s¨ª sola, pero La Shica, protagonista del espect¨¢culo, la refuerza cuando ya en escena explica el origen de la pieza y el fondo del film de Berlanga, hoy m¨¢s actual que nunca. Es el inicio de?Espain un espect¨¢culo en el que la artista ceut¨ª juega todas sus bazas cantando, bailando y actuando, interpretando un texto escrito al alim¨®n con Andreu Buenafuente cuya finalidad se desparrama a lo largo de la obra como el delta de un gran r¨ªo. Dos horas despu¨¦s, con La Shica abandonando el escenario haciendo las maletas como, remacha, tantos ciudadanos espa?oles, queda en el aire una duda: ?qu¨¦ es Espain?.
Primera respuesta: un tour de force de La Shica, artista que protagoniza de manera aplastante esas dos horas en las que se unen diversas disciplinas. Baila con soltura y donaire, canta con pasi¨®n y entrega apoyada en una voz sin fisuras que aborda cl¨¢sicos populares de la m¨²sica espa?ola y latinoamericana, e interpreta en su estreno como actriz con la convicci¨®n de debutante superando su primera gran prueba de reparto. Sin duda se llevar¨ªa el papel, pues resulta convincente por m¨¢s que en ocasiones se antoje evidente que construye un personaje, todo y que por momentos cuenta su propia vida y sugiere que aquello que explica es precisamente aquello que cree como persona. Esta primera respuesta sugerir¨ªa oportuno asistir al espect¨¢culo, del que La Shica sale reforzada.
'Espain' es una suerte de reflexi¨®n sobre la vida de La Shica y por extensi¨®n una reflexi¨®n sobre la mujer
Segunda respuesta: ¡°Espain¡± es un repaso en clave de humor tibio a la actual situaci¨®n de Espa?a, aqu¨ª asimilada a ¡°pain¡±, dolor en ingl¨¦s. Por aqu¨ª se abren las costuras del espect¨¢culo, debido fundamentalmente a que nuestra clase pol¨ªtica, perdidas las formas, mostrado su nula empat¨ªa social, es la protagonista del humor m¨¢s descarnado, surreal y ¨¢cido del momento. Hace falta mucha intenci¨®n para superar los dram¨¢ticos chistes de los gobernantes, empecinados en considerar a los ciudadanos poco menos que est¨²pidos. Y podr¨¢n, podremos, ser iletrados y carecer de comprensi¨®n lectora, pero lo de est¨²pidos e ingenuos no cuela. En este plano, por ejemplo, un chiste sobre la posibilidad de fumar en Alcorc¨®n ¨CEurovegas- se queda muy corto.
Tercera respuesta: ¡°Espain¡± es una suerte de reflexi¨®n sobre la vida de La Shica y por extensi¨®n una reflexi¨®n sobre la mujer, la mujer de tron¨ªo, sobre el hombre, manso y desorientado y sobre los espa?oles y su capacidad para solventar mediente el humor y un cierto fatalismo cualquier adversidad. Aqu¨ª el texto se antoja epid¨¦rmico, apenas descubre nuevos ¨¢ngulos de lectura y se pierde en lugares comunes celebrados por el p¨²blico con el recocijo y calor que se experimenta al abrir la puerta de casa y entrar en territorio conocido. ¡°Soy naranja completa¡± es la frase con la que La Shica se proclama autosuficiente; ¡°me gustan los toros pero no que los maten¡± es una forma de aproximarse a la tauromaquia asimilable a decir que gusta el agua con gas sin burbujas; cuestionar al casado lig¨®n precisa para escocer de algo m¨¢s que re¨ªrse de la frase ¡°me ahogo en mi relaci¨®n¡± usada como v¨ªa de aproximaci¨®n a la presa por parte del predador y construir la imagen de la mujer pantera, de una Paquita La Del Barrio ceut¨ª, es un recurso que se ha usado en demas¨ªa y que acaba dando demasiado valor a ese mequetrefe que es el hombre. En suma, el espect¨¢culo acaba siendo salvado por el tes¨®n y la capacidad de La Shica, coautora de un texto amable ambientando en una escenograf¨ªa modesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.