El Islam ¡®poligonero¡¯
Ayuntamientos como Badalona, Mollet y L¡¯Hospitalet expulsan los oratorios a las zonas industriales para evitar conflictos con los votantes
La comunidad musulmana en Catalu?a crece y necesita construir nuevos oratorios. Y los ayuntamientos ponen trabas. Aun pagando solar y edificio, parece que la sociedad del libre mercado no est¨¢ dispuesta a tolerar musulmanes ¡ªpobres¡ª rezando en el centro de sus ciudades. Con el argumento de que una mezquita puede provocar el rechazo de los vecinos aut¨®ctonos, municipios de todos los colores pol¨ªticos aprueban decretos y normas que paralizan su construcci¨®n o que fomentan su ostracismo al extrarradio: a los pol¨ªgonos industriales. En la Catalu?a del siglo XXI crece el Islam poligonero
El ¨²ltimo choque frontal estall¨® en Mollet del Vall¨¨s, aunque tambi¨¦n ha habido movimientos en ese sentido en la segunda y tercera ciudad de Catalu?a, L¡¯Hospitalet y Badalona.
En Mollet (gobernada por el PSC), el conflicto ha surgido por el cambio de local de la entidad musulmana Al Huda. Despu¨¦s de casi 20 a?os en la misma mezquita, el local se qued¨® peque?o. Los fieles encontraron y compraron un solar m¨¢s grande, a escasos 100 metros del primero. Pero toparon con una modificaci¨®n urban¨ªstica aprobada en 2004 que imped¨ªa instalar locales de culto en la zona, una medida que no afectaba al antiguo local, porque no es retroactiva. La comunidad, no obstante, compr¨® el solar y comenz¨® las obras ante las protestas, cada vez m¨¢s ostensibles, de los vecinos. La presi¨®n de los aut¨®ctonos llev¨® al consistorio a precintar el edificio el pasado verano.
Los musulmanes de Mollet respondieron ocupando, de nuevo, el local y trasladaron su malestar a las calles: decenas de ellos optaron por rezar delante del ayuntamiento. Normas al margen, no entienden por qu¨¦ pueden estar en su vieja mezquita pero no en una nueva que est¨¢ a tiro de piedra. El Ayuntamiento recurri¨® a la f¨®rmula conocida ¡ªy pol¨¦mica¡ª de instalarla en un pol¨ªgono industrial donde ya tiene su mezquita la otra comunidad musulmana del municipio. De momento, no hay soluci¨®n.
El miedo a perder votos hace que los municipios desoigan las sentencias sobre la ubicaci¨®n de oratorios
Lo que para los musulmanes es una necesidad y un derecho, para los alcaldes es un problema. La ley obliga a garantizar el derecho fundamental a la libertad religiosa, al tiempo que los vecinos presionan para alejar las mezquitas de sus casas. En ocasiones, los ayuntamientos optan por dejar pudrir el problema. Hace unas semanas, el Ayuntamiento de Badalona aprob¨® en un pleno la suspensi¨®n de licencias. Durante un a?o, no podr¨¢n instalarse nuevos centros de culto en la ciudad. El consistorio pretende usar este tiempo para ¡°actualizar y racionalizar las condiciones¡± que han de regular esos locales y permitir ¡°su encaje en el tejido urbano¡±. Y recuerda que dos municipios lim¨ªtrofes, Sant Adri¨¤ de Bes¨°s y Santa Coloma de Gramenet, ¡°est¨¢n trabajando en esa misma l¨ªnea¡±.
Aunque no quiere avanzarse al an¨¢lisis de posibles emplazamientos, el alcalde de Badalona, Xavier Garc¨ªa Albiol (PP) admite sus preferencias: ¡°El modelo de centro de culto dentro de la ciudad no me gusta. Si ha de haber una ubicaci¨®n ha de ser una zona industrial que no moleste¡±, explica. Albiol cree que hay que evitar las escenas de musulmanes rezando en medio de la calle y considera que la opci¨®n de que los pol¨ªgonos industriales acojan mezquitas tiene m¨¢s ventajas que inconvenientes. ¡°?Te evitas conflictos de convivencia! Para m¨ª, la prioridad es la tranquilidad de los vecinos¡±, afirma. ]Y no es un problema de colores pol¨ªticos. L¡¯Hospitalet de Llobregat (PSC) va un paso por delante de Badalona.
El equipo de gobierno de L¡¯Hospitalet, que lidera N¨²ria Mar¨ªn (PSC), acord¨® la suspensi¨®n de licencias en diciembre de 2011 y ahora ha aprobado un plan que regula las ¡°ubicaciones¡± de los centros de culto. El fin es ¡°evitar las molestias que puedan originar estos locales integrados o pr¨®ximos a viviendas y mantener la buena convivencia ciudadana¡±. Hay tres posibles zonas para ubicar mezquitas: residenciales y de equipamientos ¡ªdonde estar¨¢ prohibido erigirlas de forma contigua a las viviendas¡ª e industriales. En este ¨²ltimo caso, tambi¨¦n lo supedita a la incidencia sobre viviendas cercanas.
¡°El ideal de la comunidad musulmana no es estar en los bajos de un edificio. Entre otras cosas, porque saben que les genera problemas de convivencia. No es un tema de religi¨®n. Ocurre como en las discotecas: no es bueno que est¨¦n pegadas a las casas. Vamos a acompa?arles para encontrar la mejor soluci¨®n a sus necesidades¡±, subraya el concejal Francesc Josep Belver (PSC), responsable de urbanismo.
?Problemas en Salt. La opci¨®n de los pol¨ªgonos tambi¨¦n triunfa en algunos municipios de Girona. Torroella de Mongr¨ª (Baix Empord¨¤) y Salt (Giron¨¨s) cuentan con una mezquita construida o en v¨ªas de construcci¨®n en el pol¨ªgono industrial. Una tercera est¨¢ en tr¨¢mites, en Palafrugell (Baix Empord¨¤). En todos los casos los oratorios del centro se quedaron peque?os y los ayuntamientos optaron por alejar la actividad por motivos de seguridad y porque mueve a muchas personas.
La ¨²nica excepci¨®n es Salt. En 2010, el PSC adecu¨® para usos religiosos varias parcelas del pol¨ªgono. Pero CiU ech¨® el plan abajo cuando lleg¨® al poder en 2011 y, ahora, la comunidad Al Hilal solo tiene una opci¨®n: el casco urbano, donde empez¨® a construir una mezquita, pero el ayuntamiento la paraliz¨® antes de verano. Y est¨¢n a la espera.
Donde el proyecto va viento en popa es en Torroella de Montgr¨ª (Baix Empord¨¤), donde los musulmanes lograron construir su mezquita en el pol¨ªgono. Tambi¨¦n ah¨ª tuvieron que modificar su proyecto: no se adaptaba, al parecer, al paisaje en el que se halla. Pero la comunidad, que compr¨® el terreno y construy¨® la mezquita con aportaciones de sus miembros, est¨¢ contenta de disponer de este centro.
En Palafrugell, el alcalde Juli Fern¨¢ndez (PSC) propuso a la Asociaci¨®n Centro Isl¨¢mico del Bien, cederles por 75 a?os un terreno municipal situado en el pol¨ªgono detr¨¢s del parque de bomberos.
?Protestas en Lleida.La comunidad musulmana de Lleida realiza sus rezos diarios en un pabell¨®n del recinto ferial de los Camps Elisis, con las muestras de rechazo de vecinos del barrio de Cappont. El Ayuntamiento, que cerr¨® hace tres a?os la mezquita de la calle del Nord por exceder reiteradamente el aforo m¨¢ximo permitido y alquil¨® a la comunidad hace un a?o ese equipamiento para que no tuvieran que rezar a la intemperie en invierno.
En oto?o pasado lleg¨® a un acuerdo con la instituci¨®n Fira de Lleida, de la que son patronos el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n de Lleida, para utilizar la planta baja del Palau de Vidre siempre que no haya actividades festivas o feriales en el mismo, como ocurre ahora con la Fira de Sant Miquel.
Lo que ten¨ªa que ser una medida provisional para cuatro meses, los m¨¢s fr¨ªos, se ha prolongado, lo que ha provocado las quejas del grupo municipal del PP y de vecinos del barrio de Cappont, donde se ha iniciado una recogida de firmas para que se impida al colectivo musulm¨¢n utilizar esa instalaci¨®n p¨²blica para sus pr¨¢cticas religiosas. No importa que la comunidad satisfaga el alquiler. Los vecinos quieren vetarlos en la Fira.
La pol¨¦mica por la ubicaci¨®n de una mezquita en Lleida se arrastra desde hace m¨¢s de 15 a?os, El conflicto se enquist¨® cuando el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) vet¨® la construcci¨®n de un nuevo oratorio en un solar municipal situado en un pol¨ªgono industrial de las afueras de la ciudad.
El caso de Lleida motiv¨® un informe judicial que puso en duda la idoneidad de ubicar mezquitas en pol¨ªgonos. El escrito alertaba del riesgo de ¡°segregaci¨®n¡±, ¡°distanciamiento¡± y ¡°aislamiento¡± de la comunidad que pod¨ªa fomentar la extensi¨®n de las corrientes m¨¢s radicales. La sentencia no gust¨® a las entidades municipalistas, que creen que cada ciudad debe decidir la opci¨®n que m¨¢s le convenga libremente. Lo cierto es que algunas comunidades musulmanas, ante el rechazo de vecinos, se han mostrado partidarias de esta opci¨®n: se evitan conflictos con los vecinos y disponen de espacios m¨¢s amplios. Eso s¨ª: el pol¨ªgono debe estar lo suficientemente cerca de la comunidad ¡ªo bien comunicado con transporte p¨²blico¡ª como para que resulta pr¨¢ctico y los fieles puedan hacer uso del espacio, especialmente los viernes.
Una veintena de mezquitas se hallan ya en zonas industriales
En Catalu?a, entre 15 y 20 centros de culto de los cerca de 200 que hay est¨¢n en pol¨ªgonos, seg¨²n el soci¨®logo experto en mundo isl¨¢mico Jordi Moreras. Una investigaci¨®n de los Mossos d'Esquadra, por otra parte, alert¨® de una expansi¨®n del salafismo radical en las peque?as mezquitas de Tarragona. De los cinco lugares de culto donde se cultiva una vertiente religiosa fan¨¢tica, cuatro est¨¢n en pol¨ªgonos industriales: Tarragona, Reus, Torredembarra y Roda de Bar¨¤.
?Tarragona, en pol¨ªgono. En la ciudad de Tarragona, precisamente, la ¨²nica mezquita legalizada es la del pol¨ªgono Entrev¨ªas, aunque en el tejido urbano existen centros culturales musulmanes en los que tambi¨¦n se practican actos religiosos. El Ayuntamiento mantiene paralizada la licencia de otra mezquita y una iglesia evangelista desde hace m¨¢s de un a?o.
Los centros no lo tendr¨¢n f¨¢cil para conseguir los permisos: el consistorio est¨¢ tramitando un plan especial calificado que el gobierno local del PSC califica de ¡°restrictivo¡± y relega estos locales a los pol¨ªgonos. En la trama urbana, los nuevos centros deber¨¢n situarse preferentemente en ¡°edificios exclusivos¡±, armonizar con el entorno y los vecinos y cumplir r¨ªgidas normativas sobre aforo, movilidad e insonorizaci¨®n. En cambio, en suelo industrial ¡°no presentan problemas¡±, esgrime el documento.
En Reus (Baix Camp), Hassan El Barnoussi, im¨¢n y presidente de la Asociaci¨®n Musulmana Cultural Isl¨¢mica de los Musulmanes del Magreb, calcula que entre 5.000 y 7.000 personas de su confesi¨®n acuden a diario a rezar en la ciudad, a menudo, hasta templos alejados de sus domicilios.
Para solucionar los problemas de espacio, esta asociaci¨®n compr¨® una nave de 500 metros situada en el pol¨ªgono del barrio Fortuny, aunque a¨²n est¨¢n tramitando su legalizaci¨®n y est¨¢n recaudando dinero para poder inaugurarla. ¡°Para nosotros es mejor ir a los pol¨ªgonos porque sobre todo en los d¨ªas festivos del Ramad¨¢n no se puede aparcar en la ciudad, all¨ª no tenemos ning¨²n problema con nadie; estamos aqu¨ª y ya no nos iremos, contribuimos a la econom¨ªa, deben entender que necesitamos espacio para rezar¡±, explica El Barnoussi.
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