El pianista que sonr¨ªe con los dedos

Igual que nuestra personalidad traspasa irremediablemente a nuestra forma de escribir de una manera inconsciente, tambi¨¦n la personalidad del int¨¦rprete queda plasmada a trav¨¦s de la forma de acometer la obra en las teclas del piano. Horacio Lavandera habla de forma calmada, sin sobresaltos, casi con ternura. Y se nota en su forma de tocar Beethoven o Liszt, algo que puede comprobarse en directo este martes en los Teatros del Canal. All¨ª da un concierto en solitario dentro del ciclo J¨®venes Int¨¦rpretes de la Fundaci¨®n Scherzo.

A Lavandera en su familia no lo miraron raro por querer ser m¨²sico. ¡°Mi t¨ªa abuela era pianista y vengo de una familia de m¨²sicos en la que hay clarinetistas, guitarristas, percusionistas, chelistas¡­ Ser m¨²sico en mi familia es algo para lo que nunca se han puesto trabas¡±, dice este int¨¦rprete de 28 a?os que vive entre Buenos Aires y Madrid. Del p¨²blico madrile?o dice que es ¡°muy c¨¢lido y respetuoso¡± y que ¡°entiende la sutileza y la calidad en el fraseo¡±.

En este concierto tocar¨¢ un programa integrado por dos sonatas de Beethoven, cuatro piezas de Chopin y la segunda rapsodia h¨²ngara de Liszt. Un repertorio en el que se condensa a los maestros del piano en una sola sesi¨®n, aquellos que hicieron de las 88 teclas un lienzo en blanco sobre el que plasmar la belleza y el virtuosismo.

¡°Las sonatas de Beethoven son probablemente las piezas m¨¢s importantes del repertorio y las obras de Chopin son muy bellas y est¨¢n muy logradas. Con Lizt se hace un viaje m¨¢s hacia lo popular a trav¨¦s de un maestro virtuoso¡±, dice el pianista.

Pero lo que tampoco est¨¢ elegido al azar es la pieza que cierra el concierto. Buenos Aires se hace m¨²sica en las manos de Piazzolla, y por eso ha elegido para elogiar a su ciudad en la capital el Adi¨®s Nonino del compositor. ¡°Igual que hay grandes y complejas estructuras en Mozart, tambi¨¦n las hay en Piazzolla. Es m¨²sica cl¨¢sica como la barroca, con una estructura en las ornamentaciones¡±, dice Lavandera, que aunque dentro del repertorio se decanta por Beethoven y Chopin, dice que sus amigos le han dicho que cuando toca Mozart le ¡°sonr¨ªen los dedos¡±. Eso s¨ª, fue el compositor polaco y sus obras las que le dieron el Premio Gardel el pasado agosto por su grabaci¨®n de piezas de Chopin.

Lavandera tiene ilusi¨®n en la mirada y ambici¨®n en el coraz¨®n. En Buenos Aires tiene un proyecto en colaboraci¨®n con un grupo de cient¨ªficos en el que intenta explicar los misterios de nuestro planeta a trav¨¦s de la m¨²sica contempor¨¢nea. ¡°Mi objetivo a largo plazo es crear un gran centro de estudio ac¨²stico-musical en Argentina. Colaboro con cient¨ªficos de renombre de mi pa¨ªs para que expongan los conocimientos que se extraen de las piezas de m¨²sica contempor¨¢nea. Vamos explicando poco a poco aspectos cient¨ªficos y acercando a la gente la ciencia y la m¨²sica¡±, explica el int¨¦rprete porte?o.

En esa inquietud que le concede su juventud, tambi¨¦n ha querido acercarse a los m¨¢s j¨®venes para que conozcan la m¨²sica cl¨¢sica a trav¨¦s de su piano. Horacio Lavandera ha hecho algunas colaboraciones con las orquestas juveniles argentinas ¡ªen las que se integran ni?os y j¨®venes de todas las clases sociales, siguiendo el modelo del Sistema venezolano¡ª y ya ha debutado tambi¨¦n como director de orquesta. ¡°Quiero seguir estudiando, trabajando, componiendo m¨¢s, tocando en lugares nuevos, dirigiendo orquestas¡­¡±, dice el joven pianista, y sus planes se prolongan en una enumeraci¨®n de m¨¢s de un minuto, porque no puede estarse quieto. Excepto cuando se sienta ante el piano.

Horacio Lavandera. En la Sala Roja de los Teatros del Canal (Cea Berm¨²dez) el pr¨®ximo martes a las 20.00. Entradas: de 10 a 17 euros.