M¨¢s simple, m¨¢s complicado
El escenario se simplifica, por tanto se complica. Del fin de semana, retenemos la concentraci¨®n del 12 octubre en la Plaza Catalu?a a favor de la unidad de Espa?a, el inicio de campa?a de Proc¨¦s Constituent en Montju?c, y la beatificaci¨®n de 522 m¨¢rtires ¡°de la persecuci¨®n religiosa¡± en Tarragona. Entre los antecedentes, la humillaci¨®n de Alicia S¨¢nchez Camacho por sus colegas del PP por la osad¨ªa de proponer una modest¨ªsima reforma de la financiaci¨®n, que confirma la vieja idea de que la pol¨ªtica es complicidad sin amistad, es decir, a palos; o la ins¨®lita apelaci¨®n del ministro de Justicia a los empresarios para que presionen a Artur Mas para que rectifique y abandone la l¨ªnea soberanista, transfiriendo a sus interlocutores una responsabilidad pol¨ªtica que no les corresponde.
El escenario se simplifica en la medida en que se van reduciendo las opciones: las llamadas terceras v¨ªas se han quedado sin ox¨ªgeno una vez constatado que el presidente Rajoy ha optado por la v¨ªa de la confrontaci¨®n y no est¨¢ dispuesto a escuchar ninguna propuesta intermedia. De modo que vamos directo al enfrentamiento entre statu quo e independencia. Hay pocas dudas de que el gobierno espa?ol ha optado por llevar la situaci¨®n hasta el l¨ªmite, cerrando el paso a cualquier propuesta m¨ªnimamente aceptable para CiU (que ya es dif¨ªcil de encontrar a estas alturas).
Rajoy ha visto en la l¨ªnea dura una doble oportunidad: recuperar votos en el resto de Espa?a y asfixiar a un PSOE que lleva dos a?os paralizado y sin aliento para dar un salto adelante, acus¨¢ndole de debilidad de esp¨ªritu en defensa de la patria. La polarizaci¨®n deja al PSC definitivamente en fuera de juego, porque si se incorpora al polo unionista liderado por el espa?olismo m¨¢s recalcitrante se desfigura por completo y si se pasa al polo independentista se desdibuja definitivamente y, de rebote, debilita las opciones electorales de los socialistas en Espa?a. Y deja a Artur Mas condenado a escoger entre una rectificaci¨®n que le obligar¨ªa a irse a casa o seguir a fondo por la v¨ªa soberanista, a¨²n a sabiendas de que probablemente la capitalice otro.
Las terceras v¨ªas se han quedado sin ox¨ªgeno una vez constatado que Rajoy ha optado por la v¨ªa de la confrontaci¨®n
La situaci¨®n se clarifica, por tanto, pero a su vez se complica. Los problemas indivisibles son los m¨¢s dif¨ªciles de resolver porque no ofrecen margen para la negociaci¨®n. No cabe un 50% de statu quo y un 50% de independencia: o una cosa o la otra. Estas situaciones en democracia s¨®lo se pueden resolver con el voto, que permite saber el peso real de cada cosa, con el compromiso de cada parte de actuar en consecuencia con el resultado, desde el di¨¢logo y el respeto mutuo. Pero el gobierno y los partidos espa?oles se niegan rotundamente a implementar esta soluci¨®n. Con lo cual deber¨ªan explicarnos, ?cu¨¢l es el desenlace que prev¨¦n? ?Conf¨ªan en que el independentismo frene en el ¨²ltimo minuto, est¨¢n dispuestos a frenar si sus c¨¢lculos sobre el desistimiento espont¨¢neo del soberanismo falla, como vienen fallando hasta ahora, o est¨¢n decididos a hacer caer todo el peso de la ley sobre Catalu?a? ?Qu¨¦ peso y qu¨¦ ley?
Hist¨®ricamente, los momentos en que Catalu?a ha querido irse han coincidido con situaciones de crisis profunda del r¨¦gimen pol¨ªtico espa?ol. Este es el aviso que los catalanes vienen emitiendo y nadie ha querido tomarlo en serio, en el sentido de asumir la necesidad de reformar por completo el r¨¦gimen surgido de la transici¨®n. Era condici¨®n previa para que las exigencias del independentismo catal¨¢n fueran reconducibles. Pero el gobierno del PP y la oposici¨®n socialista no han querido saber nada ello. Se empe?an en resistir sin tocar nada esencial, aun al precio de que el r¨¦gimen siga la deriva actual hacia el autoritarismo posdemocr¨¢tico. En esta situaci¨®n de bloqueo el sistema seguir¨¢ degrad¨¢ndose. S¨®lo un gesto de regeneraci¨®n democr¨¢tica muy contundente podr¨ªa romper la din¨¢mica de decadencia. Se me ocurren tres: una dimisi¨®n ejemplar y con todas las consecuencias en materia de corrupci¨®n, porque quien sabe ¡°que hay cosas que no se pueden demostrar¡± debe una explicaci¨®n sobre estas cosas a la ciudadan¨ªa; un refer¨¦ndum previo a la asunci¨®n de la corona por parte del pr¨ªncipe, para aclarar de una vez la legitimidad de la monarqu¨ªa; y un refer¨¦ndum para clarificar de verdad la situaci¨®n de Catalu?a y avanzar en consecuencia. Tres opciones bloqueadas por los rectores de un r¨¦gimen pol¨ªtico gripado que se resisten a la renovaci¨®n.
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